❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞ HENRY CAVILL

O4O | I NEED YOUR HELP II

Sherlock Holmes

La mujer ingresó a la oficina una vez más ante el reciente comunicado que había recibido por parte del investigador. Habían pasado largas semanas hasta que al fin Sherlock pudo resolver el caso. Se veía como algo simple al principio, pero luego descubrió muchos secretos y mentiras que lo hundían cada vez más en un mar de preguntas que no lo guiaban a ningún lado más que a la duda.

Pero ahora al fin tenia la respuesta a todas sus preguntas, aunque había solo una que le importaba. Quien era el culpable?

-recibí tu carta- dijo ella al ingresar al despacho. Se veía tan bella como siempre, con tonos rojizos y oscuros gobernando en sus prendas. Su cabello rizado cayendo por su espalda mientras un ligero rojizo llenaba sus mejillas. Las bajas temperaturas que predominaban en la ciudad tenia a la mayor parte de la población enferma o débil, pero ella continuaba viéndose tan fuerte y segura que siempre.

Sherlock sonrió encantado al verla y señaló en silencio la pequeña caja de madera que se instalaba sobre el escritorio. El eco de sus tacones sobre la madera resonó en la habitación mientras ella tomaba la caja y ma abría, mostrando aquel hermoso collar que tan importante era para la familia.

Ella sonrió enormemente, mostrando la preciosa sonrisa que poseía y observó a Sherlock con emoción. Dejó la caja a un lado y se acercó para abrazarlo en un movimiento rápido, sorprendiendo al pelinegro quien no dudó en responder. Se hundieron en un silencio mientras disfrutaban de la sensación de sus cuerpos juntos una vez más. Sus aromas seguían siendo la fragancia favorita del otro, y eso solo volvía todo más difícil para ambos.

-sabia que podía contar contigo- murmuró ella sobre su cuello. Además de los estragos que había creado en el interior del investigador, también se había instalado una gratificante sensación de cariño al oír sus palabras y el tono dulce que empleó para decirlas.

-creí que me odiabas- respondió él. El abrazo se disipó lentamente, pero aún así ellos mantuvieron una escasa distancia. La mujer no evitó negar con indignación.

-yo jamás podría odiarte, Sherlock- contestó. Él la observó atónito ante la seguridad de sus palabras, podía jurar que ella le tenía un rencor enorme por haberla descuidado en el pasado. La fémina suspiró con cansancio al no poder echarse a los brazos de su amado, para poder disfrutar del amor y la seguridad que sabia que él le proporcionaría -despues de todo eres una parte de mi-

-y tú una mía- se apresuró a decir. Una mueca de arrepentimiento llenó su semblante al recordar los momentos en los que su frialdad y orgullo le ganaban y actuaban por él, haciendo cosas que no lograban más que alejarla y arruinar su relación -..yo lo arruiné, lo sé y no sabes cuanto me arrepiento- le tomó las manos y llevó el dorso de éstas a sus labios, besandolas y sacándole una pequeña sonrisa a la chica que, desafortunadamente, no llegó a verse sincera.

-Sherlock no..-

-si. Solo escúchame, por favor- suplicó. Aquellos ojos azules una vez más tenían el efecto que querían sobre ella, haciéndola asentir en silencio -es mi culpa que todo se arruinara entre nosotros. No te cuidé, no te di lo que merecías y no hay día en el que no me arrepienta de haber perdido a una mujer como tú-

>>nunca conocí ni conoceré a alguien que se iguale a ti. Eres todo lo que busco y necesito, te necesito<<

Ella se quedó muda mientras él se acercó comenzó a acariciar su mejilla con suavidad. Era enorme el amor que se tenían, lo evidenciaba el hecho que después de tanto tiempo aún sus sentimientos se encontraran allí. Ya no había fuerzas para seguir negándose a lo que tarde o temprano sucumbiria, Sherlock era su más grande debilidad y cualquiera que notase la forma en que lo mira se daría cuenta de ello.

Sus labios no tardaron en rozarse. Un acercamiento tímido a la espera que ella diera signos de alguna respuesta. Sus alientos se mezclaban y la calidez de uno invadía al otro y viceversa. Había pruebas de que se anhelaban, solo necesitaban un empujoncito.

La fémina acabó cayendo y terminó siendo ella quien presionó sus labios contra los de su amado. Un beso dulce que decía lo que sus lenguas no se animaban a recitar. No necesitaban nada más en ese momento, sólo sentirse con más fuerza si es que era posible.

Sherlock la tomó de la nuca mientras la castaña se sostenía del escritorio detrás de ella. El investigador se hallaba entre las piernas de muchacha, separandolas con su cuerpo para poder estar lo más cerca de ella. Sus labios, sus cuerpos, sus almas se conocían de pies a cabeza, sin dejar milímetro alguno sin recorrer.

No demoraron demasiado antes de que ella se hallara sentada sobre el escritorio, tomándolo de las mejillas mientras él acariciaba sus piernas por debajo del vestido. El contacto de piel con piel a primer momento envió más de un escalofrío en ellos, declamando lo placentero que era estar en brazos del otro.

-te amo- Holmes tuvo que separarse para decirlo, acabando con el beso y hundiendolos en un ambiente más serio pero igual de íntimo. Ella bajó la mirada por unos momentos y luego sonrió con las mejillas terriblemente Rojas.

-nunca lo habías dicho- susurró ella en respuesta -siempre solías decir te quiero-

-en ese caso déjame decirte de ahora en adelante todos los te amo's que no te dije en un pasado- nuevamente la besó pero esta vez fue más corto y lento -te amo, te amo, te amo y jamas me cansaré de decirlo- dijo él tomándola de las mejillas. Una ligera capa de agua inundó los ojos de la ojimarron y sonrió feliz al notar que todo volvía a tener su color.

Quizá él era la paleta de colores que le faltaba a su vida para dejar los tonos grises y blancos.

-te amo más, Sherlock-

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Feliz cumpleaños atrasado amor de mi vida número 1 🤧✨❤ te quiero muchísimo y gracias por existir 🛐 sos el ser más hermoso con el que mis ojos se cruzaron.

No pude actualizar por su cumple 😭 pero igual les traje dos os en un día como disculpa por eso :/ disfrútenlo y cuídense lindas 💜