Capítulo 56

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Al caer la tarde, Fura vio regresar a Terry y a los demás, pero no a Luard ni a Sasha. Y al caer la noche, su preocupación aumentó más.

-Voy a ir a...

-Ni siquiera lo pienses, amigo -dijo Ur, evitando que Fura se levantara de su asiento.

-Salieron hace horas y no han vuelto, no puedo estar tranquilo ahora que sabemos que hay un traidor entre nosotros. ¿Qué tal si...? -Ur rio -¿De qué te ríes?

-De nada, solo que te comportas como si fueras el padre de esos chicos.

-Prácticamente los crié cuando eran niños. Los perdí por diez años a causa del desgraciado de James. No los voy a perder ahora que los tengo conmigo nuevamente -alzó la voz -. No voy a...

Todos vieron la puerta abrirse, dándole paso a los chicos que Fura tanto esperaba.

-¿En dónde mierda estaban? -dijo apretando los dientes para controlar su ira y su preocupación.

-Hay... un pequeño problema -dijo Luard, haciendo una señal con los dedos mientras se encogía de hombros. Fura frunció el ceño.

-Hola, chicos -Katica entró, deteniéndose detrás de los jóvenes.

-Buenas noches, mi Lady -saludaron todos.

-¿Podría hablar con Fura y los chicos a solas unos minutos? -todos se miraron entre ellos -. Solo será un momento, lo prometo.

Ur ayudó a Fura para dirigirse a la habitación en donde hablarían. Al quedar a solas, Katica observó divertida al notar la mirada asesina de Fura sobre Sasha y Luard.

-Tranquilo, Fura -dijo Katica -. Aquí nadie está metido en ningún problema grave.

-Pero sí hay un problema -afirmó con seriedad.

-Luard y Sasha son chicos muy particulares. A pesar de su edad, tienen una gran habilidad. Y me la han ofrecido para servir a Eruka.

-Mi Lady, con todo respeto. Yo no estoy de acuerdo con esto.

-Lo sé -Fura guardó silencio ante la tranquila respuesta de la joven -. Entiendo lo que ellos significan para ti, Fura. Por eso quiero ayudarlos.

-Se lo agradezco, mi Lady. Pero, ¿en qué ayudará el hacer que estos chicos...?

-Ambos me dijeron su especialidad, pero no puedo decirte el trabajo que les daré.

-Pero...

-Yo creo en ellos, Fura.

-Yo también, mi Lady. Pero...

-Hermano -dijo Luard -. Déjanos hacer esto. Te prometo que empezando la primavera te lo explicaré todo.

-Confía en nosotros -finalizó Sasha con una suave sonrisa.

Aun con tantas dudas en la cabeza, a Fura no le quedó de otra más que aceptar lo que estaba pasando. Tenía que aceptar que sus hermanos ya no eran niños y que sabían lo que hacían. Tenía que aceptar la decisión de Katica, porque así debía ser. Tenía que aceptar que, aun en su estado, no había mucho que pudiese hacer.

-Está bien -dijo al fin -. Confío en ustedes.

Aquella respuesta hizo sonreír a Katica, quien solo se acercó y acuclilló frente a Fura para sujetar una de sus manos con las suyas.

-Te prometo que no les pasará nada. Ahora son de los nuestros, y no pondré sus vidas en riesgo -Fura ejerció un poco de fuerza con su mano. No como acción desafiante, sino como acción de confianza.

-Lo sé, mi Lady -dijo en tono neutro -. Pero no podemos asegurar nada. Ahora que posiblemente estaremos en conflicto con Riverton, Salamina no puede pasar a segundo plano. Necesitamos una estrategia, un plan de contingencia ante cualquier cosa.

El colmillo del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora