21

29 17 0
                                    

En la noche.

Lía

Tal vez había sido grosero salir corriendo de la sala para adentrarme al baño y poder expulsar el aire que está conteniendo. Que una gran horda de chicos se apareciera no era lo que necesitaba ahora.

El temblor que se había vuelto parte de mí se instaló en todo mi cuerpo recordándome lo débil que era, en cuestión de segundos las piernas comenzaron a fallarme. Aun recostada contra la puerta podía sentir mi corazón latir con fuerza, como si quisiera salirse de mi pecho, todo a mi alrededor comenzó a perder sentido y a verse borroso. Respire hondo pero lo vi todo oscuro. Me deslice hasta quedar sentada apretando con fuerza mis manos sintiendo que me marcaba la piel con las uñas.

Necesito aire.

La falta de control es insoportable y pronto mi estómago se vi invitado a la fiesta haciendo que tenga una arcada. Agarro mi pecho como si con eso consiguiera estabilizarme pero sigo sin poder regular la respiración.

-Lía, ¿estás bien? -es Shawn del otro lado.

Intento calmarme, respirar más despacio aunque tenga que hacer más fuerza, muerdo mis labios con el castañeo de mis dientes y sigo presionando fuerte mientras siento como el tormento iba pasando.

¿Era esto un colapso? No, nada tenía sentido. Nunca me había sentido tan vulnerable como en aquel momento. Con las piernas temblorosas me reincorpo y me acerco al espejo.

Mi pelo es un desastre, mi rostro está súper rojo y me he lastimado el labio. Abro el grifo de la canilla y bebo un poco para humedecer mi garganta.

-¿Lía?

Había olvidado por completo que Shawn se encuentra afuera al igual que tres chicos más. Intento ignorar la voz de mi cabeza que me alarma que es mala idea tratar de jugar con ser una persona normal.

Ellos no son tus amigos.

Pero Shawn estaba ahí, él es... como un amigo.

No intentes engañarte.

Podía confiar en Shawn, ¿no?

-Un minuto -pido.

Debatiendo conmigo misma inhalo hondo varias veces. ¿Qué pretendo hacer? ¿Jugar a la familia feliz?

Claro que no, solo quiero sentirme a gusto con personas normales, bueno, famosos porque tan normales no son...

No necesito que finjan que nos conocemos o algo así, me gustaría estar en la misma habitación, interactuar con personas y conocer más el ambiente sociable.

Respirando lento y contando hasta tres abro la puerta despacio. Shawn me espera enfrente apoyado en la pared del pasillo.

-Yo... -comienza- No sabía que iban a venir, me sorprendieron cuando me llamaron.

-Shawn -le llamo para que deje de hablar rápido- Sigue siendo tu casa, puedes invitar a quien quieras. No te preocupes por mí -termino observado mis manos.

-Eh... ¿quieres conocerlos? -pregunta y cuando alzo la mirada lo veo nervioso algo rascándose la cabeza.

-Está bien.

Camino detrás de él yendo a la sala, cuando nos adentramos a ella los tres chicos están sentados en el sillón murmurando algo pero se detienen cuando nos escuchan llegar.

Son todos diferentes, es fácil reconocerlos. Uno de ellos, el que se adentró primero al departamento, es rubio y tiene los ojos celestes. El de al lado tiene el pelo negro y ojos creo que del mismo color oscuro y el ultimo tiene un aire súper relajado, tiene la misma expresión seria desde cuando entro al lugar de cabello marrón y lentes oscuros.

Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora