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LIZZIE

- Entiendo que tengas miedo -dijo Scar cuando las chicas se fueron al living,- Pero es grande, sabe cuidarse.

- Es que hace mucho que no pasamos tiempo lejos de la otra, y esos meses van a ser una tortura. Dos meses sin verla...

- Yo la voy a cuidar, sí? Quedate tranquila que conmigo va a estar segura.

- Muchas gracias, Scar, en serio.

No tardamos en darnos cuenta de que no se escuchaban ruidos desde el living, y nos pareció extraño ya que siempre que ellas jugaban hacían ruido.

Fuimos al living y las encontramos dormidas en el sillón con todos los juguetes de Rose esparcidos por el suelo.

- A veces creo que estoy de novia con una niña -dije riendo.

- Se llevan tan bien que hasta Megan se debe sentir como una nena mas cuando está con Rose. Mi hija las ama, sabés, no? Son su familia.

Sonreí mientras acomodaba los juguetes. Luego tomé a Megan por la espalda y cintura y la alcé para llevarla a la cama.

- Querés que Rose se quede? -pregunté viendo que estaba tan cómoda en el sillón.

- No, tranquila, la llevo a casa.

- No nos molesta, Scar, podés dejarla si querés, a parte la voy a extrañar cuando me vaya.

Dudó un poco pero luego asintió.

- Está bien, pero dejame que yo la lleve a la cama, sí? Y voy a juntar los demás juguetes.

Llevé a Megan a nuestra habitación y delicadamente la dejé sobre la cama. Se removió un poco pero siguió durmiendo. Luego llegó Scar con Rose en brazos y la dejó al lado de mi novia.

Nos despedimos y bajé a abrirle la puerta. Al despedirnos fui a la cocina para lavar las cosas.

Oí pasos por la escalera, pensé que era Megan.

- Al parecer una princesa se levantó para estar con su amante... -dije, pero al darme vuelta vi que era Rose, estaba medio adormilada.

- Soy yo, tía.

- Sí, me di cuenta, amor. Qué pasó que no estas durmiendo?

- Tenía sed.

- Te sirvo agua y a dormir, sí?

Ella asintió

MEGAN

Faltando solo un día para que Lizzie viajara, yo tenía pensado ir a comprar un par de cosas que necesitaba para el viaje pero cuando se lo dije, me tomó de la muñeca y me llevó de nuevo a la cama.

- Demasiado temprano para que vayamos a algún lado -dijo mientras me estrujaba entre sus brazos impidiéndome salir.

- Pero, amor, hay que salir ya porque sino se va a llenar de gente -respondí tratando de que me soltara.

- No podemos quedarnos durmiendo un ratito al menos? -preguntó, pero cuando vio que iba a negarme, tu sonrisa se torció un poco y su mano bajó por mi cintura hasta llegar a mi pierna y luego trató de acercarse a donde más sensibilidad sentía pero la frené- O podemos no dormir nada, si querés.

- Lizzie...

En respuesta, se quejó y me apretó contra ella. Ya me había dado por vencida cuando traté en broma de que me soltara. Lizzie siguió el recorrido que había iniciado con su mano y tocó mi cuerpo como ella sola sabía  que me gustaba.

- Estás jugando sucio -dije riendo.

- No lo estás disfrutando? Si querés paro -respondió ella sabiendo que seguía jugando sucio.

- Si llegamos tarde...

- Si llegamos tarde va a ser mi responsabilidad... pero te voy a hacer disfrutar tanto que va a valer la pena.

Nos quedamos media hora más en la cama hasta que decidimos irnos a bañar juntas. 

Para cuando llegamos al aeropuerto, yo ya estaba un poco caída pensando en cuánto tiempo íbamos a pasar sin vernos. Traté de que Lizzie no lo notara porque no quería que ella se pusiera mal. Scarlett y Rose nos acompañaron para despedirla.

- Bueno, tengo que entrar por acá y no puedo ir acompañada -dijo Lizzie frenando frente a una de las entradas.

Saludó primero a Scarlett y a Rose y por último a mí. Estuvimos un rato abrazadas.

- Cuidate mucho, sí? Me dijeron que son dos meses de grabación allá y después vuelvo con vos -dijo sin soltarme.

MEGAN

Cuando se alejó miró a Scarlett.

- Si puede quedarse a dormir con ustedes o si al menos pasa la mayor parte del día con ustedes, yo me quedo tranquila -dijo.

- Estate tranquila que voy a tratar de que esté con nosotras siempre que pueda -respondió Scar.

Cuando Lizzie se fue, casi me largo a llorar. Con las chicas comimos en un restorán.

- Cuándo vuelve la tía? -preguntó Rose.

- En dos meses -respondí.

- Vos te vas a quedar a vivir en casa mientras?

- No, voy a ir a visitar, pero no voy a vivir allá.

- Meg, sabés que no hay problema con que te quedes los dos meses. Lizzie estaría más tranquila incluso -propuso Scar.

- Gracias por la propuesta, pero no voy a quedarme a vivir. Quiero hacer mis cosas tranquila. Tengo casi diecinueve años y necesito independizarme. 

- Bueno, pero sabés que sos bienvenida

Esa noche, al llegar a casa me sentí sola por primera vez en meses. Extrañaba saber que Lizzie llegaría a casa. Pensé "son sólo dos meses, después vuelve y no se va".

Entonces me llamó por teléfono.

- Hola? -dije.

- Hola, amor. Ya llegué al departamento.

- Qué bueno, cielo. Yo recién llego a casa.

- Cómo estás? Te vi media caída cuando nos despedimos.

- Es que es difícil estar sin vos, pero sé lo importante que es ese trabajo y por nada del mundo lo arruinaría.

- Te voy a llamar todos los días, sí?

- Sí.

- Cenaste?

- Todavía no. No tengo muchas ganas.

- Hagamos videollamada y comamos juntas.

- Allá son las cinco de la mañana, amor. Andá a dormir. Yo voy a cenar ahora.

- Segura? Mirá que no me molesta quedarme a charlar con vos.

- Lo sé, pero igual, andá a dormir que necesitás estar fresca para la primera grabación.

- Te amo.

- Te amo, cielo, que descanses.

Esa noche me costó dormir con la cama vacía, necesitaba abrazar a alguien o algo por lo que enrollé la frazada y  crucé las piernas con la frazada para sentirme al menos un poco más acompañada.

ELIZABETH OLSENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora