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En la mañana

Me despierto por la incómoda posición en que me encuentro sobre el colchón y con las sabanas enredadas sobre mí.

Bostezo y me mentalizo para levantarme del cómodo colchón. La luz entra claramente recordándome que es de día y debo prepararme para salir de la casa.

Salgo de la habitación, me pierdo por el pasillo para entrar al baño y cierro la puerta detrás de mí. Giro el grifo de la ducha mientras regulo la temperatura. Sin querer el recuerdo del día en que tuve que esconderme dentro de la ducha con el agua helada cayendo sobre mí con Shawn y Ashley del otro lado de la cortina me hace lanzar una carcajada. Me meto dentro del cubículo y dejo que el agua se lleve todos los recuerdos sin pensar en nada, disfrutando la sensación de como el agua me moja completamente.

Desde que me he vuelto a dar duchas trato de disfrutar unos minutos en donde estoy yo sola, completamente sola y dejando que el agua arrastre las cosas que me pesan, aunque sea unos minutos. Porque donde me siento más humana que en cualquier lugar.

Luego me enjabono y termino lavando-me el cabello con los productos que hay. Deslizo la cortina para tomar una toalla y envolver mi cabello para no sentirlo sobre mis hombros, luego tomo otra toalla y me envuelvo con ella para salir del baño y buscar ropa en mi habitación.

Cuando ya me encuentro seca y cambiada, pero aun con la toalla sobre la cabeza, mi estómago ruge pidiendo comida. Me encamino pensando en que debo terminar la receta que estaba por cocinar ayer en la noche.

Apago el fuego dando por terminada la cocción de mi primera comida cocinada por mí misma, tiene buen color y huele bien.

Espero no morir envenenada por mí misma.

Tomo un plato, cubiertos y un vaso para llevar a la mesa. Vuelvo a la cocina por algo de beber y mi mirada se dirige a la cajita que aún permanece sobre la pequeña mesada en la sala. Sujeto bien la jarra de jugo y dando un último recorrido también llevo la olla a la mesa.

Como en silencio, le doy un repaso al celular y veo que tengo un mensaje de Brooklynn.

Como en silencio, le doy un repaso al celular y veo que tengo un mensaje de Brooklynn

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A la hora prometida veo recibo otro mensaje de ella

Afuera

Bajo las escaleras y veo a Brooklynn apoyada sobre la pared aun lado de la puerta con un aparato rectangular bajo sus brazos. Lleva un vestido verde muy bonito largo hasta las rodillas junto con unos zapatos con plataformas como los que me había mostrado para probarme en el primer encuentro que tuvimos.

—Hola —saludamos a la misma vez.

—Ten —me entrega el aparato y lo tomo en mis brazos. Me explica como reproducir el cassette— Es lo que necesitas saber —termina.

—Está bien, gracias de vuelta

—Ya, deja de agradecer por todo —contesta riendo.

—Te invitaría a pasar, pero ya me estoy por ir —le digo.

Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora