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Jesse quiso gemir de frustración cuando vio el coche esperándolos.

-¿En serio tenía que ser blanco?

-Creo que tienes una fobia por el blanco, Jess.-Dijo Eric adelantándose para abrirle la puerta a su esposo antes de recibir un saludo del chofer. Eric se subió junto a Jesse en los asientos de atrás.-si me hubieras conocido durante mi adolescencia creo que hubieras huido. Tenía una cosa por vestir siempre de blanco e intentar "limpiar las malas energías"

Eso, como esperaba, llamó la atención de Jesse. La bonita y predecible curiosidad del pequeño poli había sido picada lo suficiente para que se olvidara de lo mucho que parecía odiar el sitio donde Eric lo había llevado.

-¿Ya no lo haces? No te vi muy conectado con todo lo espiritual.

-mis preocupaciones últimamente van mucho más allá de las malas energías, mi ángel.-Eric dio una palmada en sus muslos invitándolo a que se recostara.-Ven aquí. ¿Cómo está tu cabeza?

Jesse obedeció recostándose de cara a su esposo y dejó que lo revisara.

-¿duele?

Había recibido la visita regular de un neurólogo todas las semanas, a pesar de eso Eric seguía preguntando lo mismo cada día. Vamos, el dr. que Eric había traído para él, parecía ser de mucha confianza para Eric, que Jesse había intentado varias veces sacarle información de donde se encontraban mientras lo revisaba, pero el hombre había esquivado sus preguntas como un profesional.

Jesse comenzaba a hartarse de las faltas de respuestas. Eric no era tan estúpido como para no darse cuenta de los intentos del poli por conseguir información, que se había pasado los últimos días preguntando aquí y allá. Esa era la principal razón por la que Eric lo estaba sacando de allí. Jesse era demasiado inquieto para su propio bien.

-Llegamos, mi estrella.-Le dijo al rato.

jesse se incorporó para ver por la ventana como una pequeña mansión se alzaba sobre la arena, parecía completamente construida en maderas oscuras piedras y vidrios que no dejaban ver el interior.

-Bienvenido, Jess. Mamá nos está esperando.-Dijo Eric indicando en dirección a la entrada y entonces sus ojos captaron la pequeña figura envuelta en un vestido de playa amarillo que lucía bastante como un sari. Jesse observó a la mujer y de pronto sintió un ligero nudo apretando su estomago. sip, de pronto se sentía nervioso por la idea de conocer a su suegra. Entre su cuerpo delgado y nervudo, sus manos y cuello decorado con lo que parecían cientos de cuentas de colores, su cabello ondeando en todas direcciones y su belleza ligeramente añejada lucía bastante como una ninfa. etérea.

-Vamos.-Alentó Eric sacando los seguros de la puerta. Jesse bajó detrás de Eric, pero apenas consiguieron dar un par de pasos en dirección a la casa antes de que la mujer corriera hasta ellos con sus brazos abiertos.

-Lyovushka! viniste!-Dijo Natsya tomando a Eric por las mejillas apenas verlo para llenarlo de besos. Jesse no pudo evitar sentir cierto grado de ternura al ver como el pelilargo se ruborizaba.

-mamochka, por favor.-Le rogó apartándose.-Jesse, ella es mi madre, Natsya. mamá el mi esposo, Jesse, te prometí que te lo presentaría ¿Recuerdas?

La mujer entonces se giró hasta Jesse con el mismo entusiasmo con el que había saludado a Eric se abalanzó sobre el poli.

-¡oh!Lo trajiste, lyovushka, creí que no lo harías. tu debes ser su estrella, me habló mucho de ti, pasa, pasa, Hilda tiene preparada la cena. Mi pequeño está muy enamorado de ti, Jesse.

El legado de Cain (Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora