Kudo parpadeó mientras su vista borrosa se clareaba. Se sentía un poco mareado y un fuerte pinchazo le hizo agarrarse la cabeza mientras intentaba levantarse.
Se quejó mientras palpaba el lado de su cabeza donde ahora tenía un pequeño bulto. La pelirroja le había dado un buen golpe. Abrió los ojos al acordarse de que había perdido la conciencia y sacó el teléfono de su bolsillo para comprobar la hora, que para su suerte no había pasado ni una hora.
Intentó abrir la puerta, pero la pelirroja lo había dejado encerrado ahí dentro.
"Mantente al margen, detective."
Shinichi apretó los dientes y empezó a buscar por toda la sala una manera para salir de ahí. Jodie y los demás deberían pensar que se había marchado o pero aún, que algo malo le había pasado.
La habitación no tenía ninguna ventana y la puerta era muy gruesa como para echarla abajo a patadas, así que, empezó a dar golpes esperando que alguien del pasillo pudiese escucharle.
"¿Qué hace usted aquí dentro?" Preguntó un botones después de abrir la puerta sorprendido cinco minutos después.
"Me he quedado encerrado." Se excusó rápidamente antes de salir corriendo de ese hotel. Tenía que llegar al evento, no sabía que podía estar pasando0 ni si el FBI había llegado a interferir.
Cuando entró al edificio de enfrente, pudo notar la gente con cara de confusión amontonada en la recepción del hotel. No necesitaba ver más como para saber que el enfrentamiento había empezado pisos más arriba.
Se maldijo por segunda vez y subió por las escaleras de emergencia, ignorando las advertencias de los hombres de seguridad y las barreras que el FBI había puesto. Paró a recuperar el aire cuando salió al pasillo de la planta que buscaba y se sorprendió por el gran silencio que le rodeaba. No había nadie, estaba solo en el pasillo.
Leyó los carteles hasta encontrar la sala que buscaba y cuando intentó entrar, se encontró con la puerta bloqueada. Se escuchaba el alboroto del otro lado si apoyaba la oreja en ella. No podía esperar que la organización les invitasen a entrar, pero iba a encontrar otra manera de entrar.
***
"¿Qué mierda es esto, Gin?" Preguntó Sherry en cuanto las luces anaranjadas3 de emergencia se encendieron. No le gustaba como pintaba todo eso.
El rubio apretó los dientes a la vez que sacaba su pistola del interior de su gabardina y comprobaba la munición. "Vodka." Llamó por el audífono de su oreja a su compañero que se encontraba a unos metros de ellos. "Que cierren todas las puertas y prepararlos a todos en las entradas principales de la sala."
El corpulento despareció después de asentir y la pelirroja se acercó a él al ver que no le contestaba. "¿Qué está pasando, Gin?" Preguntó acordándose del detective que había dejado inconsciente en el otro edificio.
El FBI debía haber venido con él. Sentía una estúpida por no haber pensado en ello.
"Parece que los federales nos quieren hacer una visita." Le dijo entregándole munición para la pistola que ella llevaba. "Vamos a darles la bienvenida que se merecen." Dijo con una sonrisa fría.
Ella tragó saliva a la vez que aceptaba el cartucho que él le entregaba, intentando que su cuerpo no se pusiese a temblar. Ella siempre huía de todo eso, lo había echo cuando su hermana intentó sacarla y quería hacerlo ahora que estaba obligada a disparar a bocajarro.
Le entraron ganas de vomitar y sintió como su respiración se aceleraba. Sus manos no podían estar más manchadas de sangre, pero su cordura luchaba por frenar todo eso.
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La otra cara de la noche
FanfictionEl último curso de instituto, era la última oportunidad de hacer todo aquello que no podrían hacer los futuros años como jóvenes adultos enredados en la universidad o en el trabajo. La última oportunidad de confesarte a tu primer amor, lanzarte haci...