Hola mis amores como están, un pequeño cap de esta historia para que no digan que los tengo abandonados. los amodoro.
Presente
Eric observó a Jed durmiendo a su lado. la noche anterior se habían arrastrado de nuevo a su cama. había algo familiar y extraño en eso, el sexo era bueno, quizás no el tipo que explotara sus fantasías más morbosas pero podía vivir con ello.
De hecho, no se sentía cómodo con la idea de intentar cualquier cosa sucia con su compañero, se sentía mal. Su enamoramiento por Jed siempre había estado más cerca del platonismo, conocía al tipo hacía más de 30 años, jesus, ni en sus momentos de más loco enamoramiento por él había sentido el tipo de pasión que había vivido en su corto matrimonio.
Él lo quería, joder que lo hacía, lo amaba, sentía afecto, ternura y protección ante el hombre que dormía tranquilamente a unos 25 centímetros de él en ese momento. Ellos no habían echo esa cosa de dormirse abrazados después del sexo, de hecho no tenían la maldita necesidad de estar el uno sobre el otro. ellos podían compartir, pero no estaban desesperados por ello.
Ellos eran más como un jodido buen equipo, no necesitabas compartir 24/7 con el otro, pero eran buenos juntos. Eric podía reconocer que tenían potencial para construir una relación solida.
Vamos, Eric no quería quedarse el resto de su vida ahogado en soledad, Jed había sido bueno, había ayudado, era incondicional, cargaba una bolsa de mierda de equipaje, Eric lo sabía, pero él no estaba mucho mejor. los dos estaban jodidos como la mierda, pero a sus hijos le gustaba Jed y a Jed le gustaban sus hijos. él día anterior había encontrado a Caleum dormido en sus brazos, ambos se habían dormido en la mecedora.
Había sido una de las imágenes más bonitas que Eric había visto en el ultimo tiempo, lo había llenado de algo cálido en todo su pecho que lo obligó a tomarles una foto. Él podía acostumbrarse a eso.
Objetivamente Jed era su tipo, se adaptaba a su vida como si siempre hubiera estado destinado a eso, porque él siempre había estado allí, vamos, era cómodo vivir con él, complementaban, a su familia le gustaba, de hecho, él le gustaba a la familia de Jed también, ellos ERAN una sola familia, nunca tendrían problemas por ese lado, tiraban para el mismo bando, compartían los mismos principios sobre la familia y la lealtad, porque básicamente se habían criado juntos. Era su roca. Lo había sido por años. ¿qué tal que de pronto quisiera construir algo de verdad con ella?
Ellos tenían cimientos sólidos. Sabía que ambos habían estado enamorados el uno del otro a destiempo, y ahora que estaban en la misma pagina podían intentar recuperar esos sentimientos ¿qué tan difícil podía ser volver a enamorarse de alguien?
Claro que lo que pensara Jed de la idea también importaba. Eric no estaba seguro de querer preguntar.
Conociéndolo no tenía muy en claro qué podía esperar de él, vamos, ambos habían pasado por mucho en el último tiempo. Pero su compañero estaba definitivamente traumatizado, de hecho lo había visto temblar hacía un par de días cuando presenciaron una fuerte discusión con una pareja en la calle.
Jed había agarrado el carrito de los niños y había salido disparado. había recorrido al menos tres cuadras cuando se dio cuenta de que estaba huyendo, entonces se dejó caer en la acera cubriendo sus ojos con el talón de sus manos intentando calmarse mientras su cuerpo se revelaba presa de los recuerdos. Eric había tenido que ayudarlo a calmarse, la parte que más había conmovido al pelilargo había sido que incluso a pesar de que estaba temblando de miedo, el primer instinto de Jed había sido poner a sus hijos a salvo. Incluso si el peligro no fuera real, Eric valoraba el gesto.
Vamos, Ese episodio había sido desgarrador de ver para Eric, maldita sea, la culpa había crecido como un liquido amargo en su pecho. se preguntaba, como lo hizo mil veces desde que se enteró del asunto de Jed ¿que hubiera pasado si no se hubiera rendido con él? si hubiera mantenido sus promesas. si el no... mierda. los "y si..." eran una jodida carrera al abismo sin retorno. Él siempre se había vanagloriado de cuidar de los suyos, pero le había fallado, a una de las personas que más quería.
tu siempre pareces fallarle a los que más quieres, dijo esa parte burlona de él que llevaba tiempo silenciada. fue como si su propio ello acabara de abofetearlo.
la alarma de Jed sonó en ese momento obligándolo a salir de su debate mental, el rubio apagó la alarma y se giró a verlo, sus párpados cansados pestañaron un par de veces hasta que por fin enfocó a su compañero de cama.
—¿a que hora entras?—Consultó su voz rasposa sonaba como si tuviera la garganta llena de arena a primera hora de la mañana. Era algo sexy. De alguna forma.
—mi primer turno es a las 9.—Respondió el pelilargo ignorando ese ultimo pensamiento.
—supongo que entonces me toca ir solo. nos vemos mas tarde.—dijo Jed entonces se inclinó y le dejó un beso rápido en los labios. Por un momento ambos se detuvieron a medio camino pareciendo incomodos con el gesto antes de dejarlo correr. ellos habían hecho eso muchas veces antes, toda la jodida vida, era una costumbre que habían mantenido por años hasta abandonar la soltería. No había nada malo en retomar esa pequeña costumbre, solo que luego de pasarte la noche con la lengua en la garganta del otro, ese gesto sospechosamente parecía tomaba un significado diferente.
Los dos se contemplaron por un momento como si estuvieran decidiendo si discutir sobre eso valía la pena, al final decidieron ir por la salida más fácil y lo ignoraron.
Lo vio levantarse e ir por una ducha, cuando salió ya listo para ir al hospital volvieron a despedirse, Eric le recomendó que tomara uno de los choferes y eso fue todo.
Otra vez estaba solo en su cuarto con un sin fin de pensamientos en su cabeza que no se resolverían por si mismo. Tenía que levantarse, no importaba cuantas vueltas le diera al asunto, no había mucho que pudiera hacer sobre las incertidumbres de la vida, no tenía la jodida bola mágica para leer el futuro. Después de darse un poco de ánimo mental se puso de pie y fue a por su propia ducha, ellos no hacían esa cosa de bañarse juntos.
cuando entró al cuarto de baños se dio cuenta había algo que le molestaba allí, solo que no estaba seguro de que era, no había ropa en el suelo, el baño había quedado tan ordenado como antes de Jed lo usara y no fue hasta que vio la pasta de dientes perfectamente colocada en su sitio con su tapón puesto que se dió cuenta de que eso, era exactamente lo que le molestaba. Inconscientemente había estado esperando encontrarse con el desorden de Jesse, solo que Jed no era Jesse, y eso estaba bien, se dijo.
Tomó la pasta de dientes en sus manos y la observó por un momento como si se tratara de un objeto precioso al que estuviera intentando cuantificar su valía.
—Lo siento.—Dijo haciéndolo girar entre sus dedos.—lo siento mucho, no sabes cuánto lo intenté, yo realmente lo intenté.
Volvió la pasta de dientes a su lugar y salió del cuarto de baño.
jesus él nunca conseguiría seguir adelante si no dejaba atrás a Jesse, la parte difícil era que no tenía la menor idea de como hacerlo posible cuando su fantasma llevaba más de dos años presente en su cabeza.
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El legado de Cain (Parte II)
Ficção Adolescentecontinuación de "el legado de Caín " advertencias: *contenido homosexual, bdsm, hematofilia, violencia, drogas, mafia, etc. etc...