"La calma después de la tormenta"
Espacio mental de Naruto
El chico se encontraba acostado de espaldas observando el cielo que siempre mostraba un hermoso atardecer en su espacio mental, esa Konoha de un pasado que él no reconocía ya que no vivió en esa época pero aún así mantenía ciertas similitudes con la Konoha actual.
El chico suspiró de cansancio, durante su combate con Gaara sintió como el chakra del tercer Hokage desaparecía lentamente hasta convertirse en nada.
Eso solo significa que el hombre estaba muerto pero aún así su corazón estaba tranquilo. Después de un duro combate con el peli-rojo y su demonio internó o mejor dicho ese ser echó de chakra puro fue reconfortante disfrutar de ese eterno atardecer, sus amigos estaban a salvo y eso tranquilizó su mente.
Seguramente en este momento lo estarían llevando a algún lugar para tratar sus heridas y dejarlo reponer su piscina de chakra. Un suspiro escapó de los labios del rubio y él giró su cabeza en dirección de las barras que aprisionan a uno de los seres más poderosos de este mundo.
El seño de Naruto se frunció le molestaba enormemente esa jaula eso solo era un recordatorio de que aun con un poder abrumador como el que posee Kurama, uno podía ser derrotado.
El rubio levantó su mano y la alineó con su visión esos barrotes aprisionan a un demonio milenario capaz de destruir montañas con el sólo movimiento de una de sus colas, no cabe duda que la muerte esta sobrevalorada, ¿Porqué temerle a la muerte cuando es lo único que te permitirá descansar?, él no lo entiende. Si tan solo le hubieran permitido descansar en su juventud realmente estaría feliz y agradecido con esa persona que tubo el valor y la bondad de acabar con su sufrimiento.
El rubio realmente solía pensar de esa manera, no había ningún apegó a esta vida de mierda, pero eso fue hasta que la conoció, esa chica de cabellera rosada le dio sentido a su existencia, le otorgó un sueño y un propósito al que se aferró con todas sus fuerzas para seguir adelante y olvidar todo ese dolor y soledad que se fue acumulando con los años.
Esas tardes aburridas y sin sentido, las noches frías donde sus temores lo acosaban e invadían sus sueños provocando pesadillas, el interminable llanto y sus súplicas a sus padres que nunca llegaron a oídos de nadie y las siempre monótonas mañanas que le recordaban una y otra vez que su día sería igual durante toda su vida. Esa soledad que carcomía su alma y el rechazo público que lo orilló a la desesperación.
Otro largo suspiro escapó de sus labios y el rubio se llevó una mano a la frente, él cubrió sus ojos por unos momentos y suspiró una vez más, esos recuerdos no le dejaron un buen sabor de boca.
El chico se masajeo los ojos por un momento y le habló a su inquilino.
-- ¿Kurama? -- preguntó el chico, pero al no recibir una respuesta él le llamó de nuevo. -- kurama, ¿Éstas dormido? -- preguntó.
Unos segundos de silencio le siguieron pero la gran bestia resoplo disgustado ya que sabía que el chico no se detendría hasta lograr su cometido.
-- ¿Que quieres mocoso? -- preguntó molesto.
-- Él... solo jugo con migo, ¿Verdad? -- preguntó Naruto en un tono bajo de voz.
Las orejas del zorro se movieron al captar el sonido de la voz de Naruto, apesar de que fue prácticamente un susurro la gran capacidad auditiva del enorme zorro era capaz de escucharlo claramente.
-- Me pregunto en que momento te diste cuenta -- dijo el zorro con una ceja levantada.
-- Fue poco después de entrar en modo sabio, una vez que mi mente se despejo, pude sentir claramente la diferencia de poder y habilidad tan abrumadora que había, fue por eso que di todo lo que tenia en ese combate... Aún así solo me dejo vivir por un capricho, no losé eso fue lo que sentí-- explicó el rubio y giró su cuerpo en la dirección contraria a la jaula dándole la espalda a Kurama.
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Naruto Adiós Mascara-chan
FanfictionMejor leé que soy malo para descripciones (me da pereza)