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Estoy sentada con Jisung en uno de los sofás de la entrada, y aunque parezca increíble, estamos compartiendo una bolsa de ositos de gominola.

Ya, yo tampoco pensé que llegaría a este punto.

Tengo la cabeza apoyada en su hombro mientras que mis piernas están estiradas en el sofá. Estoy medio dormida por culpa de la resaca de anoche, menos mal que Jisung, que es el Señor De Las Pastillas, tiene una solución para todo.

— ¿Quieres ir esta noche a jugar al billar otra vez? — Sugiere él en tono burlón.

— Preferiría taladrarme el cráneo. — Me reincorporo sentándome junto a él. — ¿Cómo se te ocurre dejarme beber tanto? ¿Acaso me querías emborrachar?

— Ya eres mayor para saber cuánto puedes beber, no me eches a mi la culpa. — Dice entrecerrando los ojos hacia mi.

— Yoon. — Alguien exclama mi nombre haciendo que ambos nos giremos hacia el propietario de la voz.

— Hola Hyunjin. — Saludo esbozando una sonrisa.

— Madre mía que pesado. — Murmura Jisung con fastidio. — ¿No tienes más amigos o qué? — Dice lo último suficientemente audible para Hyunjin pero este decide ignorarlo.

— ¿Tienes algo que hacer esta noche? Podríamos ir a algún sitio a cenar y a hablar de este tiempo sin vernos. — Habla cuando llega frente a mi.

— Hmm. — Miro hacia otro lado pensando en sí es una buena idea quedar con él o no.

— ¿Cómo lleva tu equipo la derrota? — Pregunta Jisung sonriendo burlón mientras yo sigo pensando mi respuesta. Hyunjin le mira perezosamente, alza una ceja y se ríe para después volver la mirada a mi. — ¿De que te ríes Hyundai?

— Creo que esta noche si puedo. — Me decido finalmente antes de que empiecen una pelea. Oigo como Jisung resopla y Hyunjin sonríe victorioso.

— Te veo a las 8 en la puerta entonces. — Me guiña un ojo antes de irse.

— Como haga eso otra vez le saco el ojo entero con un tenedor. — Murmura Jisung con fastidio mientras ve como se va. — ¿Por qué has aceptado? — Me pregunta mirándome con fastidio y tristeza.

— No sé, hace mucho tiempo que no le veo, a lo mejor tiene algo interesante que contarme. — Me encojo de hombros, ni siquiera yo misma se porque he dicho que si.

— ¿Y si intenta eso de "repetir lo de la última vez"? — Dice preocupado recordando lo que dijo Hyunjin la primera vez que nos vimos.

— Le arranco las bolas. — Cierro mi mano en un puño frente a su cara. — ¿Te has puesto celoso? — Pregunto divertida al ver su expresión.

— ¿Por qué estaría celoso? Ese perdedor no es competencia. — Rueda los ojos.

— Sin embargo me he acostado con él y contigo no. — Hago un puchero intentando molestarle. Cuando se va a levantar enfadado cojo sus manos sentándole de nuevo. — Es broma Jisung. — Me río. — No tienes de que preocuparte, no me atrae en absoluto Hyunjin. — Aclaro mirándole.

— Confío en ti. — Me mira apoyando la cabeza en el respaldo del sofá. — Pero en él no. — Frunce el ceño.

— Si te sirve de consuelo le dejaré claro que eres mi novio. — Sonrío al ver su sonrisa de lado.

— Y también que le gané. — Asiento. — Y que soy más guapo. — Ruedo los ojos. — Y que estás loca por mi.

— ¿Loca por ti? — Río incrédula.

— Si. — Afirma con seguridad. — ¿Me vas a decir que no? — Aparto la mirada con la cabeza en alto. — Oh, Jisung me gustas. — Me imita con una voz aguda.

𝐑𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐜𝐞 ⊹ 𝐏. 𝐉𝐢𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora