𝐑𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐜𝐞 ⊹ 𝐏. 𝐉𝐢𝐬𝐮𝐧𝐠

soɥɔɐɹɹoq

— ¿Qué le ha pasado a tu espejo? — Dice Ryu entrando a la habitación, viendo que solo queda el marco.

— Se ha caído. — Sonrío inocente.

— Parece que te ha pasado un huracán por el pelo. — Se acerca un poco más a mi. — ¿Estás bien? — Me mira preocupada.

— Del gorro de natación, no te preocupes. — Sonrío aún más.

— Es verdad, hoy ha sido tu primer día de natación. — Sonriente deja las llaves en su mesa. — ¿Cómo te ha ido?

— Horrible, no he tragado más agua en mi vida. — Ríe ligeramente. — ¿Tu que has hecho hoy? — Pregunto dando vueltas en mi silla.

— Había quedado con Jisung hace una hora y media, pero parece que se le ha olvidado y le he estado esperando.

— No me lo puedo creer. — Dejo de girar para mirarla.

— ¿Qué? — Pregunta como si nada sentándose sobre su cama quitándose los zapatos.

— ¿Es normal que te deje plantada?

— Suele pasar un 70% de las veces, pero le entiendo, está ocupado.

— Sí, ocupado. — Susurro para mí misma. — ¿Y si está ocupado por qué no te dice directamente que no puede quedar? — Pregunto incrédula.

— No sé, pero no le doy importancia, no me molesta.

— Eres rara. — La miro fijamente entrecerrando los ojos.

— Tu también. — Me mira de la misma manera quedando en silencio durante unos segundos.

— Ya que tu novio está muy "ocupado", ¿Te apetece que cenemos en algún sitio? — Digo rompiendo el silencio.

— Claro. — Dice alegre. — Pero me lo podrías haber dicho antes de quitarme los zapatos. — Habla con pereza.

— Vaga. — Le tiro un cojín de mi cama. — Dame 5 minutos. — Camino hacia el baño para peinarme. — Hala vámonos.

— Andando.

Nada más abrir la puerta Jisung aparece frente a nosotras.

— Quítate estorbo, siempre en medio. — Le empujo hacia un lado. Con solo verle me hierve la sangre.

— ¿Has hablado ya con tu papi? — Hace un puchero mirándome.

— ¿Papi? Te voy a meter el puño por el cu-

— ¿Qué os pasa? — Ryu tira de mi evitando que me acerque a Jisung. — ¿Qué haces aquí? — Habla esta vez mirando a Jisung.

— ¿Cómo que que hago aquí estúpida? Hemos quedado y llevo 2 minutos esperándote en la entrada. — Dice enfadado.

— Habíamos quedado hace casi dos horas.

— ¿Y? ¿Es razón para hacerme esperar?

— ¿Es que solo piensas en ti? — Grito detrás de Ryu.

— Cómo tardabas tanto pensaba que ya no ibas a aparecer, por eso me he ido. — Sigue ella la conversación.

— Últimamente me pones muchas escusas ¿Es que ya no me quieres?

— Manipulador. — Vuelvo a ladrar.

— ¿Y si quedamos mañana? — Intenta solucionar ella.

— No me apetece quedar más contigo.

— Por el amor de Dios solo has esperado dos minutos, ELLA HA ESPERADO HORA Y MEDIA.

— ¿Quieres callarte de una vez? Esto no va contigo imbécil. — Me contesta finalmente él enfadado.