El legado de Cain (Parte II)

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hola mis amores como están, les dejo rapido un cap, bye bye

-¿Qué ocurre? Parece que viste un fantasma.-Jesse sonrió, una fila de impecables dientes blancos se mostró hacia Eric.

no, Eric dio un paso atrás balanceándose torpemente en busca de estabilidad.

no.

-Basta.-Su pistola tembló en sus manos, apuntando al frente pero no a Jesse, sus ojos volvieron a registrar ese rostro, miedo puro reflejado en las facciones del pelilargo.-Estás muerto.

dio otro paso atrás, Jesse uno hacia adelante.

-basta, no otra vez, no eres real Jesse.

-lo soy

-no. -Eric había retrocedido hasta el pasillo, sus manos tambaleándose.-Déjame en paz, ya no lo soporto.

Eric movió su arma, apuntó. No a jesse. A su propia cabeza. -no eres real, ya dejame en paz, no eres real.

-Eric, para.-Jesse cortó la distancia sujetando la mano de Eric. El arma del hombre rodó de su mano por la impresión. Pudo sentirlo. Eric pudo sentir su tacto, después de tantos años. Si aquello era otro producto de su cabeza, eric debía darle puntos extras a su cerebro de mierda por reproducir su tacto.

no, sacudió su cabeza intentando despejarse.

-Jesse.-Eric se aferró a Jesse, a esa mano sobre la suya, la otra fue al rostro de Jess, necesitaba tocarlo.-Joder Jesse.

-lo siento.-Dijo Jesse.

-Lo último que supe de ti, era que me querías muerto, luego me entregaron tu cuerpo en una urna. El laboratorio dijo que eras tú, Jesse, yo te vi. Te busqué en cada maldito rincón hasta que me dieron tu cuerpo-Dijo Eric como si quisiera obligarse a ordenar los hechos.. Los dedos de Jesse acariciaron la piel de Eric desde su cuello recorriendo el camino de la cadena hasta el centro de su pecho donde descansaban las dos alianzas. sus alianzas.

-Creíste que era yo.

-Estaba seguro.

-y Aún así las conservaste. -dijo Jesse apretandolas en puño.

-lo hice.

-Después de todo lo que te hice.

-lo peor que me hiciste Jess, lo único que verdaderamente consiguió destrozarme fue tu muerte -Eric comenzaba sentir la rabia rugir en su interior, su cuerpo se tensó sus ojos verde miel intensamente clavados en el rostro de su esposo. la mano de Eric en la mejilla de Jesse bajó por su mentón, delineandolo con su pulgar hasta depositar un agarre firme en su cuello, no estaba apretando, lo estaba sujetando. En su sitio. donde debía estar -¿Por qué me hiciste creer que estabas muerto? ¿Por qué me hiciste eso? 4 años, Jesse y de pronto te metes en mi casa.-El agarre de Eric se intensificó.-¿Aún trabajas para los coreanos?

-ya no. Me tuvieron encerrado por casi 4 años dentro de un maldito pozo, Eric, no. Yo pensé que trabajaba para los federales, me equivoqué yo...

-Cualquiera de ellos es mi enemigo, Jesse, enemigo de mi familia ¿lo entiendes? Has visto a nuestros niños, haría lo que sea por ellos.-Le dijo Eric, incluso matarte, la advertencia implícita en las palabras de Eric hicieron que Jesse se estremeciera. Bastaba con ver a los ojos de Eric para darse cuenta de que hablaba en serio. Por primera vez Jesse temió a Eric.

-Eric, yo...

-No intentes engañarme de nuevo.

-no lo hago. yo no debería estar aquí.

-¿Entonces qué haces aquí? Sobre mis hijos, en medio de la noche ¿Cuántas veces te has mentido en mi casa?

-Tu seguridad nunca fue buena, pero tu esposa te traicionó Eric, hizo tratos con Ha Neul para matarte a ti y a tu nuevo... amante.