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Los tacones resonaban con cada paso que daba, pero el sonido se perdía en el bullicio a mi alrededor. Mis ojos observaban impresionada el enorme edificio frente a mi, sin dudas me perdería más de una vez ahí dentro.
Era mi primer día trabajando en Daily Planet como reportera oficial, después de estar mucho tiempo sirviendo café me habían promovido y no podía estar más emocionada.
Con una pequeña sonrisa ingresé al edificio, procurando no caer por los altos tacones que llevaba esa mañana. El interior del lugar estaba repleto de personas, aunque todos parecían muy calmos y tranquilos. Saludé con una sonrisa a los que pasaban a mi lado y me encaminé hacia la oficina de Perry.
-repíteme tu nombre una vez más- pidió el moreno, llenando una planilla con mis datos.
-Fernanda Olsen- respondí al instante. Él se entretuvo unos minutos más con los papeles sobre su escritorio, para luego llamar a alguien atraves del teléfono que se conectaba con los cubículos de los trabajadores.
-enseguida llegará alguien que te ayudará con todas tus dudas- dijo Perry. Asentí y esperé pacientemente. Minutos más tarde apareció un sujeto en la oficina del morocho. Su cabello era oscuro, sus ojos cielo se ocultaban bajo unas gafas, aunque no pasó desapercibido para mí el hermoso brillo en éstos.
Nuestras miradas conectaron por unos pocos segundos, yo me mostraba totalmente sorprendida por la belleza que el hombre a escasos metros de mi poseía.
-Fernanda, él es Clark Kent, será algo así como tu instructor durante tu estadía aqui- habló Perry, sacándome de mi trance. Clark me hizo una seña, invitándome a salir de la oficina. Ambos abandonamos la oficina de Perry y comenzamos a caminar hacia los cubículos.
-es un gusto conocerte, Fernanda, Perry me ha hablado de ti toda la semana- su voz me hipnotizó de sobremanera, supe que podría estar horas escuchándolo sin cansarme.
-sobre qué?- pregunté, mirándolo con una pequeña sonrisa.
-de hecho me contó todo acerca de ti, él quería que estuviese preparado para ser el mejor instructor- soltó una ligera risa. Sonreí al deleitarme con su perfecta sonrisa, su dentadura era Blanca y alineada.
-no se como sentirme ante eso- dije, al llegar al que desde ahora sería mi cubículo, guiada por Clark.
-tranquila, no dió detalles importantes. Solo lo simple- se encogió de hombros. Asentí y observé el cómodo cubículo que sería mi lugar de trabajo por algunos meses hasta ser transferida a otra agencia.
-muchas gracias, Clark-
-es un gusto- me guiñó un ojo mientras esbozaba aquella hermosa sonrisa que tenia, y yo me sentí morir.
