ɐzǝqɐɔ ǝp ɹolop

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— Vaya cara. — Dice Jisung nada más verme.

— Sí, buenos días. — Ruedo los ojos mientras paso las manos por mi cara con cansancio. Dejo mi espalda apoyada en la pared del ascensor junto a él.

— ¿Qué te pasa? — Baja la mirada hacia mi. — Si estás enferma ni te acerques a mí, a ver si me contagias. — Se inclina alejándose de mí y tapando su nariz con su camiseta.

— No me pasa nada. — Bostezo. — Pero esta noche no he dormido bien, no he dormido a secas.

— ¿Por qué? — Vuelve a su postura contra la pared.

— Pesadillas. — Respondo cerrando los ojos. Me da la mano saliendo del ascensor.

— ¿Te duele la cabeza? — Niego. — Te dolerá ¿Tienes pastillas? — Vuelvo a negar. — ¿Cómo no tienes pastillas? ¿No te preocupas por tu salud? — Me regaña.

— Puedo comprar cuando salga de la universidad. — Voy mirando mis pies.

— Hoy están todas las tiendas cerradas.

— Quizás Ryu tiene.

— No tiene. — Niega él seguro.

— Bueno entonces me aguantaré el dolor de cabeza. — Hablo cansada.

— Yo tengo.

— ¿Por qué no lo has dicho desde el principio? — Digo irritada.

— Para hacer las cosas más emocionantes.

Llegamos a la universidad, después de coger los libros de mi taquilla Jisung me acompaña hasta la puerta de mi aula ya que en esta hora no estaremos juntos.

— No te duermas en clase. — Suelta mi mano para poner ambas de sus manos bajo mis mejillas y darme un beso en la frente. Instintivamente cierro los ojos, y una pequeña sonrisa se asoma en mi cara, pero me encargo de borrarla antes de que él la vea.

— No prometo nada. — Murmuro para luego entrar.

(...)

Llego a mi última clase, sentándome en la primera fila alejada de Jisung. Apoyo mi cabeza en mi mano mientras veo como el profesor sigue escribiendo en la pizarra. Me he dormido durante 10 minutos en la primera hora pero no he podido dormir más. Un ardor se expande por la parte trasera de mi cabeza, dejándome un dolor horrible, parece que Jisung tenía razón.

Cojo mi cabeza entre mis manos esperando a que acabe la hora para poder irme a dormir.

Después de una hora finalmente suena el timbre, recojo mis cosas con los ojos entrecerrados, evitando mirar demasiado a la luz. Ojalá pudiese coger una cuchara y sacarme los ojos para que dejen de dolerme.

Jisung llega junto a mi sitio, me levanto y dejo caer mi frente sobre su pecho.

— Tengo mucho sueño, me va a explotar el cráneo. — Me quejo.

Ya que estamos frente a muchos alumnos que todavía no han salido, él pone un mano sobre mi cabeza, acariciando mi pelo.

— Vamos a por una pastilla. — Murmura cogiendo mi mochila.

Pasa un brazo por mis hombros y vamos a su cuarto sin hablar, ya que si escucho algún sonido quizás empiecen a salirme los sesos por los oídos.

— Toma. — Sale del baño con una pastilla y coge una botella de agua de su mesa, se acerca hacia mi, sentándose a mi lado en su cama. — Ahora me debes un favor.

— Ya te estoy haciendo un favor fingiendo ser tu novia. — Digo después de tomarme la pastilla.

— Eso no es un favor. — Me mira mal. — Deberías dormir antes de que alguien piense que hay una invasión zombie.

𝐑𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐜𝐞 ⊹ 𝐏. 𝐉𝐢𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora