7. Kraptio

1.3K 426 19
                                    

7. Kraptio.


ALONSO.

Tomo asiento en la sala de espera y saludo a los integrantes del grupo de trabajo de Regina y a Curtis, un chico del equipo A, que al igual que yo, está en función de apoyo para la reunión. Cada socio viene acompañado de un pequeño séquito.

A poco más de un día para la presentación, anoche dormí tres horas y fue mucho. El esfuerzo vale la pena. Es lo que me repito cuando mi cuerpo se queja por el cansancio. El sonido del elevador evita que dé una cabezada. Parte de mi cerebro vuelve a funcionar en el momento que ve a una mujer vestida con traje negro de chaqueta y pantalón.

Regina viene acompañada de un tipo trajeado, atlético. Antonio Wallace tiene el físico necesario para robar suspiros ahogados entre las mujeres que me rodean... Y ponerme en extraña alerta, él solo dedica su atención a la diosa a su lado. Mi sentido arácnido no detecta complicidad entre ambos. La antipatía que se tienen es más que palpable.

Después de intercambiar palabras con algunos socios, pasamos a la sala detrás de ellos. Wallace toma asiento presidiendo la mesa. Abre una laptop y da comienzo a la reunión.

Kraptio ocupa siete plantas de la torre. Aunque en crecimiento, es uno de los negocios más lucrativos de Azzarelli.

Durante casi una hora Wallace va desgranando uno por uno los detalles de un proyecto que, según los comentarios de la mesa, es el más ambicioso de la empresa para el próximo año. En un momento determinado, Regina toma la palabra y pone en la mesa varios cambios para evitar que Kraptio pase por lo mismo que sus cuentas.

—Es bastante arriesgado —Wallace no está de acuerdo—. Lo que propones conllevará indemnizaciones por despido muy costosas.

—Pongan a prueba la estrategia. La continuidad del trato dependerá de los resultados y si estos son positivos, se obtendrán grandes beneficios a corto y largo plazo

—Aclárame una cosa —el presidente se acomoda en la silla—, ¿es la misma estrategia que usaste con Z&P? Sus acciones bajaron más del cinco por ciento desde que volviste a Chicago.

Regina no es dueña absoluta de Kraptio. Es la principal socia capitalista y ya. La constructora está regida por la junta directiva de socios. Aunque depende de la situación, su potestad está debajo de la de Wallace  por razones obvias.

—Les he conseguido más de siete compañías en los últimos cuatro meses —la temperatura del tono de la italiana desciende con cada palabra—. ¿En serio quieres quejarte, justo ahora, de la única que ha dado problemas?

—No es raro teniendo en cuenta cómo están las cosas en tu cartera de inversiones.

Ese comentario desata el recelo en Regina.

—¿A qué te refieres? —pregunta con despreocupación. No permitirá que la vean alterarse.

Wallace se inclina hacia adelante.

—Escuché que hubo negligencia entre tus gerentes —suelta y los socios se miran entre ellos, iniciando un cuchicheo cotilla.

Aquí todos creen que Searchix trabaja en una revisión rutinaria, corrigiendo pequeños errores y no un desfalco. Regina, impasible, espera a que Wallace termine de exponer ante la junta sus sospechas de una mala administración por parte de ella. La forma en que la juzgan... creo que entiendo por qué es tan dura, tiene que usar una coraza o la devoran viva.

—Dame el último informe del analista —le pido a Curtis.

Me mira confundido y le apremio con un gesto.

Escabrosa Penumbra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora