r u b é n
—Mika, es que contigo ya no puedo hacer ningún stream —dije mientras intentaba que se pusiera de pie sobre mis piernas—. Me vas a dejar desempleado, ¿cómo te piensas tú que voy a pagar tus pañales? —frunció el ceño— Vas a tener que darnos soluciones o cagar menos.
Solté una carcajada cuando perdió el equilibrio y cayó sobre mi pecho.
Dani ya me había dicho que los bebes empiezan a gatear a los siete meses así que claramente a Mikaela, de tres, le faltaba bastante aún. Igual insistía con intentarlo, después de todo, un bebé es bastante aburrido así que algo debía de hacer con mi tiempo.
Sujeté bien a la bebé y la senté sobre la mecedora que tanto le encantaba para que ojalá se quedara dormida. Ya había pasado su hora de siesta y si Dani llegaba y la encontraba despierta se me vendría un sermón. Se había convertido en una mamá un poco aprensiva, pero estábamos trabajando en ello.
Pocos minutos después, Mika ya estaba en el tercer sueño. Agradecido, avisé por twitter que empezaría dentro de unos minutos el stream.
Ya instalado, inicié el directo.
—¡Joder, nada les hace felices, eh! —exclamé en broma al leer los mensajes— ¿Qué coño esperaban de mí ahora que soy padre? Y un padre progre, no se crean, que mientras Dani trabaja yo me quedo en casa con la bebé, y aún así estoy acá haciendo stream.
—Rubius, nosotros también somos tus hijos y nos dejaste de lado —dijo la voz de los mensajes, reí negando con la cabeza ante lo que tenía que enfrentarme cada vez que me metía a twitch.
—¡Que tampoco puedo hacer stream en los horarios de antes! Cuando Mika duerme, yo grabo para ustedes, para entreteneros a todos juntos como una familia, ¡y aún así se enojan los cabrones! Y eso que estoy acá haciendo directo en Navidad.
—Haciendo directo en Navidad en vez de estar con su hija, ¿este es tu ídolo?
Una carcajada no pudo evitar escaparse de mi boca.
—No me vais a hacer sentir culpable, chavales, no hoy.
Cerca de dos horas después, corté el directo y salí de mi cuarto de grabación para dirigirme a la cocina, donde por la música infantil, asumí que estaba Dani con Mika.
Cuando empezó el último trimestre, decidimos cambiarnos de casa, algo que fue sumamente difícil para Dani, pues ninguna le contentaba. Si no era la ubicación, era la seguridad; si no era el tamaño de la cocina, era la cantidad de habitaciones. Todas tenían algo malo para ella.
Luego, el agente de bienes raíces nos mostró esta, una villa española en un condominio con cámaras en cada calle. No podría ni aproximarles lo cara que fue la propiedad. La casa tenía dos pisos y seis habitaciones, dos que utilizamos como oficina en la primera planta, una para Dani y otra para mí, y las otras en el segundo piso. Una cocina tan jodidamente grande que parecía de restaurante y un patio tan grande que podría hacer una puta disco con trescientas personas.
Lo único que a Dani no le encantaba era que tenía dos pisos, pero como ninguna otra casa le gustó, le dije que tenía que superar su miedo a los fantasmas, ella, enfadada, me dijo que yo debía superar mi miedo a la oscuridad. Ambos estamos trabajando en eso.
—¡Hola! —exclamó al verme entrar— Mika, mira quién llegó —de ella solo salió un balbuceo inentendible haciéndome reír.
Caminé hacia Dani y besé su mejilla mientras le rodeaba su cintura. La había extrañado. Después de dos meses de estar ambos en la casa cuidando a la bebé, Dani me comentó que se sentía aburrida.
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just kids; rdg
Fanfictiondonde rubén y dani son solo niños, incluso de adultos. ⇝ No es un universo alterno. ⇝ Las fechas y datos están un poco cambiados pero la base sigue siendo la misma. ⇝ Los personajes y sus desarrollos son propiamente míos y por ende no van de la mano...