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— Eres una impuntual. — Me regaña Jaemin mientras me siento en el sofá de la entrada junto a él.

— Son las 9:01. — Le miro mal. — Bueno venga, empieza a contar. — Pongo las piernas como un indio girandome hacia él.

Se aclara la garganta listo para empezar.

~~~~~

¿Estás seguro de que quieres ir Jaemin? — Me preguntaba Haechan mientras yo me miraba en el espejo.

— Claro, es la fiesta de fin de curso, además esta noche por fin le diré lo que siento a Ryu. — Dije con una gran sonrisa sobre mi cara.

— Jaemin...

— Qué. — Me giré hacia él con fastidio, apartando las manos de mi pajarita.

— Jisung va a estar allí, y ya sabes que hay cierta tensión.

— ¿Qué me importa Jisung? No voy a la fiesta para verle.

— Hay rumores sobre que Ryu y Jisung están en algo.

— Eso es mentira, en el instituto siempre hay rumores falsos ¿Te crees todo lo que te dicen?

¿Pero y si son novios? ¿Te vas a declarar a su novia enfrente de todo el instituto? ¿Te recuerdo quién es Jisung?

Es un mimado que consigue todo lo que quiere, no me da miedo un niño rico. — Volví a girarme para verme en el espejo.

— Solo te advierto, luego no me llames cuando estés enterrado en un ataúd aún vivo. — Se levantó de la silla de mi escritorio encogiéndose de hombros.

— Eres un dramático Haechan ¿Qué es lo peor que me puede pasar? ¿Qué su papi me llame enfadado?

— No te da miedo la muerte, lo entiendo. Mañana nos vemos. — Agarró el pomo de la puerta. — Si sigues vivo, claro. — Cerró detrás de él, dejándome solo en la habitación.

Después de ponerme los zapatos estaba listo para ir a la fiesta. Una vez llegué al gimnasio del instituto, que es donde se celebraba, comencé a buscar a Ryu por todas partes.

Entonces la vi, pero no como me hubiese gustado verla. Estaba hablando con Jisung a solas en uno de los bancos.

Bueno, eso no significaba nada, Haechan no tenía razón.

Aproveché cuando ambos se separaron para acercarme a ella, que fue a la mesa de bebidas.

— Hola Jaemin. — Me saludo con esa sonrisa característica suya.

— Hola. — De repente mi estómago dió un vuelco y me puse nervioso. — Me gustaría... ¿Te puedo decir algo? A solas, ya sabes, privado. Si no te molesta claro. — Reí nerviosamente mientras pasaba disimuladamente las palmas de mis manos por mi camisa.

— Claro, vamos frente a los baños.

Caminamos en silencio total. Estaba a punto de vomitar, no había estado tan nervioso nunca. Normalmente se me suelen declarar a mis las chicas, yo nunca lo he hecho.

— ¿Y bien?

Bueno, a ver que. — Tosi nervioso. — Tú Ryu... Y yo, a lo que quiero llegar es. — Llené mis pulmones de aire. — Me gustas Ryu, muchísimo, y creo que podríamos intentar tener algo, si tú quieres. — Solté rápidamente.

𝐑𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐜𝐞 ⊹ 𝐏. 𝐉𝐢𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora