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Eric dejó que Jesse saliera, la casa estaba rodeada de una gran extensión de terreno, no importaba cuanto andara no llegaría a ningún lado.

El poli no tardó en notarlo.

Miró a los lados, llevaba tiempo andando, todo playa y arenas claras a su alrededor. Llevó las manos a su pecho, sentía un ligero ardor quemando desde su garganta. Siguió andando hasta que sus piernas se vencieron, las lágrimas escurriendo de sus ojos le impedían la visión. Apretó las palmas en sus ojos, no sabiendo dónde estaba, ni hacia dónde iba. En ese momento se sentía completamente perdido, la absurda parte de él que se había acostumbrado a tener a Eric a su alrededor quería los brazos del pelilargo rodeándolo en ese momento. Jesse se dejó caer de rodillas en el suelo centrándose en el ardor de la arena raspando su piel y lloró. Lloró gritando su frustración a la nada hasta que su garganta dolió y las estrellas empezaron a iluminar el cielo.

Cuando Eric lo encontró eran pasada la medianoche, un pequeño bollito entre la arena, no había comido ni bebido en horas, el sol había quemado su piel. Eric hizo una mueca al iluminarlo, eso ardería como una perra al día siguiente.

-Jess...-Eric lo movió con precaución no muy seguro de como reaccionaría. Claramente era la ultima persona a la que Jesse quería cruzarse en ese momento, pero Eric no estaba dispuesto a dejarlo allí. Se deshidrataría, Incluso si era contra su voluntad Eric no se permitía a si mismo dejar de cuidar de su tonto poli. -Mi ángel, despierta. Jesse.

Jesse abrió los ojos, esas dos perlas verdes brillaron en la noche, por un momento no pareció recordar nada de la discusión de horas atrás, jesse se recostó en el toque de su esposo con la sombra de una sonrisa en sus labios hasta que el recuerdo volvió a él y de un brinco se apartó de él interponiendo uno de sus brazos extendido frente a su cuerpo para mantener la distancia. Si jesse le hubiera dado un puñetazo a Eric le hubiera dolido menos que ver como jesse se apartaba de él de esa forma.

Eric encogió el brazo con el que había acariciado su mejilla y la guardó en su bolsillo.

-Tienes que volver a casa, necesitas comer e hidratarte, han pasado muchas horas desde que estas aqui.

-No pienso ir a ningún lado contigo.-Le dijo. Lucía todo erizado como un gatito ofendido mientras lo fulminaba con la mirada.

-Jesse, sé razonable, es por tu bien.-Eric mantuvo la calma, le hablaba como lo hacía con Max cuando se montaba un berrinche irracional.

-oh, no, no vas a hacer como si yo fuera un niño montando un capricho.-Le advirtió Jesse indignado.-Tú, tu mantaste a mi padre!

Jesse dio un paso en dirección a Eric y lo abofeteó. El pelilargo cedió al gesto, atrapando la mano de Jesse contra su mejilla antes de bajarla hasta sus labios para dejarle un beso en los dedos. Jesse se apartó de su toque como si le quemara. bien Eric se merecía eso. suspiró y clavó sus ojos en Jesse.

-Mi estrella...

-Te odio! Te odio, te odio!-Le gritó Jesse y la rabia lo obligó a lanzarse sobre Eric tacleando en la arena. -Juro que te mataré, Te odio tanto!-Lloró Jesse lanzándole un golpe con cada palabra. Sus movimientos histéricos y descoordinados mientras repetía lo mucho que lo odiaba. -Arruinaste mi vida! me arruinaste!

Eric se dejó golpear hasta que su paciencia cedió, jesse tenía puños fuertes. Eric entendía la histeria del rubio, hasta cierto grado. No quería violentar al chico más de lo que ya lo había hecho en las ultimas horas, pero claramente Jesse no entraría en razón pronto.

-Basta-Dijo atrapando los brazos de Jesse contra su pecho. Jesse se removió para soltarse y Eric los obligó a girar arrastrando a jesse debajo de su cuerpo para apresarlo -Dije que basta, Jesse. Suficiente.

El tono frío de Eric hizo a jesse alzar la vista. Eric lo observaba serio. Jesse hipó sorbiendo por su nariz y no estaba seguro de que esperar del hombre frente a él.

-a como yo lo veo, tienes dos opciones, coperas por tu bien o lo hacemos a la manera difícil Jess, puedes comportarte como la víctima- le dijo Eric manteniéndolo sujeto-Entonces yo me comportaré como el hijo de puta sádico que te empeñas en ver y te sorprendería lo bueno que soy jugando ese papel Jesse.-Eric apretó ligeramente la llave que mantenía a su esposo inmovilizado sacando un sollozo que el poli se obligó a contener mordiendo sus labios. Eric evaluó su perfil contra la arena. cielos, jesse en ese momento lo veía todo asustado, sus labios resecos incluso se veían tan besable para Eric, que se inclinó para atraparlos en su boca pero el terco poli corrió su cara de manera que la frente de Eric acabó recostada en su cuello-tu eliges Jess, puedo ser el hombre al que ames , el esposo que baja el cielo hasta ti o el jodido monstro de tus pesadillas. Pero no puedo dejarte ir Jesse, no puedo-le dijo apoyando sus labios sobre la piel de jesse.

El rubio se estremeció y Eric lo dejó ir antes de rehacer su camino a la casa maldiciendo sobre cada uno de sus ancestros.

Un pequeño cap para cortar la semana los amodoro aunque admito que está chiquito

El legado de Cain (Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora