ɐzǝᴉdɯᴉl ɐl ǝp ɹõuǝs

2.4K 281 107
                                    

Llego con Jisung al restaurante después de haber estado todo el día hablando sobre lo que vamos a hacer el viernes.

— Bien, entonces recapitulemos. — Me siento junto a él dejando mi bandeja en la mesa. — El viernes a las 9 de la noche os encontráis en esa dirección, que es un motel, entonces yo hago fotos discretamente y luego le chantajeamos con ellas.

— ¿Y si no acaba bien y me viola?

— Entonces entro y le arrastro de los pelos. — Digo decidida. — Aunque si ves que es demasiado arriesgado, puedes elegir las dos semanas de expulsión, al fin y al cabo no es para tanto.

— No quiero volver a casa. — Niega mirando su comida.

Eso ha sonado más triste de lo que parece, una parte de mí me dice que le pregunte el por qué, pero otra dice que no me meta en asuntos que no son míos.

Le miro de reojo revolviendo la comida de mi plato aún debatiendo si preguntarle.

— ¿Crees que va a salir bien el plan? — Interrumpe mis pensamientos.

— Pues claro, lo he ideado yo. — Me señalo con obviedad. — Además, como un sabio me dijo, mientras yo esté aquí, a ti no te va a pasar nada. — Pongo una voz grave intentando imitar la suya. Él niega con una sonrisa en la cara mirando hacia otro lado.

— Vaya. — Dice con fastadio. — Parece que el perdedor está haciendo turismo hoy también por aquí. — Miro hacia donde tiene él puesta la mirada encontrándome con Hyunjin. — ¿De verdad lo hiciste con ese tío? — Gira la cabeza hacia mi. — Ofendes mi ego.

— No te preocupes Jisung, los celos son normales. — Pongo una mano en su muslo inclinándome hacia él.

— Hyunjin solo me trasmite pena. — Pone una sonrisa de burla mientras también se inclina hacia mi. — ¿Decías que si quiero un beso solo tengo que pedirlo? — Habla con un tono de voz más bajo mientras tiene la mirada fija en mis labios.

— Yo creo que ya has tenido suficientes besos esta semana. — Vuelvo a ponerme recta para seguir comiendo.

— Entonces me veo obligado a dártelos yo a ti. — Gira mi cara con una de sus manos.

— ¿Qué? No. — Intento terminar de tragar mi comida. — Jisung para, tienes la boca manchada de tomate. — Lloriqueo mientras comienza a repartir besos por toda mi cara.

— No estoy comiendo nada con tomate. — Dice con el ceño fruncido separándose de mi.

— Era una excusa para distraerte. — Sonrío inocentemente.

— Deja de quejarte, te mueres por besarme. — Rueda los ojos con autosuficiencia.

— Yo diría que es al revés. — Me río.

— Eso es mentira. — Mira hacia otro lado conservando su dignidad.

— Estás todo el rato pidiéndome besos. — Digo con burla.

— ¿Si? Pues ya no te pido más. — Sigue sin verme.

— ¿Te has indignado? — Le miro torciendo la cabeza con una sonrisa. — Oye no me ignores Jisung. — Tiro de su brazo cuando no me responde. — Jisung. — Tironeo aún más haciendo que se incline dejando su perfil cerca de mi cara. — Era una broma Jisung no me hagas el vacío. — Digo más flojo ya que puede oírme. — Jisung. — Canturreo con fastidio. Le miro durante unos largos segundos hasta que me rindo y comienzo a besar su mejilla, haciéndole sonreír. — Eres un caprichoso. — Digo sonriendo.

— Un caprichoso que siempre gana, cariño. — Dice para después dejar un rápido beso en mis labios. Me quedo mirándole embobada durante unos segundo para después volver a mi comida.

𝐑𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐜𝐞 ⊹ 𝐏. 𝐉𝐢𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora