Capítulo 37

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Al llegar el médico, Katica exigió que llevaran a Henry de vuelta al hostal para cuidarlo ella mismo.

—¿Te sientes mejor? —Preguntó la aun alterada chica.

—Estoy un poco cansado. No es necesario que me cuides.

—Claro que sí —Sollozó —Eres la única familia que me queda.

Katica se arrodilló junto a la cama y tomó su mano. Henry guardó silencio al ver que estaba a punto de volver a llorar.

—Vi cuando alejaban a mi mamá de mí para no volver a verla nunca más. Vi a mi papá caer de su caballo y morir justo frente a mis ojos... —Katica sentía el dolor en su pecho —No quiero que eso pase contigo. No quiero seguir viendo morir a mi familia. No quiero seguir viendo morir a quienes amo.

—Katica —Henry colocó su mano sobre la cabeza de la joven —Eres una chica fuerte, la hija del Lobo y nieta del Perro.

—Solo soy...

—Una mujer. Y bien sabes que las mujeres no hacen lo que nosotros los h—Se sentó en la cama y sujetó a Katica de ambas mejillas —Pero no eres cualquier mujer, niña. Ahora me doy cuenta de ello.

—Abuelo...

—Quiero que me prometas algo, niña. Quiero que me prometas que serás inteligente. Que no te dejarás engañar por nadie y que no tomarás decisiones a la ligera.

—No te entiendo...

—Estamos en el punto de partida de un juego peligroso, Katica. No confies en el Lord de Riverton. —Katica sintió miedo —Tenemos que sacar a la gente de aquí y regresarlas a sus hogares. No estamos seguros aquí.

Katica abrió sus ojos debido al miedo que le provocaron las palabras de Henry.

***

En el despacho del Lord de Riverton, una feroz discusión se desató durante horas luego de que Katica y su abuelo se fueran.

—De verdad no puedo creer lo que hiciste.

—Según tú, ¿que hice yo? —Preguntó con suma tranquilidad mientras escribía un documento.

—A ti te gustaría que Lord Henry pierda la vida, porque si eso pasa, estás seguro de que nadie protegerá a Lady Katica.

—¿Unir dos ciudades te parece una estupidez?

—Tu manera de actuar me parece una estupidez. Ya me daba asco el que dijeras que soy tu hijo. Pero con lo de hoy... Me da vergüenza.

—¡Suficiente! —Golpeó la mesa y se levantó —¡Esta es la última vez que me faltas al respeto, Rick!

—¡Lord Henry necesitaba ayuda y te quedaste sentado viendo si moría en ese momento! ¡¿Qué clase de Lord crees que eres?!

—¡Uno que piensa en su gente! —Rick guardó silencio.

—¿Qué piensa en su gente? —Asintió con ironía —Pues ellos también piensan en su gente. Y quiero que recuerdes esto, Lord Erick. De alguna forma u otra, acabarás cayendo y te ahogaras en tu propia mierda.

Rick se dirigió a la salida y se detuvo.

—Y en cuanto a tu propuesta. No aceptaré casarme con Lady Katica. No seré parte de tu plan. —Dicho eso, Rick abandonó el despacho de su padre.

—Cuando se vea sola e indefensa, será ella quien aceptará la propuesta.

***

—¡¿Hola?! —Grita Tom —¡¿Hay alguien?!

El colmillo del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora