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El entrenador hace sonar el silbato dando por acabado el partido, le paso una toalla a Jisung cuando llega frente a mi.

— ¿Qué opinas? Juego bastante bien. — Me habla orgulloso mientras se limpia el sudor de la cara con cuidado de no darse en la herida.

— Meh, algunos de tu equipo juegan mejor que tú. — Contesto, ni siquiera me he fijado en como jugaban pero es divertido enfadarle.

— Eso es imposible, por algo soy el capitán. — Me mira frunciendo el ceño mientras pone la toalla sobre uno de sus hombros.

— Toma. — Un chico llega junto a Jisung pasándole una botella de agua. — Hola otra vez. — Me saluda, pasan unos segundos hasta que me doy cuenta de que es su compañero de habitación.

Que vergüenza.

— Hola. — Murmuro con una sonrisa y con las mejillas completamente rojas, veo como Jisung me mira divertido mientras bebe de la botella.

— Soy Jaehyun. — Alza la mano frente a mi.

— Yoon. — Estrecho su mano. — ¿Nos conocemos de algo? — Pregunto analizando su cara, él imita mi gesto y nos quedamos viéndonos durante unos segundos.

— Yoon... — Parece que está intentando recordar algo. — ¿Lee? — Asiento, él abre la boca sorprendido. — Íbamos al mismo instituto privado en Busán. — Exclama con alegría. Lo proceso durante unos segundos hasta que le recuerdo.

— Jeong. — Digo sorprendida.

— Bueno, no es para tanto. — Habla Jisung cortando la emoción.

— Que aburrido eres, bueno nos vemos luego, tengo que hablar con el entrenador. — Y sin más Jaehyun se va.

— ¿Sabe que no somos novios? — Pregunto.

— Lo sabe. — Entrecierra los ojos. — Pero no intentes nada raro con él, no quiero parecer un cornudo.

— No iba a intentar nada. — Frunzo el ceño. — Ahora quiero mis ositos. — Resoplando coge su mochila. — ¿Sabes que tus fans son muy escandalosos? — Digo mirando de reojo a las gradas donde todavía están sentados.

— Que puedo decir, vuelvo a la gente loca. — Pasa un brazo por mis hombros mientras nos encaminamos a la residencia.

— Estás sudado. — Hago una mueca de asco.

— Es lo que tiene hacer deporte. — Contesta obvio. — ¿Debería ir a verte entrenar cuando vayas a natación? — Pone un dedo en sus labios pensativo.

— No. — Le miro desafiante mientras sonríe. — Ni se te ocurra. — Le apunto con mi dedo.

— ¿Por qué? ¿Porque no sabes nadar? — Su sonrisa burlona aumenta.

— ¿Tienes que saberlo todo? Eres horrible. — Digo con fastidio.

— Popularidad, poder.

— Si, ya, no me lo cuentes.

Finalmente llegamos a recepción y me compra las gominolas, saludo a Molly como siempre y entramos en el ascensor.

— A ver dame uno. — Dirige la mano a mí bolsa.

— No. — Le doy un manotazo.

— Las he comprado yo. — Frunce el ceño.

— Pero son míos. — Me giro dándole la espalda.

— Dame uno no seas egoísta.

— Que no, haberte comprado una bolsa para ti.

— No me hagas recurrir a la violencia, dame uno. — Me los como más rápido. — Yoon. — Dice fastidiado. Pasa sus brazos por mis costados intentando quitarme la bolsa desde atrás.

𝐑𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐜𝐞 ⊹ 𝐏. 𝐉𝐢𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora