Habían decidido pasar unos días en casa de Natsya para cambiar de aires. aunque unos días se transformaron en varios. comenzaba a sospechar que a no volverían a la cabañita del principio. Parte de jesse lo agradecía, el lugar de Natsya era más amplio y cómodo. Menos blanco. A pesar de la amenaza Jesse había actuado como un dulce y dócil esposo siguiendo el consejo de la mujer, mientras en secreto seguía buscando la forma de descubrir dónde demonios estaba. En ese momento, de hecho, Jesse había conseguido infiltrarse a la biblioteca donde se encontraba el viejo teléfono de línea. Era la única comunicación con el mundo exterior que había encontrado en toda la casa, de hecho la había revisado de pies a cabeza, sin ordenadores, sin internet ni móviles entre el personal, Jesse los había estado observando con la esperanza de poder robarse algún teléfono. El punto positivo era que entraban y salían al menos 10 personas al día. 12 los fines de semana cuando venía el camión de los servicios con los víveres. Jesse había considerado la opción de intentar meterse en él para escapar. Pero como si pudiera leerlo, Natsya se había pegado a él clavando sus largas y coloridas uñas en su antebrazo mientras "daban un paseo" por los alrededores. Eric había salido en algún momento, dejándolo a cargo de su madre. Se suponía que sería un viaje de una semana, eso había dicho. Jesús que con los ojos de Natsya sobre él las cosas se habían vuelto más difíciles, la mujer era menos sutil que Eric en su rol de carcelera.
-¿Con quién hablabas, Jess?-Jesse se giró del susto. Carajo. Eric estaba parado en la puerta de la biblioteca. ¿Cuándo demonios había vuelto?
-mamá. Tu dijiste que podía llamar a casa-Dijo apoyando el tubo del viejo teléfono de línea contra su pecho. Su corazón corriendo a la carrera.-Lo prometiste.
-Es curioso, porque acabo de tener a Carol al teléfono, de hecho ahora mismo estoy hablando con Max.-Dijo mostrándole su móvil antes de poner el altavoz.- Di hola Max. Jesse está con nosotros.
-¿hola? ¿Jesse?-la infantil voz de Max llenó la sala ligeramente distorcionada por el teléfono
-¡Max!-Por impulso Jesse dio un paso en dirección de Eric antes de detenerse y observar con cautela. Eric soltó un bufido que sonó casi como una carcajada. Oh jesse... su tonto corderito.
-Max, Jesse y yo debemos hablar cosas de chicos grandes. Si lo entiendes? Te llamo luego.
-¿Pero...?
-Lo siento Max, sé un buen chico. Tu hermano dice que te quiere mucho. Hablamos luego pequeño -Dijo y antes de que jesse pudiera añadir algo, Eric cortó la llamada y se quedó unos segundos observando el móvil.-Niños, estaba jugando con mi chico, aunque no estoy muy seguro de sí Vania era su compañero de juegos o el juguete. Max es un chico peculiar ya sabes.-Eric guardó su móvil antes de dar un paso en la dirección de Jesse. el rubio dio un paso atrás.-Tienes miedo Jesse. ¿Por qué? ¿Qué fue lo que te dijo Nick de mi? -Los ojos de Jesse se abrieron de par en par en ese momento demostrando claros signos de terror en todo su lenguaje corporal-¿oh, qué? en serio creías que soy tan tonto para dejarte solo cerca de un telefono sin controlarte?
-Me estabas probando-Se dio cuenta Jesse.
-Y tu me probaste que no eres de fiar, Jess. Lamentablemente tengo que darle la razón a mi madre justo lo que todo hijo desea, y si Ollie lo supiera estaría muy feliz de decirme te lo dije. ¿Por qué, Jess? después de todas las veces que te demostré que haría cualquier cosa por ti.
-¿Cualquier cosa? -Jesse pasó del miedo a la indignación en ese momento-¡Cualquier cosa menos decirme la verdad! ¡Cualquier cosa como mentirme!
-Tú siempre supiste la verdad.
-¡No!-Jesse negó.
-Jesse tú siempre lo supiste. Tu sabes que en esa parte no estoy mintiendo

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El legado de Cain (Parte II)
Fiksi Remajacontinuación de "el legado de Caín " advertencias: *contenido homosexual, bdsm, hematofilia, violencia, drogas, mafia, etc. etc...