Ven.

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Milena volvió a su habitación, era bastante tarde y le dolía un poco la cadera, donde Rodolphus la había agarrado con demasiada fuerza.

-Oh dios- se pegó un susto de muerte cuando abrió la puerta y se encontró con Narcissa. -Buenos días Narcissa ¿en qué puedo ayudarte?- intentó sonar casual, a pesar de tener un aura que gritaba sexo.

-Sueles levantarte temprano, por eso me sorprendí cuando no bajaste a desayunar y envié a un elfo a ver si te sentías mal, y vaya sorpresa cuando me dijo que no estabas en tu cuarto- Mila tragó grueso- y Rabastan, siempre tan caballeroso, insinuó que estarías en ciertas actividades con su hermano. Estoy esperando que me digas que es solo un rumor.

Milena suspiró.

-Se lo que pensaras de mí ahora, y que Rodolphus es el marido de tu hermana, pero yo no tengo intención de que ellos se separen, se cual es mi lugar en todo esto.

-No pienso nada malo de ti en este momento, a pesar de que muchas acciones de Rodolphus son reprobables, mucho mas allá de una infidelidad. Milena, tu eres muy joven y no conoces a Rodolphus.

-Nosotros...solo ha sido...-se sonrojó un poco mirándose los pies descalzos- sexo.

-¿Es lo que tu crees o es lo que Rodolphus cree?-la castaña la miro algo confundida.

-¿Qué otra cosa podría ser?

-¿Lo quieres?- cuestionó.

-No, quiero decir...es mi primer hombre, es normal que sienta...cariño por él ¿no?- Narcissa la miró con cierta pena.

-Rodolphus no debió hacerte esto, me parece deplorable que viole jovencitas impuras, pero que te haga esto a ti.

-¡Él no me hizo nada! Yo decidí esto, soy lo suficientemente mayor para decidirlo, se lo que Rodolphus cree y estoy bien con ello. Y Bellatrix también lo sabe.

-A Bellatrix no le interesa en lo mas mínimo con cuantas jovencitas vírgenes se acueste su marido, porque ella es la esposa.

Golpe bajo.

-¿Te crees que no tengo eso muy claro? Se como funciona todo, no soy una ilusa, solo quiero que las cosas sigan como están.

-¿Por cuánto tiempo? Mila, no lo hago para separarte de tu primer enamoramiento, solo no quiero que sea él quien te aleje de un golpe.

-Soy consciente de lo que Rodolphus va a darme, si esa es toda la conversación...

-Vine a decirte que El señor tenebroso vendrá a ponerte la marca, mañana.

-Creí que quería que me instruyera más.

-Te instruirás con la práctica. Ahí tienes tu desayuno- inclinó la cabeza cuando la señora Malfoy paso a su lado.

Se sentó en la cama y tomo a sorbos el té. ¿Por qué debía significar tanto un poco de sexo? Sabía que todos por este lado de la guerra tenían sus perversiones, y no es que supieran guardar secretos, todos sabían que Bellatrix era una zorra hecha y derecha, que Greyback era prácticamente caníbal o la costumbre de Rodolphus y Rabastan de compartir jovencitas, ¿Por qué lo de ella tenía que resaltar tanto?

Se ducho, peino su pelo, armando sus ondas naturales, curvo un poco sus pestañas y se puso un simple y delicado vestido corto color natural. Y miró frente al espejo su obra terminada. Se veía tan dulce, femenina y virgen. Se veía total y completamente virgen.

Tal vez por eso le gustaba a Rodolphus.

¿Ella le gustaba a Rodolphus como mujer o solo porque era algo prohibido para él?

Amor en tiempos de mortífagos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora