Antes de empezar, quiero aclarar que ( 》 ) este signo, significa que la misma persona continua hablando.
Tambien aclaro, que si en el capitulo nos se describe quien narra lo hace Lía. Si lo hace otra persona se aclarara.
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La manera en que nos conocimos fue rara y sorprendente, yo no esperaba encontrarme con personas tan buenas....
Tacho lo que escribo.
Agradezco tener un amigo como el....
Tacho eso también
Mi vida antes...
¡¿QUE VIDA?!
Antes no tenía vida, eso no era vivir. Solo existir, ser una persona privada de todo...
Entierro la cabeza en mis manos apoyando los brazos en el escritorio.
No quiero hacer la conferencia, no quiero hablar en público. En si ya soy mala hablando con personas, ¿cómo lo haré frente a una multitud?
No estoy preparada para esto.
Suspiro ante la idea de comentarle mi decisión a Shawn, tal vez se enfade. Pero no lo haré, quizás haya otra forma de compensar todo lo que él ha hecho por mí. Pero no será de esta forma.
De solo pensar en hablar sobre ellos se me revuelve el estómago y un nudo crece en mi garganta.
Aún no.
Salgo de la habitación y encuentro a Shawn en el comedor, sentado en una de las sillas dándole la espalda a la ventana y con un montón de papeles esparcidos frente a él sobre la mesa.
Estiro las mangas del suéter cuando me paró enfrente.
—Un minuto —me pide. Asiento y voy hacia el sofá, de alguna manera en este esponjoso sitio es donde me siento más cómoda.
Shawn se acerca minutos después tomando lugar al lado mío.
—Es sobre el discurso —comienzo.
Lo observo para intentar descifrar su reacción, pero solo asiente lentamente con la mirada perdida en el suelo.
—Estuve pensándolo —continuo— En verdad lo hice...
—Pero —igue sin mirarme.
—No puedo hacerlo.
—¿No puedes o no quieres? —su tono no es alto, pero si duro, como si estuviera controlando-se.
—Ambas —tengo que ser honesta— Siento no poder ayudarte, de verdad me gustaría poder hacer algo. Solo, que no estoy lista.
Relamo mis labios.
—Dime algo... —pido.
—Cuéntame —me mira fijamente.
—¿Eh?
—Cuéntame que era de ti.
—Cuando...
—Antes del accidente.
Trago saliva.
Hablar de ellos, es volcar años negros sobre un lienzo gris que aún estoy trazando.
—Tampoco puedes —ríe fríamente.
Ese simple gesto me duele.
No solo tengo miedo a lo que piense de mí, creerá que soy débil, me tendrá lástima e intentara ayudarme en medio de mi limbo.
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Segunda Oportunidad
Teen FictionElla: Atrapada desde que tiene memoria en el mismo lugar, siendo apartada del mundo, torturada, maltratada, sintiéndose destrozada y sin vida. Creyéndose nadie para el resto del mundo y para sí misma, hasta que todo cambia y, el poco conocimiento qu...