CAPÍTULO XX: EN EL PUNTO DE MIRA

85 17 0
                                        

Paul se arrodilló con los ojos vidriosos frente a Dave y los cerró por un instante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Paul se arrodilló con los ojos vidriosos frente a Dave y los cerró por un instante.

—Hazlo ya. —Murmuró. Dave posicionó el arma sobre la frente de éste sin apretar el gatillo.

Un espacio de aproximadamente medio minuto corrió entre ellos. Dave tragó saliva, Paul sollozaba en silencio bajo la atenta mirada de Dave.

—No debisteis ignorarme... —Aseguró apretando el arma contra su frente. —Tomasteis a Lilith como el peligro principal olvidando que yo también estaba, y ahora he sido yo quien le ha dado la vuelta a la tortilla...

—¿Puedes disparar ya? —Interrumpió inquieto volviendo a cerrar los ojos y apretando los puños.

—¿Por qué lo hiciste? —Volvió a preguntar Dave. —¿Fue solo por dinero?

—¡Já! —Exclamó con una sonrisa infeliz y amarga. —El dinero es lo que menos me importa ahora mismo. —Informó entre suspiros acelerados. —Cuando descubras toda la mierda que hay dentro de esta puta mafia entenderás por qué me alié con otras que pudieran protegerme...

—Pues... —Continuó Dave con los dedos sobre el gatillo y listo para disparar. —Claramente te equivocaste al decidir.

Y entonces apretó. Y volvió a apretar. No obstante, no sonó ningún disparo. El número de balas había sido reducido a cero, el arma estaba absolutamente descargada.

Paul reaccionó con mayor rapidez que Dave y le asestó un golpe con el puño robándole el arma y asestándole con ella en la cara. Dave retrocedió y estuvo a punto de caer, pero un vehículo le detuvo. Tenía la cara ensangrentada y una brecha en la frente. El agresor se abalanzó contra Dave con la intención de golpearle de nuevo en la cabeza, pero fracasó y Dave logró detener el golpe.

El motor del camión resonó detrás de ellos, reaccionó y comenzó a moverse aparentemente solo avanzando hacia donde se encontraban.

—¡¿Qué cojones...?! —Exclamó Paul observando como el vehículo pasaba de largo. —¡No me jodas!

Dave distinguió a Lilith al volante, empapada, con el pelo platino absolutamente húmedo cayendo sobre los hombros y el mono negro y brillante en la oscuridad.

—¡¿Lilith, qué coño haces?! —Gritó Dave observando cómo se largaba a toda velocidad dejándolo en aquel lugar solo y arrasando con las verjas de las puertas del parking. —¡Hostia puta, no me dejes aquí!

Desenvainó la segunda y última daga que le quedaba y apuñaló repetidas veces Paul hasta que cayó al suelo sin poder tenerse en pie. Acto seguido comenzó a correr tras el camión de forma inútil. Casi había desaparecido de su vista por completo.

—¡Es él, disparad! —Gritaban voces de seguratas a lo lejos apuntando a Dave con las armas. Dave desesperó y comenzó a correr en línea recta hasta la puerta de salida tratando de darles esquinazo lo más rápido posible. Sintió que podían ser sus últimos minutos con vida, podía notar su corazón dando vuelcos, su cuerpo generando montones de adrenalina, sus ojos enfocándose solo en la salida, sus suspiros cada vez más fuertes, intensos y frecuentes. Finalmente logró llegar al portón derribado al mismo tiempo que una bala alcanzó y perforó su pierna derecha.

REDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora