OO5 | LAST DAY

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Henry Cavill

-que podemos hacer hoy?- me preguntó Henry

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-que podemos hacer hoy?- me preguntó Henry. Caminábamos por las calles de la ciudad, tomados de las manos. Nuestras manos libres sostenían un cono de helado para cada uno, con nuestros respectivos sabores favoritos.

-acaso nunca te cansas de hacer cosas?- pregunté, mirándolo con una sonrisa. Me acercó a él y besó mi frente.

-no si son contigo- respondió, sonriente.

-que cursi eres, Cavill- musite, comiendo de mi helado. Giré a verlo, encontrándome con su nariz manchada con helado de chocolate, su favorito. Solté una ligera risa y quité suavemente los restos de helado y lo llevé a mi boca -creo que simplemente podríamos quedarnos en casa, viendo películas-

-eso lo hicimos la semana pasada- indicó, abrazandome por los hombros.

-nunca está mal repetir, no crees?- pregunté, acabando mi helado. Todos los días se trataba de una nueva aventura con Henry. Desde hace meses habíamos decidido que así sería, pues queríamos disfrutar cada día como si de el último se tratara.

Y aunque el pelinegro no lo quisiera admitir, comenzábamos a quedarnos sin ideas de nuevas cosas para hacer. Ya habíamos probado con todo, y cada cosa era mejor que la otra, pero ahora el mejor plan que se me venía a la mente era quedarnos en casa, juntos y tranquilos.

-esta bien, señorita, usted gana- habló, mirándome divertido -pero mañana será mi turno de decidir qué haremos- asentí y besé su mejilla emocionada por los planes de esta noche.

__

-que no- denegue, cruzándome de brazos y actuando como una niña caprichosa. Porfavor, quien querría ver una pelicula de terror teniendo a las peliculas de comedia?

-oh, vamos- se quejó, el ojiazul -al menos déjame elegir que veremos- negué nuevamente y marqué la película elegida con el control remoto. Un resoplido salió de los labios del hombre y solté una diminuta carcajada.

La película comenzó y toda mi concentración fue a ella. Mientras llevaba palomitas a mi boca y disfrutaba de las caricias que Henry proporcionaba a mi cabello. Me sentía en paz y relajada, como si no hubiese lugar mejor que éste.

Mis ojos amenazaban con cerrarse, aunque la película era demasiado entretenida como para dejarla pasar. Además pasarían años luz nuevamente hasta que Henry acepte ver otra película de comedia conmigo.

-Ema?- su mano dejó las caricias y se posicionó en mi mejilla. Dió suaves golpes allí, hasta que volví a reaccionar. Le sonreí con pesadez, mis ojos estaban algo caídos y mi cabeza amenazaba con caer hacia atrás si no recibía un sostén. -mierda, cariño- susurró, la preocupación era notable en su voz.

La película fue pausada apenas a la media hora de comenzar. Quería quejarme pero sinceramente no tenia fuerzas para hacerlo. El pelinegro me recostó sobre el sofá, mi cabeza permanecía levemente alta gracias a la ayuda de un almohadón.

-Henry- hablé asustada, al notar la sangre en mis dedos, proveniente de mi nariz. Él tomó mi mano y colocó un pañuelo en mi nariz, el cual sostuve con fuerza para evitar que la sangre siguiese saliendo.

-tranquila- murmuró, acariciando mi cabello en un intento de calmarme. Sus ojos se llenaron de lágrimas y agachó la cabeza, sabiendo que significaba todo esto. Luego se levantó bruscamente y tomó su teléfono, llamando una ambulancia, colgó y volvió a mi. Su mano no se separaba de la mía, y dejaba pequeños besos en ella mientras esperábamos la llegada de los médicos.

-llegó el momento- susurré, cortando el silencio. Su mirada pareció apagarse por unos momentos, pero luego recobró la compostura y negó frenéticamente.

Hace unos cuatro meses había sido diagnosticada de leucemia linfocítica aguda. No fue adrede, simplemente me hice unos análisis de rutina que me vinieron con la pequeña y horrible sorpresa de una enfermedad mortal en mi.

Cuando se lo revelé a Henry su reacción fue todo menos buena. Lloró, gritó e incluso rompió algunas cosas a su alrededor, pero al notar mi estado; triste y angustiado, no tardó en cambiar su comportamiento por uno más suave y dulce.

Ambos sabíamos que ya era tarde para los tratamientos, y que a la primera quimioterapia moriría, por lo que decidimos disfrutar el tiempo que nos quedaba juntos, viviendo cada día como si no hubiera un mañana, y es que en mi historia el mañana no estaba asegurado.

Salíamos todo el tiempo, viajamos y visitábamos a nuestros familiares. A ninguno de los dos nos gustaba pensar en que muchos de nuestros planes se verían cancelados por mi enfermedad; nuestra boda, hijos. Pero no dejamos que eso nos afecte.

Aunque lastimosamente para nosotros el día más temido parecía haber llegado con anterioridad.

-no digas eso...-

-es la verdad, Henry- contesté, apartando mi mirada de la suya -siempre supimos que éste día llegaría en algún momento...-

-es muy pronto- continuó negando. Ahora la que negó fui yo, regresando mi mirada a él con una sonrisa dulce.

-no, no lo es, amor- una lágrima bajó por su mejilla-...viví todo lo que quería, y lo hice junto a ti. Qué más podría pedir?- mis ojos se nublaron por las lágrimas.

-no quiero vivir sin ti...- sollozó, colocando su cabeza en mi estómago. Su estado me rompió, pero soporté las lágrimas y me mostré fuerte frente a él.

-nunca estarás sin mí, Henry. Siempre estaré a tu lado, y...aunque no puedas verme, me sentirás junto a ti. Nunca abandonaría al hombre de mi vida- ambos éramos un mar de lágrimas, y es que siempre creímos haber aceptado la idea de que todo acabaría, pero nunca imaginamos cuan duro sería aquel momento.

Mis ojos comenzaron a pesar más de la cuenta, pero luché por mantenerlos abiertos. Algo me decía que si los cerraba nunca volverían a abrir.

-te amo, Ema...más que a nada en este mundo, y siempre lo haré- aseguró, acercándose a mi rostro y dejando un suave beso en mis labios. Mis lágrimas cayeron ante su toque, se sentía como una despedida, y lo peor de todo es que lo era.

-te adoro, Henry- susurré, con mi últimas fuerzas, antes de que mis ojos se cierren para jamás volver a abrirse, antes de que mi alma abandone mi cuerpo en aquella noche calurosa de agosto.

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Espero que les haya gustado! A veces se necesita llorar un poco para seguir, mi punto era hacerlas sufrir un poquitín :D

Bye!

❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞  HENRY CAVILLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora