r u b é n
[2 0 0 3]—¡Rubén, regresa aquí! —mamá gritó tras de mí frustrada.
Me siguió por la escalera, pero siendo más rápido escapé de ella. La mochila estaba a medio cerrar y estaba bastante seguro de que no había puesto ni un lápiz. Ahora mismo no importaba, solo quería salir de mi casa y evitar a mamá a toda costa.
—¡Tomaré el autobús! —grité de vuelta y salí a la nieve dando un portazo.
Descendí con rabia la pequeña colina hasta llegar al paradero de autobús, pateé la banca enfurecido, no se movió ningún centímetro.
¡Odiaba estar aquí! Cuando por fin lograba hacer amigos en España mamá decidió que lo mejor sería mudarnos a un país donde hace un frío de cojones, hablan raro y donde todos me creían un alienígena.
Solo quería regresar a mi casa, mi verdadera casa, pero ya estaba vendida y con otras personas viviendo en ella.
Apenas vi el autobús escolar acercarse me sorbí la nariz y sequé mis lágrimas con la manga de mi abrigo. No quería darle a nadie otro motivo por el que burlarse de mí. Entré al bus y como los últimos tres días, todos los asientos libres me miraban como si fuera un bicho raro y no mereciera sentarme allí. Tampoco es que fuera mentira, no me camuflaba para nada entre los demás.
Tomé asiento al lado de una niña, parecía de mi edad y veía todo a su alrededor con una cara seria. Me encogí en el sillón ante todo el ruido que los otros hacían, gritaban en un idioma del que entendía solo unas cuantas palabras. Agradecí internamente haber elegido este puesto, pues la niña no hacía ningún sonido, apenas se movía en su lugar.
El viaje continuó lento y pesado, pero ya me había tranquilizado un poco. Abrí mi mochila y busqué a ver si había traído algo que fuera para la escuela, pero además de un solo cuaderno, no tenía nada.
—Bonito cuaderno —oí de pronto.
Miré a mi lado, hacia la niña esta. Enarqué la ceja ante lo que había dicho, pues no sabía qué significaba la última palabra. Curiosamente comprendió mi ignorancia y me sonrió mientras señalaba la imagen de charizard.
Vale, notisbok era cuaderno, una palabra más añadida a mi vocabulario.
—Gracias —respondí desinteresado, incluso aunque quisiera decirle algo más, no podía, el noruego no era mi fuerte.
—Soy Daniqua, pero todos me llaman Dani —dio una risilla.
—¿Daniqua? —fruncí el ceño— ¿Entendí mal o ser tu nombre? —intenté preguntar incrédulo, quién coño le puso así, pobrecita.
—Sí, es mi nombre, Daniqua —repitió un poco disgustada—. No pareces muy simpático.
—Nadie en este pueblo ser simpático —murmuré cruzándome de hombros.
Posó su mano sobre mi brazo y volvió a hablar.
—No es del todo malo —rodé los ojos.
—Da igual —mascullé irritado—. No lo sabes todo.
—No, pero sé que podría ser un día genial si dejas tu rabia un poco de lado —sonrió—; al menos eso dice mi mamá —la ignoré mirando por la ventana, ya estábamos afuera de la escuela.
Apenas el autobús se detuvo me puse de pie y corrí huyendo de ella. No es que me haya caído mal, había sido la única persona amable conmigo en toda la escuela, pero estaba un poco loca y me intimidó. ¿Qué se creía para llamarme "rabioso"? ¡Rabioso!
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just kids; rdg
Fanfictiondonde rubén y dani son solo niños, incluso de adultos. ⇝ No es un universo alterno. ⇝ Las fechas y datos están un poco cambiados pero la base sigue siendo la misma. ⇝ Los personajes y sus desarrollos son propiamente míos y por ende no van de la mano...