Lía
Domingo (11:25)
Abro los ojos pero me ciega la luz proveniente de la ventana, me giro quedando de costado aun con los ojos cerrados.Unos segundos después inspecciono el lugar donde me encuentro. Las paredes son amarillas claro, el suelo es brilloso y muy blanco. La ventana a mi izquierda es más grande que una ventana regular las cortinas son tan transparentes que toda la luz del sol ilumina la habitación.
Se siente acogedor.
–Uf – bruscamente me siento al borde de la cama y la cabeza me da un zumbido. Recuerdo haber hablado dormida, es típico, la mayoría de las veces son pesadillas pero anoche dormí mejor que nunca.
Siento una molestia en el estómago y recuerdo los medicamentos que Jamie me indico. Me deslizo fuera de la cama, abro con cuidado la puerta blanca, me inclino para ver por el pasillo; a la izquierda hay dos puertas –deben ser las demás habitaciones- camino en la dirección de mi derecha por el corredor.
Cuando llego al final el espacio se abre, a mi lado derecho se encuentra la cocina, al contrario del siguiente espacio donde se encuentra un sillón y una pantalla muy parecida al del hospital solo que mas grande.
Camino hacia la bolsa que esta sobre la mesa frente al sillón con los medicamentos y busco la nota. Voy a la cocina y comienzo a buscar un vaso, cuando abro un cajón se cae un vaso de plástico pero logro atajarlo.
Termino de tragar la pastilla y escucho golpes en la puerta.
Entrando en pánico saco la cabeza por la puerta mirando en dirección al pasillo pero no veo movimiento alguno, me acerco a la puerta y observo por un agujero pequeño, una chica rubia y bien arreglada está del otro lado y parece bastante impaciente, se acerca a la altura para observar hacia adentro -tiene los ojos más verdes que he visto- me agacho quedando con la espalda contra la puerta, los golpes siguen y comienzo a caminar hacia la habitación haciendo el mínimo ruido, antes de que pueda golpear la última puerta y me choco con Shawn.
–Están –me cubre la boca con la mano y me hace un gesto de silencio. Observo como camina hacia la puerta y noto que no traía puesto pantalones ni remera. Cambio la vista cuando se da vuelta y se dirige a mí. Sujeta mi muñeca y me arrastra hacia el baño, lo observo parada sin hacer gesto ninguno, abre la canilla y el agua comienza a caer.
–Espera aquí –dice y sale por la puerta, me siento en la tapa del inodoro y trato de ignorar su conversación pero está hablando fuerte– ¿Qué haces aquí?
–Hola ¿Cómo estás? ¿Todo bien? –se escuchan tacones golpeando el piso de madera– ¿Qué pasa?
–¿Cómo qué pasa? –se escucha enojado– No puedes amenazarme por teléfono y luego armar un escándalo con la prensa para después
venir como si nada.–Exacto, por eso vine a arreglar las cosas. Vamos Shawn, ¿no me extrañas?
Iugh.
Me concentro en la ropa que llevo puesta.
¡No es mía! ¡Lo voy a matar!
Cómo es que no repare en que traía puesto unos pantalones grises y una camisa del mismo color.
–No lo vas a arreglar así de fácil, además involucraste a alguien que no tiene nada que ver en todo esto. –continua Shawn
–¿Estas con esa chica? ¡Ja! –respiro hondo– ¿Cuántos años tiene? ¿Quince?
–Suficiente, tenías razón no creo que sea momento para estar en pareja. Ella no es nadie.
Gran aclaración.
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Segunda Oportunidad
Teen FictionElla: Atrapada desde que tiene memoria en el mismo lugar, siendo apartada del mundo, torturada, maltratada, sintiéndose destrozada y sin vida. Creyéndose nadie para el resto del mundo y para sí misma, hasta que todo cambia y, el poco conocimiento qu...