—¡Vamos chicas! ¡Más ánimo! —grita Ashley desde las gradas del gimnasio- ¡Muevan esos pompones!
Agito con más fuerza mis muñecas para mover más los pompones de color blanco y rosa.
—Yo le voy a enseñar a mover pompones —murmura B cuando pasa detrás de mí para ponerse en posición.
Rebecca, una de las acróbatas, se coloca en el medio y entre dos chicas más la rodeamos para alzar y dar la demostración final.
Ver una sonrisa en el rostro de Ashley confirma que estamos mejorando.
—¿Cómo estuvimos? -pregunta Alisha secándose el sudor de la frente con la remera.
—Mucho mejor —responde aireada— Repítanlo para que pueda grabarlo y mostrárselo a la entrenadora.
Dando un largo suspiro todas volvemos a nuestro lugar de inicio colocándonos en una fila una detrás de la otra.
B que es la primera alza los pompones y cuando asiente Ashley comienza a reproducir la canción por el parlante.
—Ha comenzado a llover —comenta Beck delante de mí.
Y reparó en el sonido de la lluvia goteando en el techo.
—No había pronóstico de lluvia —dice Ashley parando la música porque el sonido se vuelve más intenso.
Todas miramos hacia el final del gimnasio en donde se encuentra ubicada la bodega para los elementos de gimnasia.
—Qué raro —Brooklynn se ubica a mi lado.
Ashley baja de las gradas para ir al frente.
—No es lluvia —dice alguien.
—No.... no lo es —responde Ashley— Proviene de acá —señala la puerta de la bodega a medida que se acerca sigilosa.
—Con cuidado —advierto.
Ella asiente y todas nosotras vamos detrás muy despacio.
—1..., 2..., 3... —corre la puerta dejando ver la oscuridad total del otro lado— No veo nada —avisa.
—Mejor llamemos a alguien —propone Rebecca.
—Tienes razón —comienza a retroceder, pero el sonido parece que comienza a acercarse.
—Que mierda... —dice B con el ceño fruncido.
De repente una bandada de pájaros negros se asoma por la entrada de la bodega rápidamente recorriendo el lugar.
—¡Murciélagos! ¡Corran! —grita alguien cuando todas corremos lo más rápido hacia la salida al otro lado del gimnasio.
Mis piernas cansadas hacen lo posible por aumentar la velocidad y soy la última en salir por la entrada cuando Ashley cierra la puerta.
—¿Y nuestras cosas? —murmura Beck preocupada.
—Ya veremos luego —la calma B— Lo importante es que nadie está herida.
—Ya llamé a la directora —avisa Ashley integrándose al círculo de porristas que hemos hecho— Dijo que tengamos paciencia, primero deben llamar a control de plagas y luego recoger nuestras cosas, ¿Ok?
Todas asentimos.
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—Adiós —B me saluda con la mano y su mama me sonríe desde el auto.
Ingreso al edificio rápidamente para abrigarme del frio.
Saco la llave del bolso que recuperaron los hombres de control animal luego de esperar hora y media a que llegaran. Por suerte para Brook y a mí, su mama llego en auto y nos adentramos a él ya que estaba comenzando a hacer frio.

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Segunda Oportunidad
Novela JuvenilElla: Atrapada desde que tiene memoria en el mismo lugar, siendo apartada del mundo, torturada, maltratada, sintiéndose destrozada y sin vida. Creyéndose nadie para el resto del mundo y para sí misma, hasta que todo cambia y, el poco conocimiento qu...