Todos vieron con tristeza cómo Katica lloraba sobre el cuerpo sin vida del Lord.
Henry, quien acabó por ponerse de pie mirando el cadáver de su único hijo se dispuso a hacer de su última voluntad.
—Levanten el cuerpo de William y acérquenlo a donde estamos. Todos aquí le debemos la vida. —Katica lo miró un momento —Despidámoslo como se merece.
Tom se acercó a Katica para que dejara que los demás movieran el cuerpo del Lord; pero se negaba a separarse de él.
—Katica... Déjalos que lo muevan...
—No... No quiero dejarlo...
—No prives a tu padre de la despedida que se merece. Déjalo ir. Él ya no está aquí. —Las palabras de Henry fueron suficientes como para hacer que Katica se hiciera a un lado.
Antes de que los hombres lo levantaran del suelo, Katica quitó con cuidado la daga que le había dado muerte a su padre.
Todos guardaron silencio ante el cuerpo sin vida de su Lord. Para todos, tanto civiles como soldados, William había sido el mejor gobernante que hubiera podido tener Eruka.
Henry se acercó a Katica un poco inseguro. No era lo suyo ser sentimental, ni mucho menos en ese momento, a pesar de la tristeza que le causaba haber visto morir a su hijo.
Katica se abrazó a su abuelo y rompió en llanto. Henry puso su mano torpemente sobre la cabeza de su nieta sin decir una sola palabra.
—Señor... —Dijo uno de los soldados — ¿Qué hacemos ahora? —Escucharon un relincho. Los hombres que se habían quedado en la ciudad los habían alcanzado.
— ¡Señor! —Era Terry — ¡Salamina se marchó y no encontramos a Lord...!
—Él ya está aquí. —Respondió Henry.
— ¿Dónde? Debo hablar con él.
—Mi padre murió... —Katica se separó de Henry y miró a Terry con odio —Tú y tus compañeros estaban allá... ¡¿Por qué no lo ayudaste?! ¡¿Por qué no evitaste que lo mataran?! —Le dio golpes en el pecho — ¡Todo esto es tu culpa! ¡Te odio...! Te odio...
Terry guardó silencio. Sabía el dolor por el que Katica estaba pasando; y entendía las cosas que le dijo. En parte era su culpa. De haber detenido a William cuando lo vio salir de la ciudad, era probable de que este estuviera vivo; pero también era probable de que todos estuvieran muertos de haberlo hecho.
Katica siguió gritándole a Terry todo lo que se le venía a su mente, inundada por el dolor hasta que terminó por abofetear a Terry. Entonces Henry intervino.
—Suficiente —Apartó a Katica —Espérenme por allá. Luego hablaré con ustedes —Terry y los demás obedecieron —Ya basta. —Le dijo a Katica mientras la sostenía de ambos brazos —Debes calmarte. Date cuenta de en dónde estamos parados. La gente está asustada, con frío y hambre. Hay muchos que perdieron a sus seres queridos. Niños que perdieron a sus padres. Y tú te comportas como una loca a la que se le viene el mundo encima. —Katica enmudeció debido a la severidad de las palabras de Henry — ¡Tu padre está muerto! ¡Pero te recuerdo que también era mi hijo! ¡Y aunque nunca fui para él lo que él era para ti, también me duele esta situación! —Secó bruscamente las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos —Pero no tengo tiempo para llorar a mi hijo, porque ahora debo ocupar su lugar.
Tom sostuvo a Katica y la guió hasta donde descansaba el cuerpo de William. Luego de que todos se despidieran del Lord y agradecieran su sacrificio, era el turno de Katica.
—Mamá debe estar feliz de poder estar contigo... —Acarició su mejilla con delicadeza —Entiendo que hiciste todo esto por nosotros... Prometo ser fuerte y pensar en todo lo que haga. Aunque... No será lo mismo sin ti regañándome por ser descuidada. —Rió entre lágrimas —Al menos ahora podrás dormir tranquilo —Comenzó a llorar. Se acercó al rostro de su padre y besó su frente con suavidad —Dulces sueños, papá... —Tom le ofreció un trozo de tela y Katica le cubrió el rostro a su padre con esta.
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El colmillo del lobo
Ficção GeralLa vida de William comienza a mejorar luego de conocer a Sara, con quién tiene una hija llamada Katica. Katica, es conocida como "El Colmillo", y nadie se atreve a acercarse a ella por miedo a su padre; sin embargo, ella buscará su lugar en el mundo...