Capítulo 32

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Katica se quedó junto a los demás civiles sobrevivientes del ataque para ver que todos estuvieran bien luego de todo lo que tuvieron que pasar. Para ella, preocuparse por los demás era la única forma de no caer en su propia pena.

—¿Estás bien? —Preguntó a un pequeño que lloraba escondido de los demás —¿Dónde están tus padres?

—No lo sé... —Respondió entre sollozos —Un soldado me levantó y me sacó de la ciudad. Mi mamá... —El pequeño rompió en llanto nuevamente.

—Tranquilo, pequeño, encontraremos a tu familia.

—Mamá dijo que papá era un soldado y que él me protegería. Pero no sé en dónde están ninguno de los dos.

Justo cuando Katica se levantaba con el niño entre sus brazos, Henry se detuvo detrás de ella sin hacer nada más que mirarla a ella y al niño.

—Está perdido. Buscaré a sus padres y...

—Déjalo con alguien más. Hay un grupo con niños perdidos que se encarga de buscar a sus padres.

—Pero...

—Déjalo, tienes otros problemas que atender.

—¿Otros problemas? —Henry continuó en silencio, dándole a entender lo que tenía que hacer —Está bien. Oye, ¿cuál es tu nombre?

—Robbie.

—Bueno Robbie, te llevaré con un grupo en donde hay más niños como tu; y mientras, buscaré a tu mamá o a tu papá ¿Te gusta la idea? —El pequeño asintió en silencio.

Luego de que Katica dejara a Robbie con unas personas para que lo cuidaran, ella y su abuelo comenzaron a caminar por las calles como si diesen un paseo. Pero la presencia de Lord Erick acabó con todo ello.

—¿Dando un paseo? —Preguntó con una sonrisa —¿Qué le ha parecido mi ciudad mi Lady Katica?

—Bastante bonita ciertamente, Lord Erick. Agradezco nuevamente el haber ayudado a nuestra gente. No sé cómo se lo pagaremos.

—Por favor, no es necesario hablar de precios en un momento como este. A pesar de lo poco que lo conocí, considero a su padre un buen amigo. ¿Qué clase de amigo sería si le cobro todo esto a su hija?

—Aun así agradezco el favor, mi Lord.

—Como le dije, solo llámeme Erick, señorita —Finalizó para luego mirar a Henry —Si no es mucha molestia, quisiera hablar con su abuelo sobre el asunto ocurrido. Ya sabe, asuntos de soldados.

—Si no es mucha molestia, quisiera que me permitiera oír aquella conversación. Mi padre era el Lord de Eruka, conozco sobre el tema tanto como él. Además me importa mucho lo que pueda pasar con la gente —Erick la miró con evidente interés —A mi abuelo no le molestará mi presencia, esperó que a usted tampoco le moleste mi presencia.

—La verdad no me molestaría que mi nieta estuviera ahí —Dijo Henry, siguiendo la buena actuación de Katica para intentar convencer a Erick de que la dejara estar presente.

—Discúlpeme, pero creo que será en la próxima reunión —Respondió Erick con suma tranquilidad —Esta reunión es un tanto más para "caballeros".

—Comprendo —Dijo Katica, aparentando decepción ante la respuesta —Entonces, con su permiso, iré a ver que la gente esté bien —Dicho eso, Katica se retiró por donde vino para ir con los demás y poder ocuparse de algo.

—Es una chica bastante fuerte a pesar de su edad —Comentó Erick.

—Es como su padre —Respondió Henry —A su edad, William ya era un guerrero bastante prometedor y nunca dejó que los demás se metieran en su vida. Era duro como una roca, hasta que conoció a la madre de esa chica. Entonces todo fue diferente. —Dijo mirando a la chica —Bueno, vamos. No hagamos esperar.

El colmillo del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora