Capítulo 24

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Los meses pasaron, y el otoño se hizo presente a lo largo y ancho del continente.

—Tengan... —Katica dejó caer unas cuantas mantas en el interior de la celda.

—Gracias —Dijo Terry —Creí que ya no volverías...

—No creas que hago esto por ti. Es solo que no puedo estar cómoda sabiendo que alguien más no lo está.

—He oído que los inviernos en estos lados son mucho más crudos. —Dijo Borack.

—Suerte descubriéndolo. Aún quedan 2 meses para ello.

—Has cambiado, Colmillo. —Dijo Terry un tanto desconcertado.

—No he cambiado. Solo he aprendido a cómo tratar con diferentes personas.

— ¿Descubriste que todo el mundo no es como creías?

—Eso ya lo sabía de antemano —Miró a Terry con seriedad —Solo me decepcioné al ver hasta dónde podía llegar. —Comenzó a irse; pero Terry la sostuvo de la muñeca.

—Katica, espera —La miró con anhelo —Sé que aún no confías en mí, y lo que hice es imperdonable; pero seguiré esperando a que lo hagas. No importa cuánto pase, esperaré por tu perdón. Porque yo...

— ¡¿Colmillo?! —La llamó Tom. — ¡¿Ya terminaste?!

— ¡Voy enseguida! —Respondió soltándose de Terry.

Así como Katica había despertado un sentimiento en el interior de Terry, Tom había despertado otro.

—Ahí estás —Le dijo con una sonrisa. —Tu abuelo está algo impaciente. Por lo visto no le gusta que vengas aquí... —La tomó de la mano.

—Ya terminé aquí —Dijo Katica y se marcharon —Iré a ver a Siry... Ha estado muy decaída en este tiempo...

— ¿Todo bien con los prisioneros?

—Sí, son un cuarteto muy particular... —Tom la vio un poco desanimada.

—Odio verte desanimada... —Sorpresivamente, tomó a Katica de la cintura y la levantó haciéndola reír —Así está mejor —Sonrió.

— ¡¿Qué haces?! ¡Bájame! —Exclamó entre risas.

Al oír las risas de la chica, Terry se molestó bastante. Mientras, sus compañeros lo observaron un tanto divertidos, en especial Borack.

—Esa chica se te metió entre ceja y ceja ¿verdad?

—Como no tienes idea...

— ¿Acaso nuestro Terry está experimentando los celos? —Dijo Alec en tono de burla.

—A ver si no te vuelves loco estando aquí.

—Solo faltan 8 meses para que nos dejen ir.

— ¿En verdad crees que sentirá algo por ti cuando salgamos?

—No es como si me fijara en alguien más estando aquí. —Todos rieron.

Afuera, Tom y Katica se dirigieron a las caballerizas para ver a Siry.

—Hola, linda... —Le abrazó el morro con suavidad — ¿Cómo te sientes hoy?

—Debe ser por la edad —Dijo Tom.

—Lo sé... Ella estaba mucho antes de que yo naciera o que mis padres se conocieran... —Suspiró —Tranquila, vieja amiga... Yo entiendo. Rolf se sentirá triste; pero es parte de la vida... Cuando llegue la hora, saluda a mamá de mi parte —Dejó salir un sollozo.

El colmillo del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora