ʞɹɐꟽ

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— Yoonie. — Oigo como canturrean a mi lado. Subo la manta hasta mi cabeza para seguir durmiendo. — Ya he llegado, saludame. — Sacude mi hombro con fuerza.

— Mark. — Levanto la cabeza de mala gana apartando sus manos. — ¿Mark? — Proceso su imagen.

Me pongo de pie sobre la cama para tirarme encima suya ahogándole en un abrazo.

— Espera ¿Cómo has entrado en mi habitación? — Me separo de él mirándolo confundida.

— Me ha abierto él. — Señala hacia la puerta donde está Jisung apoyado sobre el marco.

— Holi. — Sacude los dedos hacia mi en forma de saludo. — Me he chocado con él en la entrada y me ha preguntado que si te conocía.

— Es muy simpático ¿Pero por qué tiene la tarjeta de tu habitación? — Pregunta lo último en un susurro.

— Luego te lo explico. — Susurro de vuelta. — Jisung, este es mi hermano Mark, Mark este es mi..., Jisung, este es Jisung. — Sonrío incómodamente. — Gracias por traerlo. — Digo hacia Jisung.

— Hasta luego. — Dice para después salir cerrando la puerta detrás de él.

— Bueno venga, cuéntame eso. — Se sienta sobre mi cama.

— Me acabo de despertar, dejame un rato. — Me quejo.

— No, habla. — Coge mi mano sentándome junto a él.

Comienzo a contarle toda la historia desde que vine y así paso toda la mañana, ya que tenía bastante para contar.

— Quiero estrangular a Jisung. — Admite cuando termino de hablar.

— Yo también quiero, o bueno, hace una semana.

— ¿Cómo que hace una semana? ¿Ya no? ¿No te gustará no? — Me levanta un dedo amenazante. — Porque si te llega a gustar es porque eres tonta, después de que te haya tratado horrible.

— No me gusta. — Ruedo los ojos bajando su dedo.

— Madre mía, si te gusta. — Se lleva una mano a la boca asustado.

— Que no Mark, no seas pesado. — Hablo molesta. — Solo le estoy haciendo este favor, cuando se acaben las dos semanas me dejará en paz y se olvidará de mi.

— Eres tan tonta e inocente. — Pone una mano en mi cabeza. — Jisung no te va a dejar en paz jamás.

— ¿Por qué no? — Frunzo el ceño enfadada.

— Voy a dejar que descubras la respuesta tú sola con el tiempo. — Aparta la mano de mi cabeza. — Ahora basta de hablar de ti, acaparadora, invitame a comer a algún sitio. — Se levanta de la cama.

— ¿Qué te invite? Tú deberías pagarme la comida.

— ¿Por qué iba a hacer eso? ¿Crees que soy tonto? — Pone las manos sobre su cadera, mirándome con obviedad.

— Eres rico, tienes que pagar tu, tacaño. — Me levanto dirigiéndome a mi armario a por ropa.

— Tu también eres rica. — Frunce el ceño.

— ¿Qué dices?

— Que tú también tienes dinero.

— ¿Cómo?

— Yoon.

— No, lo siento, no te entiendo.

— Yoon tienes que invitarme tu.

— ¿Perdona? — Camino hacia el cuarto de baño con la ropa en mis manos, dándole la espalda.

— No me ignores Yoon. — Me sigue.

— Es que aquí no hay mucha cobertura. — Cierro la puerta del baño detrás de mí impidiéndole el paso.

— Pues pagamos a medias. — Grita desde el otro lado.

(...)

Me despido de Mark mientras él entra en el hotel donde duerme, a solo una calle de distancia de la residencia.

Ryu debería haber vuelto ya, espero verla al llegar a mi cuarto y poder hablar con ella, ya que seguramente me odie por lo de Jisung.

Suspiro preparandome mentalmente y en un abrir y cerrar de ojos ya estoy subiendo en el ascensor.

Abro la puerta viendo una maleta en la cama de Ryu, frunzo el ceño al ver que solo hay una, a ella no la veo por ninguna parte.

Apoyo los codos en la ventana, viendo el paisaje mientras espero a que ella llegue de donde sea que esté.

Mis ojos vagan por el césped hasta ver a una figura familiar en uno de los bancos. Enfoco todo lo que puedo mi vista para ver a Jisung y a Ryu sentados en el mismo banco hablando.

No puedo escuchar nada ya que estoy muy lejos, pero por lo que veo Jisung mira hacia todos lados menos a ella y Ryu se está secando las lágrimas con un pañuelo.

Golpeo mi cabeza sabiendo que seguramente Jisung acaba de hacer las cosas más difíciles. Me siento en mi cama pensando en todo lo que puedo decirle a Ryu para que no se sienta mal.

Se abre la puerta, dejándome ver a mi compañera de habitación.

— Hola. — Murmuro viéndola, con el pañuelo lleno de mocos en la mano y el maquillaje corrido. Me levanto pasando las palmas de mis manos por mi pantalón. Me quedo estática cuando me abraza repentinamente.

— Siento mucho pensar que ha sido todo tu culpa. — Solloza. — Jisung me lo ha contado todo, he sido muy tonta.

— ¿No estás enfadada conmigo? — Pregunto atónita por su reacción, ella niega con la cabeza separandose de mi.

— Tengo malas noticias. — Dice cambiando de tema. — Mis padres han tenido unos problemas con su empresa y bueno, han caído en banca rota, así que no pueden pagarme esta universidad, tendré que ir a una pública.

— ¿Cómo? ¿Te vas? — Pregunto sorprendida. — Pero no puedes irte ¿Me quedaré sin compañera de habitación?

— No me puedo permitir estar aquí. — Sonríe tristemente. — Estaré aquí una semana más, hasta que acabe el mes.

— Eso es horrible Ryu.

— Bueno, no es momento de llorar, tengo que aprovechar mi última semana. — Se pasa las manos por la cara quitando el rastro de sus lágrimas. — Vámonos de fiesta.

— ¿De fiesta? Mañana hay clases. — Digo extrañada por su repentina propuesta.

— ¿Qué más da? Las clases no importan.

— Ryu no creo que sea una buena idea.

— Solo hoy, venga. — Intenta convencerme. — Jisung ha dicho que si y Jaehyun también.

— La última vez que salí con Jisung y contigo de la residencia no acabé pasándolo bien.

— Vamos Yoon. — Tira de mi mano. — ¿Tienes algún vestido provocativo? — Dice abriendo mi armario.

— Lo más provocativo que tengo es la falda del uniforme. — Levanto una ceja viendo cómo revuelve mi ropa.

— Hmm. — Pone una mano bajo su barbilla pensativa. — Te dejaré yo uno. — Va hacia su armario felizmente.

— Ryu no voy a ir. — Me siento sobre mi cama. — Estoy cansada, hoy ha venido mi hermano y no me ha dejado en todo el día.

— ¿Ha venido tu hermano? — Asoma la cabeza por la puerta del armario mirándome con una ceja alzada. — Entonces el también puede venir de fiesta. — Sonríe.

— Estará durmiendo, ya son las 11:30 y creeme que es imposible despertarle.

— ¿Qué te parece este? — Saca un vestido de seda negro.

— No creo que eso me esté bien. — Me ignora tirandome el vestido encima.

— Ve a cambiarte mientras yo busco accesorios. — Aplaude alegremente con las manos.

Supongo que no acepta un no por respuesta.

Arrastro los pies hasta el baño cambiándome.

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Se me había olvidado actualizar jsjasj perdón 👹

𝐑𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐜𝐞 ⊹ 𝐏. 𝐉𝐢𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora