Naruto Adiós Mascara-chan

Capitulo 11

Memorias parte 2

El niño miro a la mujer por un momento, el nunca la había visto, y esa forma en la que ella lo miraba y le sonreía era nuevo para él. El niño giró un poco su cabeza, se encontraba confundido.

"Hola, disculpa pero... ¿Quién eres?" Pregunto el niño en un tono serio.

La mujer lo miró por un segundo, su sonrisa no desapareció.

"Pequeño Naruto-kun, yo seré quién cuide de ti de hoy en adelanté" le dijo en un tono dulce, ella se giró y agarró dos platós, después de servirlos los colocó en la mesa y una vez más miro al pequeño. "Escuché que te gusta el ramen, así que te preparé un poco" le dijo ella y se sentó, esperó pacientemente a la reacción del niño. El pequeño Naruto la miró un momento más, esos ojos azules nunca se despegaron de ella, su rostro serio e inexpresivo, él ya había tenido muchas malas experiencias con los aldeanos por lo que se volvió muy desconfiado, aunque nunca le hicieron realmente daño o al menos no un daño grave, era suficiente para que él desconfiara de todos.

El silencio inundó el lugar, la hermosa mujer permaneció sentada y sonriendo, después de unos momentos el pequeño Naruto caminó directo a la silla, él se sentó enfrente del plató de ramen, lo observó por un momento y dirigió una mirada a la mujer.

"¿Por qué?" Preguntó el pequeño, una simple pregunta  una muy básica, más sin embargo la sonrisa de la mujer tembló un poco, el significado de esa simple pregunta le dolió. Era evidente la desconfianza del niño, apesar de la tierna edad del infante él no parecía uno, esa inocencia no era mostrada en los ojos del pequeño, ella sintió su interior arder, un profundo enojo surgido en ella; una furia como nunca antes había sentido y una gran culpa se apoderaron de ella. La mujer suspiró y se relajó visiblemente, no quería asustar al pequeño dejando escapar su sed de sangre.

"Te he observado... no pude evitarlo, estabas sentado en ese columpio cerca de la academia y observé que estabas sólo, era tardé y con forme pasaba el tiempo me preocupé, esperé cerca para ver si alguien venía por ti... pero nadie llegó. Decidí seguirte para asegurar que llegarás a salvo, cuando miré el distrito en el que te dirigías, mi preocupación aumentó, pero al ver que entraste a este departamento y ver que nadie más vivía en el edificio... yo simplemente no puedo dejarte sólo" dijo sinceramente la mujer, su sonrisa desapareció y fue remplazada por una mirada triste y dolida, ella le dijo la verdad al pequeño, pero lo que no mencionó es que lo siguió por que le recordaba mucho a un amigó suyo.

El pequeño niño la miró fijamente a los ojos, cómo si estuviera tratando de ver mentiras en sus palabras eso realmente la sorprendió, pero también le dijo lo mucho que el pequeño desconfiaba de las personas, ¿Cuánto dolor y soledad aguantó en su corta vida?. El niño cambió su mirada al plato de ramen frente a él, después de observarlo unos momentos tomó un poco de los fideos y lentamente los dirigió a su boca, después de haber probado el ramen la miró nuevamente,  sus ojos estaban muy abiertos por la sorpresa de que sabía muy bueno.

El joven infante recordó el sabor de los fideos de ese stand de ramen, fue la primera vez que alguien le mostró un poco de amabilidad y la razón de por que le gustaba tanto el ramen, ese era el sabor, esa calidez. La mujer se llevó una mano a la boca ahogando un pequeño sollozo, la escena frente a ella le desgarró el alma, el pequeño niño estaba llorando mientras comía su plato de ramen con una sonrisa.

Ino no entendió por el pequeño Naruto lloraba mientras comía, pero la reacción de la mujer la sorprendió, el dolor en su mirada le dijo que ella comprendía la situación del pequeño. Esa forma en que ella lloraba observando la escena y el trato de los aldeanos que Ino observó, le dieron una pista que ella se negaba a creer.