ɹᴉɯɹop

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Después de tocar la puerta incontables veces me doy por vencida aceptando que Ryu no va a abrirla. Me giro con cara triste mirando a Jisung, ni siquiera recordaba que seguía aquí.

— ¿Te has quedado sin tarjeta? — Se ríe de mí.

— A ti que te parece. — Me cruzo de brazos. — ¿Cuál es tu habitación? — Pregunto mientras espero al ascensor.

— ¿Quieres dormir conmigo? — Dice con una sonrisa pícara mientras llega a mi lado.

— Es lo último que quiero hacer en este mundo. ¿Cuál es tu habitación? — Vuelvo a preguntar.

— Eres cruel. — Finge una cara triste, coge mi mano metiendome en el ascensor junto a él. — 45. — Me suelta apoyando su espalda en la pared del ascensor, mirándome de arriba a abajo. — Dime Lee ¿Por qué me odias? — Un escalofrío me recorre de cabeza a pies al escuchar su tono serio.

— Ya te lo he dicho, porque tú me o-

— No, de verdad.

— ¿Te lo tengo que explicar? — Pregunto confundida. — Eres tú el que me amenazó el primer día, el que me echó macarrones encima, el que me desvistió en un baño, el que ha llamado a mi padre para decirle que soy una puta. La pregunta es ¿Cómo no te voy a odiar? — Él me mira durante unos segundos asintiendo.

— Lo siento.

— ¿Qué? — Me extraño, no conozco a Jisung demasiado pero tengo claro que no es la clase de persona que pide perdón.

— Lo siento.

— Decir lo siento no arregla nada.

— Lo sé, pero es lo único que puedo hacer. Tengo un status social, no puedo dejar que "la nueva" me humille ¿Lo entiendes? — Aún con su tono serio sale del ascensor dejándome a mi atrás. — Todos esperan que haga algo para dejarte mal, todos quieren mi respuesta y si no la tienen, entonces, será de mi de quién se rían, y yo ya he tenido suficiente de eso.

— No tiene sentido ¿Tienes que humillar a gente para ser popular? — Camino más rápido para llegar junto a él.

— No espero que lo entiendas, mantener una reputación es algo complicado.

— Pero si eres tú el que impone las reglas entonces puedes cambiarlo todo. — Se para frente a su puerta y se gira para mirarme. Inclino la cabeza levemente hacia arriba ya que me saca unos cuantos centímetros.

— No puedo. — Niega.

— Si p-

— No. — Me interrumpe. — Créeme Yoon, no puedo. — Habla más calmado. Se vuelve a girar para abrir la puerta.

Entra encendiendo la luz, viendo la habitación vacía.

— Pasa. — Se hace a un lado junto a la puerta.

— ¿Para qué?

— ¿Dónde piensas dormir? — Levanta una ceja divertido. — ¿Crees que Jaemin va a estar despierto a las 3 de la mañana? — Le miro con los ojos entrecerrados.

¿Como sabe que le iba a preguntar a Jaemin?

— ¿Vas a entrar o no? — Le miro dubitativa. — Los sofás de recepción no son un buen lugar para dormir, te lo digo desde la experiencia.

— Es que no confío en ti. — Inclino levemente la cabeza.

— Ni yo en ti, sin embargo te estoy dejando dormir en mi habitación. — Hace un amago con la mano señalando su cuarto.

— Estás borracho, no creo que de verdad quieras que duerma ahí. — Me mira durante unos segundos entrecerrando los ojos sonriendo. — Además ¿Que hay de tu compañero?

— ¿Ves a alguien más aquí? — Le miro apretando los labios. — Verás, no tengo toda la noche ¿Entras o no?

— Bueno vale. — Susurro pasando.

Nada más entrar el olor a perfume de hombre me inunda la nariz. La habitación es igual que la mía, excepto por algunas decoraciones.

— Pero no pienso dormir en la misma cama que tu. — Le aviso mirándole.

— ¿Pensabas que te iba a pedir que durmieses conmigo? — Me mira levantando las cejas divertido.

— No, era solo una advertencia. — Digo intentando disimular la vergüenza.

Cierra la puerta detrás de mi y se quita la chaqueta, tira los zapatos por los aires y se deja caer en plancha sobre una de las camas.

— ¿Vas a dormir así? — Pregunto viendo su ropa ya que no parece muy cómoda para dormir.

— Sí. — Habla con la cara contra la almohada.

— ¿Y si viene tu compañero temprano y me ve durmiendo en su cama? Que incómodo. — Digo preocupada

Jisung da media vuelta sobre la cama mirándome a la cara.

— Hablas mucho. — Coge mi mano tirándome a su lado en la cama. — Cállate. — Vuelve a dejar la cara contra la almohada. Levanta una de sus manos para darle al interruptor de la luz dejando la habitación a oscuras.

— No me has dejado ni quitarme los zapatos. — Me quejo.

Me siento en el filo de la cama para quitarme los tenis, escuchando como él se remueve sobre las sábanas. Cuando por fin me deshago de mis zapatos noto una mano en mi cintura.

Jisung me tira de nuevo junto a él, esta vez pasando un brazo por mi cintura para que no me levante.

— Estás muy cerca, no me gusta. — Digo poniendo las manos en sus hombros intentando alejarle, pero todo es en vano.

— Shh. — Pone toda su mano sobre mi cara para hacerme callar, dejándome libre.

Me doy media vuelta dándole la espalda lo más alejada de él posible.

(...)

Me remuevo en la cama notando algo entre mis brazos. Abro los ojos lentamente para darme cuenta de que he dormido abrazada a la almohada.

Unos segundos más tarde recuerdo que estoy en la habitación de Jisung. Me levanto rápidamente de la cama pero nada más poner un pie en el suelo me asusto ya que le acabo de pisar la cara a alguien.

¿Qué está haciendo Jisung en el suelo?

Le miro asustada desde la cama, esperando a que no se despierte.

Espero que no recuerde nada de anoche y tampoco recuerde que he dormido en la misma cama que él. Me tengo que ir antes de que se despierte.

Salgo por el otro lado de la cama poniéndome los tenis. Me empiezo a poner nerviosa cuando no encuentro mi zapato izquierdo. Busco por todos lados hasta que lo veo, desgraciadamente, debajo de Jisung.

¿Cómo lo cojo? Si se lo quito se dará cuenta y se despertara. Pero no me puedo ir sin mi tenis, lo verá y entonces sabrá que he pasado aquí la noche.

Me acuclillo junto a él, tirando del filo del zapato que asoma bajo su brazo. Tiro de el lentamente hasta que por fin consigo sacarlo. Camino con una sonrisa victoriosa hacia la puerta, orgullosa de mis habilidades sutiles.

Mi sonrisa dura poco.

— Oh ¿Quién eres? — Dice el compañero de Jisung entrando a la habitación.

— Shh. — Reniega Jisung dándose media vuelta sobre el suelo.

— No. — Hablo alarmada, paso rápidamente por su lado saliendo del cuarto.

— ¿No? — Escucho como murmura el chico confundido.

Me subo en el ascensor rezando para que Jaemin o Ryu esten despiertos.

𝐑𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐜𝐞 ⊹ 𝐏. 𝐉𝐢𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora