Segunda Oportunidad

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Dos semanas después.

Lía.

No recuerdo haber tenido amigas desde chica, olvidar mi pasado antes de ellos es una tortura. No recuerdo a mi familia, y mis intentos por recordar sus voces son inútiles. Tengo esa sensación constante de que fui feliz antes de que me sometieran a ese agujero, pero muchas veces elimino esos pensamientos intentando que todo lo malo se esparza encima recordándome los malos momentos.

Brook ahora es mi amiga, simplemente se incorporó en mi vida haciéndome sentir que había esperanzas para mejorar, intentar cosas nuevas y disfrutar de su compañía. Claramente es ella la que habla más que yo, y la verdad es que no me quejo. Yo no tengo mucho que contar y aun no estoy lista para revelarle mis secretos más oscuros y odiados por mí, la razón; miedo.

Temo que cuando le cuente en donde he pasado mis últimos años de vida se asuste y no pueda soportar el peso que es cargar con alguien como yo, sé que es fuerte. Pero también es una persona sensible al igual que yo. No puedo ponerle un peso como este para que me ayude a salir de mi sin que salga herida.

Es una lástima que nos encontremos cuando estoy en medio de mis preguntas.

Espero no arruinar lo que tenemos con mis errores.

Ya paso con Brise, si bien las cosas con el siguieron algo tensas al principio ahora ya no es incómodo reunirnos a charlar y compartir un buen tipo entre los dos.

Últimamente ellos dos están en constante contacto conmigo.

Hemos creado con Brook un itinerario para nuestras salidas, es una persona muy organizada y le viene bien a mis días algo así. Nuestros horarios están bastante ajustados, pero nos encontramos para ir juntas al trabajo o siempre que ella no esté trabajando. Yo sigo trabajando con Greta dos veces a la semana mientras ella trabaja los cinco días de la semana en el mismo horario que yo o a veces horas extras cuando se lo piden. En este transcurso puedo decir que nos hemos hecho más cercanas que todo, puedo saber decir que cosas le gusta y que no. Tener alguien en quien confiar es agradable.

Con Brise la costumbre no es tanta, hablamos mucho por Chat que nos quedamos sin temas a veces, es esa persona con quien tal vez no estas muchas veces en persona, pero si cuando le llamas por una emergencia. Nuestra amistad esta aprueba, sin embargo, sé que durará porque ambos ponemos de nuestra parte para poder seguir adelante. No volvimos a tocar el tema del beso, o su confesión hacia mí. Con él puedo reírme y sé que también estará cuando lo necesite.

Confieso que con Shawn las cosas siguen igual que antes o más bien... sin nuevas novedades. Hemos hablado por llamada como tres veces solamente, mencionando lo necesario para entender que estamos bien, yo en el departamento y el con su familia. En la última llamada me comento que pensaba volver en cinco días por unos asuntos, aclarando que se quedaría unos días en el departamento.

En resumen, los días han pasado calmados, aun así, tengo miedo de que algún otro regalo aparezca por ahí.

Mi móvil vibra sobre la mesa y me levanto del cómodo sofá en el cual paso la mayor parte del día acostada.

El nombre de Brooklynn se alumbra en la pantalla.

—Dime que me acompañaras a la escuela —dice al otro lado y escucho un crujido— Tengo papas fritas.

—No quería dejar la comodidad del sofá —digo colocándome las zapatillas— Pero me convenciste con las papas.

—Lo sé —contesta— Te espero afuera del depa en cinco minutos.

—Está bien.

Termino de acercarme en el baño y salgo del departamento en busca de las papas.