CAP V

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"¡Venga chicos, volveremos a repetirlo!"

Kudo suspiró y cruzó sus manos detrás de su cuello, no sabía como había acabado ahí o más bien, como se había dejado enredar tan fácilmente.

"¡Shinichi! Tienes que empezar con tu texto." Le dijo con una amplia sonrisa.

Supongo que nunca podía decirle que no a Ran. Se veía feliz e ilusionada y con lo que la había descuidado con los casos ultimamente, era lo menos que podía hacer. Bajó su mirada al libreto que tenía doblado en su mano y se aclaró la garganta mientras sus ojos buscaban sus líneas.

"Si mis raíces pudiesen desenterrarse y correr y mis ramas pudiesen moverse con instinto propio, las hojas que se balancean, se llenarían de vida. Yo me llenaría de vida." Actuó frente a una de sus compañeras.

No sabía si era buena o mala suerte que le hubiese tocado el papel principal. Su madre siempre le había presionado con sus dotes de actuación y no había sido una opción nunca no ser buen actor.

En la historia, él interpretaba a un árbol al cual se le permitía un deseo de veinte años en un cuerpo humano y durante ese periodo, llegaba a enamorarse de una mujer preciosa, llamada Sakura. Y después de eso, no sabía si era peor suerte o mejor suerte que Ran fuese la protagonista principal.

La hermosa Sakura.

Sus compañeros no paraban de empeñarse en ajuntarlos de todas las maneras posibles y el teatro, no había sido una excepción. Pero solo conseguían ponerlos nerviosos e incomodarlos. Ella estaba encantada, sí, pero él no quería hacer las cosas forzadas y menos frente a un publico tan cotilla. Le gustaba esa chica y quería que las cosas que tuviesen que pasar entre ellos fluyesen, no que sucediesen porque cualquier otro les forzase a hacerlo.

***

Después de acabar con los ensayos, el grupo recogió sus cosas y salieron juntos por la entrada del instituto. Se había echo tarde y aparte del equipo de taekwondo, eran los únicos que quedaban en el edificio.

"Con Kudo siendo uno de los protagonistas, ¡Conseguiremos recaudar bastante para el viaje!" Exclamó una de sus compañeras.

"Vamos, no es para tanto." Dijo él sin importancia.

"¿Cómo que no? Eres el chico más popular del instituto, todos vendrán a verte actuar." Comentó su compañera ilusionada. "¿sabes si tus padres también vendrán?" Preguntó intrigada.

"Em...bueno, no creo." Contestó un poco incomodo. "Están en Nueva York y tienen bastante trabajo como para venir a Japón por una obra de teatro."

"Que lastima, edtoy segura que a tu madre seguro que le gustaría ver al pequeño Shin actuar de nuevo." Añadió Sonoko guiñándole un ojo.

Kudo la desafió con la mirada, sabía que si Ran o Sonoko se iban de la lengua, sus padres se presentarían sin más. Y eso era justo lo que quería evitar. Su madre se emocionaba demasiado con esas cosas y era capaz de hacer pancartas y todo. Ya tenía otras oportunidades para estar con sus padres, prefería evitarlos en este tema.

"El ensayo ha ido muy bien, todos lo haremos genial." Dijo Ran animando a todo el grupo mientras le mandaba una sonrisa a su compañero de la infancia. "Me alegra que hayas decidido hacer esto conmigo, me hacía mucha ilusión." Dijo con un tono audible solo para ellos dos.

"Oh...no es nada." Contestó él rascándose la nuca e intentando no sonrojarse.

El grupo se fue haciendo más pequeño cada vez que los estudiantes tomaban su destino para llegar a sus casas y finalmente se quedaron Ran y Shinichi solos después de despedirse de Sonoko en la parada del metro. 

La otra cara de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora