O32 | IMPOSSIBLE

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August Walker

August Walker

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-August, que placer volver a verte- dijo la mujer, apuntando al hombre con su 9mm, directo a su nuca. El hombre soltó una fuerte respiración con furia, reconociendo aquella voz al instante. La voz de la mujer que había roto su corazón más de una vez al dejarlo solo durante la mañana, después de una larga noche juntos.

La misión sobre la recolección de información acerca de nuevas bombas nucleares estaba al alcance de sus manos, hasta que se vio atrapado en una trampa sin salida que la condujo directamente a ella.

Mía Boutec estaba allí. Aquella agente que era todo lo opuesto a él, incluso en el trabajo. Mía y August tenían mucha historia juntos, con sus altos y bajos que acabó por una caída en picada. Se habían amado con mucha pasión, sin embargo ambos eligieron su trabajo por encima del otro, rompiendo más de un corazón durante el proceso.

-lo mismo digo, Boutec- él giró lentamente, encontrándose cara a cara con la castaña. Ella sostenía el arma con fuerza, entrecerrando los ojos en su dirección.

En un movimiento rápido el agente le arrebató el arma de entre las manos y empujó su cuerpo hacia una de las paredes cerca, acorralando a la espía sin darle modo alguno de escape. Una de las manos de él se dirigió hacia el cuello de la fémina, sin apretar demasiado, solo para mantenerla completamente bajo su meced.

Sus miradas estaban conectadas, demostrando solo furia en ellas y un atismo de deseo. La tensión era palpable, tan visible hasta para un ciego. Ambos sabían lo que querían, sus cuerpos lo gritaban, es por eso que ninguno puso resistencia cuando sus lenguas se enredaron con desesperación, en busca de saciar su deseo.

August tiró de ella hacia abajo y ella comprendió enseguida, dándole una mirada repleta de lujuria antes de que sus rodillas tocaran el suelo. Sus manos buscaron con desesperación la hebilla de su cinturón y lo quitaron rápidamente, prosiguiendo a ver su miembro atrapado entre la tela del boxer.

Lamió sus labios con hambre antes de bajar el boxer y tomar el miembro de su ex amante entre sus manos. Su mano bajaba y subía alrededor del tronco, mientras pequeños besos eran depositados en la punta rosada y caliente.

August tomó el cabello lacio y largo de Mía en una coleta entre sus manos, impulsandola a darle la bienvenida a su boca. Ella captó los deseos de él y abrió su boca antes de impulsarse y tomar el miembro entre sus labios. Diminutas embestidas eran dadas a la boca de la chica, ahogandola un poco.

No se detuvo a pensar en las consecuencias de sus actos. Dejar que su ex le follara la boca en medio de una misión era demasiado arriesgado para su trabajo, pero en ese momento poco lo importaba. Había dejado el orgullo y la resistencia por unos momentos, para poder disfrutar de lo que él tenía para otorgarle.

Walker disfrutaba de sentir como su miembro se abría paso entre la cavidad bucal de su amante, sin poder recordar como soportó tanto tiempo sin sentirla o al menos sin tenerla cerca. Su miembro iba y venía en movimientos lentos, sin querer hacerla pasar un mal rato quitándole el aire o algo así. Cuando sintió que era demasiado, decidió levantarla y ponerla de espaldas a él, con sus manos sosteniéndose contra la pared.

El pantalón negro pegado al cuerpo que llevaba fue bajado con brusquedad, seguido de sus bragas, para luego sentir las manos de August palpando su húmeda feminidad. Se sostuvo con fuerza mientras mordía su labio inferior evitando soltar un fuerte gemido que los delatara a ambos.

Poco después sintió como era embestida con fuerza, obligándola a encorvarse un poco, dejando su culo a mayor disposición del hombre. Las embestidas contra su feminidad no se comparaban a las embestidas que daba contra su boca. Éstas eran duras y fuertes, robándole el aliento más de una vez.

El nudo en su estómago exigía ser disuelto, mientras sentía sus labios siendo estirados por el glande del pene de August. Nunca se acostumbraria a su tamaño. Presa de la lujuria y el placer, soltó un gemido que fue acallado por la mano de August presionando contra sus hinchados labios.

Mía no quería que parara. Estaba completamente desesperada por liberarse, sintiendo tanto como siempre solía hacerlo. A pesar del salvajismo y la fogosidad, el amor entre ellos siempre estaba. Era como un ente apenas perceptible que se adentraba en ellos y los hacia experimentar cosas que posiblemente ellos no querían sentir por miedo a la vulnerabilidad a la que quedaban expuestos.

Amar a alguien y buscar estabilidad teniendo un trabajo como el suyo era tarea difícil, por no decir prácticamente imposible. Pero aún así allí estaban, en los brazos del otro y disfrutando de sus cuerpos, donde el amor se veía reflejado en dulces besos o suaves toques apenas notables.

Ambos habían colapsado sobre el otro. Sus respiraciones agitadas, acompañadas de sus rápidos latidos evidenciaban lo que había ocurrido segundos atrás. Aquel encuentro rápido no había sido algo sin significado alguno, y eso los dos lo sabían.

Quedaron uno frente otro, sin pistolas o amenazas de por medio. Eran los mismos que se habían mostrado tantas veces, enredados en las sabanas del otro o disfrutando de un simple café a escondidas de los demás. Casi que lo suyo era prohibido, y quizá por eso era tan divertido.

-que acaba de pasar?- preguntó él, tomando el rostro de ella entre sus manos. Su maquillaje estaba apenas corrido, las mejillas Rojas y los labios hinchados eran una de las mejores vistas que August pudo presenciar.

Ella giró a verlo, con una clara mueca de arrepentimiento. Se arrepentía de muchas cosas, pero principalmente se arrepentía de lo que acababa de pasar. Eso jamás debió de haber ocurrido. Aquello solo incrementaban sus falsas ilusiones que acabarían por matarlos a ambos. Y eso apenas ella lo comprendió decidió alejarse, como ahora.

Mía negó con la cabeza y se alejó de su toque, arreglando su ropa antes de huir de allí, como tantas veces lo había hecho antes. Y también llevándose el corazon del agente en la mano, destruyéndolo una vez más y dejando sus esperanzas por el subsuelo.

Lo suyo era imposible.

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Aquí se acaba el mini maratón que escribí para ustedesespero que lo disfruten mucho y que les guste como idealice a cada personaje según la situación.

Sin más que decir me retiro, no sin antes agradecer una vez más por su apoyo ❤ las quiero mucho.

❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞  HENRY CAVILLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora