En la mañana.
Lía.
Termino mi desayuno —una taza de té con tostadas y mermelada— para después de haber terminado poder realizar las radiografías que Jaqueline —sí le pregunte su nombre— aseguró que debían realizarme y poder poner una fecha y sacar esta molestia. Sé que tengo el brazo izquierdo sano pero me siento más cómoda con la derecha y se me duerme mucho al mantenerla en el mismo sitio todo el tiempo.
—Muy bien señorita, ¿estas lista? —pregunta Jaqueline.
—¿Us-usted puede ayudarme con esto? —digo levantando la sábana levemente para que vea que me he manchado con sangre.
—Seguro —me coloca con mucho cuidado en una silla metálica con ruedas en la que coloco una toalla y nos dirigimos al baño— ¿Has sentido molestias?
Asiento con la cabeza. Sé que a veces duele tu parte baja del abdomen por la menstruación.
Recuerdo que ayer sentía náuseas pero no tantas, y el dolor de estómago si que dolía.
—Tuve dolor de estómago ayer —digo despues de salir del baño mientras andamos por un pasillo, todas las habitaciones estas cerradas, cada una tiene su número y el color se combina entre amarillo y blanco.
—Esta bien, avisaré a la doctora.
—Gracias Jaqueline.
—Cariño dime Jamie —suspiro mientra nos adentramos a una hahabitación— Comencemos.
***
—El joven del otro día esta afuera —dice Jaqueline acomodando lo que ella nombra suero— ¿Quieres que lo deje pasar?
Asiento con la cabeza y veo que se sorprende pero esboza una sonrisa y sale hacia en pasillo.
Instantes después entra Shawn.
—Hola —saluda. Lleva puesto una remera roja, pantalones oscuros y una campera de cuero del mismo color. Asiento en modo de saludo— ¿Has dormido bien?
En realidad no.
—Sí —consigo articular.
—Tienes mejor voz —coloca una silla al lado de la cama.
—Si, me estoy recuperando... —digo mirando cualquier cosa menos a él.
—Es bueno escuchar eso -dice con aire relajado. Ojalá yo pudiera ser así, sentirme cómoda con alguien que estoy conociendo, no pensar en las consecuencias de mis actos—
Sobre la oferta, y déjame hablar, va serio. Dentro de unos días visitaré a mi familia en Canadá por un tiempo indefinido, sé que es poco confiable y todo el asunto tambien es raro pero creo que puedo confiar en ti. ¿No incendiarias el departamento, verdad?
—¿Como sabes que puedes confiar en mi? —trato de sonar despreocupada.
—Diría intuición femenina... pero no es lo mío -una diminuta risa se escapa de mi y la reemplazo por una mueca.
Lo veo sonreír plenamente y ojalá un día pueda hacerlo igual que él.
—¿Puedo pensarlo?
—Seguro.
Pensé que se iría al instante de tener una respuesta, pero no fue así. Me acompaño en el almuerzo -demasiado incómodo para mi- que se mantuvo en silencio mientras veíamos una película.
Una princesa encerrada por una mujer que fingía ser su madre en una torre, para poder utilizar su magia para ella sola.
Sin querer compartir ese don con el resto.
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Segunda Oportunidad
Teen FictionElla: Atrapada desde que tiene memoria en el mismo lugar, siendo apartada del mundo, torturada, maltratada, sintiéndose destrozada y sin vida. Creyéndose nadie para el resto del mundo y para sí misma, hasta que todo cambia y, el poco conocimiento qu...