Capítulo 17

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A Katica le encantaba que su padre estuviera en casa, y más aún después de tanto tiempo afuera. Pero el único inconveniente de ello, era que los hermanos desaparecían de su lugar para entrenar y se iban a entrenar a otro lado.

— ¡Buen día! —Dijo animosa mientras William y Zera la esperaban para el desayuno.

— ¿Hoy no irás a ayudar?

—No. Los jueves no suelo ir.

— ¿A dónde vas tan animada entonces?

—Daré un paseo con Tina —Dijo tragándose la comida —Ya terminé. No vemos adiós.

—Adiós... —Dijo William sin saber si le había escuchado o no —Al menos ha dejado de lado eso de querer combatir.

Zera continuó bebiendo su té como si no se hubiera dado cuenta de las palabras de William.

— ¿No irás a trabajar? —Preguntó la anciana luego de un rato.

—Pasaré el día por la ciudad, en la tarde me reuniré con los líderes de los grupos de exploración para que me informen de la situación.

— ¿Recuerdas cuando dije que Katica era especial? —William la miró en silencio —No deberías frenarla solo porque temes perderla.

—Prometí a su madre que la mantendría a salvo.

—Sería más fácil si no fueras el Lord. Pero no es así. Y lo mejor que podrías hacer por ella es apoyarla en lo que quiere.

—Nunca ha habido una mujer entre los guerreros y no me gustaría que Katica fuera la primera. La prefiero a salvo haciendo trabajos de mujeres.

— ¿La prefieres en una jaula, ignorando lo que en verdad quiere? Sé muy bien que no soy su madre. Pero sé lo que le gustaría hacer con su vida.

— ¿Y qué es?

—Lo que ella quiera, sin límites ni restricciones.

***

—Eso es, Colmillo. Vamos Dan. No dejarás que una chica te haga pedazos ¿o sí?

—Es como si supiera mis movimientos... —Dijo Dan, intentando evadir sus ataques.

—Ya conozco tus movimientos. Así que es mucho más fácil.

— ¿Estás cansada? —Preguntó Tom — Dan detente. Descansen un momento.

—No estaba cansada... —Jadeó un poco.

—Claro que no. Lo decía por Dan —Se burló.

— ¿Segura que tu padre no nos descubrirá?

—Sí, estoy segura.

—Este debe ser tu secreto mejor guardado.

—Ya lo creo —Dijo Katica.

— Apuesto a que eres tan buena como tu padre. —Dijo Tom —Si estuvieras en una guerra de seguro los harías correr a todos.

—No es para tanto —Se rió.

—Luego será mi turno. —Dijo Tom.

***

Mientras William recorría la ciudad, se topó con Tina, a quien detuvo al ver que no estaba con Katica.

—Buen día Lord. —Saludó.

—Buen día, Tina ¿Que Katica no está contigo? —Notó la cara de sorpresa de Tina. Sabía la respuesta.

—Bueno, yo...

El colmillo del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora