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hola mis amores, primero que nada, para los que leen LPDM, hay spoiler en el siguiente capitulo. Dicho eso, pueden leer en paz, los amodoro, besitos.

Presente

La charla en la mesa de los adultos llevaba siendo bastante incómoda para ser honestos.

Incluso Eric podía sentir la tensión creciendo en Jed mientras se concentraba en mecer el cochecito de los trillizos.

Llevaba un buen rato en eso con sus ojos concentrados en los bebé de Eric mientras evitaba hacer caso a las indirectas de Mónica. Pero claro que incluso si lo estuviera intentando Jed no iba a soportar mucho tiempo sin responder.

—se te ven bien los niños—Dijo de pronto Mónica.—Deberías tener tus propios hijos.

Jed alzó la vista a su madre.

—Prefiero ser tío

—yo preferiría que mis dos hijos me hicieran abuela. Mira a tu hermano. Ya estás lo suficientemente grande para ser padre ¿cuándo lo serás si no?

—Tal vez nunca, mamá.

Mónica hizo una mueca de disgusto con sus labios apretados.

—¿has pensado en buscar otra pareja?

—mamá —dijo en tono de advertencia Edd actuando como mediador—Es el cumpleaños de Ains, por qué no nos concentramos en otro tema que no sea el divorcio de Jed. Pasaron apenas unos cuantos meses, deja que se tome su tiempo para hablarnos de ello.

—solo digo que me gustaría ver a mis dos hijos felices, mírate ya eres un hombre formado con una familia feliz, me gustaría ver que tu hermano obtenga lo mismo antes de morirme, solo eso. No quisiera verlo como tu padre. —Sus ojos volvieron a Jed con su aire de inquisidora—Nunca nos dijiste realmente por qué se divorciaron.

Eric observó a Jed con curiosidad, lo cierto era que Jed nunca había dicho a nadie por qué se había divorciado, aunque Eric tenía sus sospechas que iban más allá de diferencias irreconciliables.

Un músculo se tensó en el rostro del rubio gruñón antes de detener el carrito de los niños. Todas las miradas estaban puestas en él en ese momento.

—¿en serio quieres saberlo?—El labio inferior de Jed tembló ligeramente.—Dejame adivinar, crees que fui injusto y que fue mi culpa.

—yo no dije eso, ¿por qué todo lo que digo lo tomas como un ataque?

—Porque lo parece, mamá, parece como si nada de lo que hago es lo suficientemente bueno para ti

—Jed, no eres un niño, deja de actuar como uno, no tendremos esta discusión aquí.—Dijo Monica mirando a los lados con verguenza.—Solo intentaba tener una charla contigo. Estás intratable últimamente.

—Lamento si me pongo a la defensiva ante la mención de mi esposo, pero si realmente quieres saberlo, tuve un matrimonio del carajo por más de 4 años, y cuando por fin me di cuenta de que debía salir de ahi, casi me mata, porque yo era suyo o de nadie ¿crees que fue suficientemente motivo? —La voz de Jed se ahogó ante de alzar sus ojos dolidos y ligeramente enrojecidos a su madre. La mesa se había quedado sumida en un incómodo silencio interrumpido por el ruido de la silla de Jed arrastrándose fuera de su lugar. —Así que lo siento Mónica, prefiero terminar como papá, pero no tengo planes de buscarme ningún otro maldito psicópata en una buena temporada. He acabado con mi jodida cuota de malas relaciones, paso. Ha estado muy rico el almuerzo, gracias.—Jed arrojó su servilleta sobre la mesa y salió del lugar dejando a todos pasmados por un momento.

Edd se levantó para seguirlo pero Eric lo detuvo.

—Deja que vaya yo, encargate de los niños.

Eric lo siguió hasta la parte trasera de la casa donde el rubio se había refugiado a fumar lejos de los niños. Eric lo conocía lo suficiente para saber que iría allí. De hecho lo encontró reclinado contra la pared observando el cerco que daba a la casa vecina.

El legado de Cain (Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora