d a n i
[2 0 0 4]—¡A qué no adivinas! —grité por el pasillo hasta llegar donde Rubén, que estaba con sus amigos.
Yo no era precisamente de ese grupo, pero me recibían siempre con mucho cariño en sus juntadas, al fin y al cabo, era la mejor amiga de sus mejor amigo y donde él iba, yo le seguía.
—Eh, en qué andas, Dan —me saludó Dag chocando mi puño antes de que me fuera donde Rubén.
—Kol me ha invitado a salir —les conté sin parar de sonreír—, ya saben, para celebrar el fin del primer semestre.
—Genial, Dan, me alegro —dijo Iverson, uno de los otros chicos.
Miré a Rubén, que era el único que no me sonreía de vuelta.
—¿Kol Sæther? —preguntó incrédulo, asentí— ¿Y no te preguntas por qué te invitó a salir, Dani? —enarqué la ceja, me molestaba el tono con el que hablaba.
—No lo sé, siempre me dices que soy genial, quizá él también lo cree —respondí borde, él rodó los ojos.
—Es porque recién tienes quince años, un par de tetas de adolescente y una carita de inocente que le encantará quitarte, coño, que Kol tiene casi dieciocho —me separé de él impresionada de la audacia que tenía para decirme eso.
—Bueno... mejor los dejamos solos —comentó Dag, rápidamente los chicos se fueron por el pasillo.
—¿Y tú qué? Haz estado con cuatro chicas este año, sin contar las siete veces con las que rompiste y volviste con Annika, ¿pero apenas yo tengo una cita, ¡mi primera cita!, me vienes a juzgar?
—¡No te juzgo, juzgo a Kol! —bufé.
—¿Entonces si fuera con cualquier otro te daría igual? —asintió orgulloso, me crucé de brazos sintiendo como mi paciencia se agotaba.
Era extraño porque tenía muchísima.
—Kol lleva cerca de dos meses intentando acercarse a mí, Rubén, lo conozco mejor que tú, no eres quién para opinar.
—Bueno, tampoco es como que me contaste eso.
—¡Obvio que no te lo conté! Cada vez que menciono el nombre de un chico te pones así, ¿acaso piensas que no doy la talla de ninguno?
—Al contrario —dijo en español al ver que en el pasillo muchos nos miraban—, ninguno está a tu talla.
—Ah... ¿y tú sí? —le respondí en el mismo idioma, miró a su alrededor nervioso.
—Ni yo —terminó por decir.
—¿Entonces qué? ¡Quieres que yo estar sola toda mi vida! —exclamé, se le escapó una pequeña sonrisa, debí de haber pronunciado algo mal— Eres un idiota —golpeé sin mucha fuerza su pecho y me fui a clases.
—¡Dani, vamos, hablémoslo! —gritó— ¡Dani, no me hagas la ley del hielo!
Todo el año aguanté ver como salía con chicas distintas y cuando por fin me atrevía a salir con otro chico que no es él, no puede ni fingir alegrarse.
Lo peor ni siquiera era verlo salir con muchas chicas, era ver que esas chicas que le gustaban eran todo lo contrario a mí.
—Me alegra que por fin salgas, Dani —dijo mamá mientras me veía probarme los vestidos, no sabía cuál usar aún.
—No sé si tengo ganas ya —admití removiendo mi armario por quinta vez.
—¡No! —exclamó sobresaltándome— Te he visto deprimirte porque él pasa el día saliendo con sus otros amigos y con distintas chicas, y conformarte cuando viene a verte en las noches. No pienso dejar que te limites a conocer personas por un chico que no vale la pena.
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just kids; rdg
Fanfictiondonde rubén y dani son solo niños, incluso de adultos. ⇝ No es un universo alterno. ⇝ Las fechas y datos están un poco cambiados pero la base sigue siendo la misma. ⇝ Los personajes y sus desarrollos son propiamente míos y por ende no van de la mano...