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r u b é n
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—¡Ya entendí que no puedo ser ella, Rubén! —gritó sumamente molesta lanzando una de las fotografías al suelo.

—Pero tranquilízate, joder —le dije de vuelta intentando recoger los trozos grandes de vidrio—. Ni siquiera entiendo por qué estás tan jodidamente enfadada —bufó con burla.

—¡Porque soy yo la única que se esfuerza por mantener esta relación! ¿Y tú qué haces? Nada más que restregarme cuánto la amas en la cara —fruncí el ceño.

—Ana, nunca te he hablado de ella —rodó los ojos.

—¿Estás bromeando verdad? ¡Mira a tu alrededor, Rubén! —apuntó a la sala— ¡Tu casa parece un puto santuario del recuerdo! Está lleno de Dani y eso que nunca vivió acá, pones esas muecas cuando te cuento algo porque recuerdas algo similar que te dijo ella y te niegas a hacer cosas conmigo tan simples como ver anime porque "es algo que hacía con Dani".

Me puse de cuclillas y agarré la fotografía que había roto. Estaba Dani dándole un gran beso a Raspy con Wilson bebé en la repisa de atrás. Tenía una sonrisa enorme y cariñosa, el cabello despeinado, vestía una de mis camisetas y tenía puesta solo una calceta. Era una de mis fotos preferidas, así que la dejaba en el recibidor para que sea la primera que vea al entrar.

Y Ana la había tirado al piso como si no significara nada.

—Tienes treinta años, Rubén, ¿qué vas a hacer el resto de tu vida? ¿Cómo pretendes mantener una relación estando obsesionado con una chica que no te ha hablado en dos años? —preguntó en un tono más monótono— Hay más mujeres dispuestas a amarte, a compartir contigo, ella no quiso. Ya supéralo, por favor.

Me puse de pie y esperando no sonar tan distante le hablé.

—Lo siento, Ana, creo que deberíamos dejarlo hasta aquí —me miró boquiabierta.

—Estás bromeando, ¿verdad? —negué— ¿Me vas a terminar por un fantasma?

—Perdón.

—Estás jodidamente loco —dijo entre dientes y de un portazo salió de mi casa.

Lo cierto es que me dio igual, no llegué a encariñarme realmente.

Un mensaje de Bea no tardó en llegar.

Beap 17:39
Me estás jodiendo, ¿no?

Tú 17:40
No hubo conexión.

Beap 17:40
Eres un caso perdido.

Beap 17:42
Mi amiga Maca seguro que te caería bien!

Tú 17:43
Bea, te quiero, pero por favor deja de presentarme amigas.

Respondió con un emoticón rodando los ojos y con ello dejé el celular de lado y me puse a limpiar los vidrios rotos del suelo antes de que alguno de los gatos lo pisara.

Ni siquiera sé por qué dejé que me presentara a Ana en primer lugar, pero llevaba tanto insistiendo en hacerlo que no pude seguir diciendo que no.

Que llevaba mucho tiempo soltero, que ya era hora, que ya era mayor, pero no sé, no me gustaba ninguna chica. Ana fue la que más toleraba, pero no la quería. Pasé los últimos cinco meses esperando algún nerviosismo, una mariposa en el estómago por último, pero no me provocaba nada.

Me pregunto si a Dani le pasaba lo mismo.

De todas formas, Ana tenía razón, al igual que las dos novias que tuve antes de ella. Debía avanzar en algún punto, olvidarla, mis amigos también lo pensaban, pero yo no me sentía listo para dejarla atrás.

just kids; rdgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora