Capítulo 18

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—Esto es ridículo. —Dijo Katica, paseándose por la habitación de un lado a otro —No puede mantenerme encerrada por siempre.

Ignorando toda autoridad de William, Katica decidió salir a escondidas por su balcón, fue a los establos, y se llevó a Siry en dirección al oeste.

—Sabes que siempre vengo aquí cuando necesito que alguien me escuché. —Dijo al aire —Sé que lo que dije le dolió, él es un buen padre; pero a veces es demasiado sobreprotector conmigo. Esto no es nada con respecto a las marcas que él tiene... —Guardó silencio un momento —En verdad me gustaría que estuvieras aquí... Tú sabrías qué hacer...

Guardó silencio esperando una respuesta que sabía que nunca llegaría.

De entre los arbustos, escuchó un ruido de movimiento; y segundos después, éstos se volvieron quejidos de dolor. Al acercarse, Katica se dio cuenta de que se trataba de un muchacho y no de un animalillo como había creído. El muchacho la vio directamente a los ojos mientras se retorcía sujetando una herida.

—Ayu... —Estiró su mano —Ayúdame... P-por favor... —Vio lágrimas en sus ojos —No me... No me dejes morir...

— ¡¿Qué fue lo que te ocurrió?!

—Querían... Querían deshacerse de mí... Pero escapé...

—Déjame ver... —Revisó la herida —Es profunda ¿De dónde vienes...? —No contestó — ¿Cuál es tu nombre? —Intentó invadirlo con preguntas para evitar que se durmiera o algo perecido. Se quitó el vendaje de su brazo y lo usó para hacer presión en la herida del chico.

—S-Soy... Terry... —Respondió.

—Me llamo Katica, pero la gran mayoría me dice "Colmillo". —Intentó hacer que se levantara — ¿Puedes caminar?

—No lo sé... —Dio un ligero grito de dolor mientras se sentaba y apoyaba en un árbol. Miró fijamente a Katica —¿Qué haces en este lugar a esta hora?

—Solo salí a despejar mi mente.

—Te escuché hablar.

—Hablaba con mi madre. Murió hace nueve años en un ataque de Salamina.

—Sala...mina... —Tomó su mano con fuerza —No dejes que me encuentren.

—Tranquilo... tranquilo... —Katica comenzó a sentirse insegura del muchacho. Pero se negó a abandonarlo. —Ven conmigo...

***

Al volver a casa en medio de la noche, William se disponía a hablar con Katica y explicarle con tranquilidad cómo era el mundo que ella quería conocer; pero al creer que dormía, decidió hacerlo en la mañana.

En su habitación, William se mantuvo recostado observando el techo, pensando en la discusión con su hija.

—Haz que entre en razón, Sara. No sé qué hacer con ella para que comprenda. No quiero perderla a ella también.

No se dio cuenta cuando se durmió; pero despertó de un gran salto por una pesadilla que, a diferencia de las demás, no era un recuerdo del pasado, sino que era un reflejo de su preocupación y su más grande miedo.

Salió de su habitación para despejar su mente y se detuvo fuera de la habitación de Katica. Quería ver que estaba bien.

— ¿Katica...? —Sintió que se le detenía el corazón al ver que no estaba.

***

En la cabaña abandonada, Katica dormitaba junto a Terry, que se encontraba dormido sobre una cama polvorienta por el tiempo sin usar.

El colmillo del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora