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MEGAN

A la hora de almorzar, quise levantarme del sillón en el que nos habíamos acostado, pero ella soltó un quejido, habíamos estado más de media hora abrazadas.

- Toqué alguna lastimadura? -dije.

- No, no quiero que te vayas -respondió con su rostro enterrado en mi pecho y sus manos aferrándome.

- Tengo que preparar el almuerzo, amor.

- Comemos después...

- Lizz...

- Por favor -pidió y no pude hacer más que quedarme abrazándola.

Le hice mimos en la espalda, ella no hacía nada, sólo se movía un poco para acomodarse de vez en cuando.

Me quedé dormida en la posición en la que estábamos. Desperté sintiendo cosquillas en mi zona baja, Lizzie me besó los labios, los cachetes y luego todo el cuerpo.

- Buenas tardes, princesa -dijo.

- Hola -dije sonriéndole, la rodeé con mis brazos.

- Quería que despertaras de buen humor... -dijo y bajó su cabeza hasta llegar a mis labios inferiores.

No pude contener los gemidos, por mucho que intentaba no podía. Puse mi mano sobre mi boca, pero Lizzie la corrió poniéndola sobre mi cabeza.

- No te contengas, no hay nadie en casa -dijo.

Siguió dándome besos, insertó dos dedos en mí mientras yo no podía parar de largar gemidos.

Cuando acabé, me posicionó sobre sus piernas, ella sentada en el sillón, yo mirándola de frente, con una pierna a cada lado de su cintura, Lizzie con sus manos apoyadas en mis muslos.

- Estás mejor? -pregunté acariciándole el rostro.

- Cómo no estarlo... -respondió sonriéndome.

- En serio, amor...

- Sí, estoy mucho mejor...

- Hoy vamos a hacer la denuncia.

- Quiero que nos quedemos en casa, juntas -respondió aferrándome más desde la cintura para pegarme a ella.

- Y yo quiero que se haga justicia, porque si no voy yo a matarlo es porque no soy alguien demasiado intimidante que digamos...

- A mí sí me das miedo cuando te enojás -dijo pero en parte se notaba que lo decía en chiste.

- En serio?

- Ajá... -respondió haciéndose la que tenía miedo.

La abracé y le di un beso en los labios.

- Mañana voy a hacer la denuncia -dijo.

- Vamos -le corregí.

Asintió, con una mano recostó mi cabeza en su hombro. Entonces recordé que yo estaba desnuda, cuando sentí el roce se su pantalón con mi parte baja sin nada que la tapara.
Me estás por levantar para buscar mi ropa, pero me frenó.

- Me gusta así -dijo, sabiendo que iba a ir a ponerme ropa.

- No es justo que yo sea la única sin ropa...

- A mi me parece perfecto -rió.

LIZZIE

Casi una hora después de estar en la misma posición, con ella sobre mí y yo acariciándole la espalda desnuda, se separa de mi pecho.

- Decís que las nenas querrán volver a casa? -preguntó preocupada.

- Si Scar no tiene drama en cuidarlas, por mí mejor, de última le decimos que venga Rose varios días así le devolvemos el favor.

Asintió y se paró.

Yo solté un quejido porque quería seguir así.

- Vamos a almorzar -dijo y extendió la mano hacia mí para ayudarme a levantarme.

Pero yo la tiré sobre mí otra vez y la envolví con mis brazos.

- Amor! -dijo riendo.

- Un ratito más...

- No, no almorzamos, vamos ahora a un restorán.

Me miró seria por lo que hice pose militar y me paré dejándola sobre sus pies.

- Así me gusta -rió.

La tomé delicadamente del cuello y la acerqué para besarla.

Fuimos a almorzar y después, cuando terminamos, casi me obligó a ir a denunciar, fue sutil pero de todas formas me hizo saber que era lo que debía hacer.

Estuvo a mi lado todo el tiempo, sin querer irse ni cuando me llamaron para declarar.

Al salir, me dieron escalofríos de sólo pensar en lo que había hecho, me había animado a denunciarlo, algo que creía imposible. Valoraba tanto a la mujer que tenía a mi lado, la amaba demasiado.

- Vamos a casa a ver una película? -preguntó.

- Sí, amor, vamos -respondí sonriéndole.

MEGAN

Ya en casa, nos acostamos, ella abrazándome por detrás, yo chequeando que las nenas estuviesen bien, mandándole mensajes a Scar.

- No hay manera de que estén mejor -dijo Lizzie-. Dejá el celu, amor.

Lo dejé en la mesa de luz y me di vuelta para abrazarla de frente. No quería ver la película en realidad, quería dormir.

Ella me hizo mimos en la espalda hasta que me dormí

Tiempo después, estaba en el set, Lizzie había querido acompañarme, no sabía por qué. Ella solía quedarse en casa practicando cuando no tenía que ir, pero hoy había decidió venir conmigo.

- Cómo está mi princesa? -preguntó sonriendo cuando terminé una escena y pude irme a tomar algo.

- Cansada... encima ahora viene una escena fuerte...

Me miró con ternura y pasó su mano por mi mejilla.

- Querés ir a casa?

- No, Lizzie, sabés que no puedo irme cuando quiera... es Marvel.

- Si no das más, nos vamos, me importa una mierda Marvel.

- Amor... tranquila, qué pasa que estás agresiva? -pregunté, ahora era yo quien la miraba con ternura.

- Nada... sólo que no quiero que te exijas de más.

- Voy a estar bien... te amo -dije antes de darle un beso y volver a donde estaba para seguir trabajando.

La escena era con Hailee Steinfield, era la primera vez que actuábamos juntas pero nos llevábamos demasiado bien, teníamos la misma edad y nos reíamos mucho juntas. Tenía que tener un ataque de pánico y Kate Bishop, su personaje, tenía que consolarme, luego terminaríamos siendo pareja, según el guión, por lo que se tenía que notar la química.

Ambas sólo estábamos actuando, eso estaba claro para todos... bueno, para todos menos Lizzie que cuando terminamos la jornada no cambió su cara de culo hasta que llegamos al auto y le hablé.

- Qué pasa?

- Nada.

- Amor...

- No quiero hablar ahora.

Asentí, ya en casa hablaríamos.

ELIZABETH OLSENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora