ELIZABETH OLSEN

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MEGAN

Lizzie llamó al colegio mientras yo miraba a las nenas en la pileta, Simón no había querido meterse por lo que lo tenía en mis piernas.

- Listo -dijo mi futura esposa llegando desde adentro de la casa, aún con su camisa impecable y su jean negro.

- Están inscriptas? -pregunté.

- Sí, hay que presentar la documentación y ya está.

Se sentó a mi lado sobre la manta que puse en el pasto, posó su mano en mi espalda y comenzó a trazar círculos con sus dedos.

- Querés ir hoy? -inquirí.

- Como quieras, habría que llamar a la niñera.

Asentí. Simón estaba muy inquieto en mi regazo. Aun no caminaba pero lo intentaba y balbuceaba algunas palabras que solo yo le entendía.

La niñera llegó mas temprano de lo que le dijimos, pero nos convenía ya que tardaríamos menos. Llevamos a Simón que quería estar siempre con alguna de nosotras ahora que se desacostumbró al jardín por haber faltado unos días.

- Hay algo pendiente hace mucho -comentó Lizzie mientras yo chequeaba que Simón estuviese bien sujetado en su asiento del auto.

- Ay, no, en qué problema nos metimos -pregunté en broma.

- En uno muy hermoso llamado matrimonio. Te habías olvidado?

- Me podré olvidar de muchas cosas, pero jamás de eso.

- Bien, quiero que sea ya. No quiero posponerlo más.

- Estoy de acuerdo -sonreí-. Dame unas semanas para organizar y estamos.

- Querés vestido blanco?

- Me gustaría uno tranqui, ni muy lujoso ni algo que parezca pijama. Vos querés vestido?

- Puede ser... tendría que ver las opciones, pero quiero que la protagonista seas vos -respondió posando su mano en mi muslo.

- Yo quiero que seamos las dos... quiero verte entre toda la gente y saber que voy a pasar el resto de mi vida a tu lado.

La vi sonreír y no pude evitar hacerlo también.

- Las nenas querían los vestidos de flores y mariposas... no sé si los seguiran queriendo -comenté.

- Seguro que sí, Mati va a querer uno de esos trajes de super héroe y Simón no tiene mucha elección que digamos -respondió.

Al llegar a la escuela Lizzie tomó a Simón mientras yo agarraba mi cartera. Entramos de la mano, nos recibió una secretaria que nos llevó a una oficina donde esperaríamos a la directora.

- Sabés que me suena el nombre de este colegio... -dije mirando el cartel que había con el logo de la institución.

- A mi también...

Nos sentamos en frente al escritorio y la directora no tardó en llegar.

- Buenos días... bienvenidas -dijo con una sonrisa.

- Muchas gracias -dijimos ambas.

- Bueno, me dijeron que querían anotar a cinco niños, puede ser?

- Sí... tres nenas y dos nenes -respondió Lizzie.

- Imagino que este galán será uno de ellos, no?

- Sí, tiene casi un año.

- Bueno, habría que llenar unos formularios y necesito copia del documento de cada uno... Sabrán que somos muy estrictos con la documentación y la privacidad en este lugar. Se van a dar cuenta de que tenemos muchos hijos de famosos, como la hija de Scarlett Johanson.

- Aah, por eso nos sonaba conocido el nombre, es el colegio de Rose -dije.

- Sí, supuse que tenían relación con Scarlet, ella les podrá comentar cómo funcionan la mayor parte de nuestras instalaciones.

Le dimos los documentos y comenzamos a llenar los formularios.

-Lila iría al grado de Rose, no? -pregunté.

- Sí, por lo que veo, mejor, ellas se conocen? -inquirió la directora

- Sí, son amigas desde que adoptamos a Lila.

- Bien, mejor. Con respecto a la privacidad, no permitimos el uso de celulares en las clases y tampoco está permitido que se tomen fotos, dado a que muchos son conocidos, queremos preservar su imagen lo que más podamos. De ser necesaria alguna foto anual o para promocionar el colegio, les haremos llegar una autorización.

Asentimos, ambas sorprendidas por lo bueno que parecía ser el colegio.

- Bueno, pueden venir mañana mismo todos, sí? Los más chiquitos pueden hacer la semana de adaptación de ser necesario, y se retiran unas horas antes.

- Sí, no creo que haga falta, pero muchas gracias. Nos vemos mañana -respondí.

Ya en casa, estaban todos haciendo cosas distintas, Emma con la tablet, Matías cocinando, Eva mirando la tele y Lila con la computadora.

La niñera estaba yendo de un lado a otro tratando de pasar tiempo con cada uno, pero era obvio que era demasiado.

La saludamos y se fue.

- Bueno, a partir de ahora finaliza el horario de aparatos tecnológicos. Todas las pantallas se apagan en uno... -comenzó Lizzie- quien no esté en la sala a la cuenta de tres no come helado... dos... -para ese momento ya estaba Eva sentada en el sillón frente a nosotras y se oía a Matías y Emma correr hacia nosotras-... tres... Quién falta?

LIZZIE

Estaban todos menos Lila, así que fui hacia donde estaba ella.

- No vale, la compu es mas dificil de cerrar! -se quejaba mi hija.

- Lo siento, las reglas son las reglas, princesa -dije y me acerqué a levantarla de la silla, la puse sobre mi hombro y ella empezó a reír.

-Mamá, basta, me voy a hacer pis de la risa! -gritaba Lila pataleando en mi hombro.

Fui hasta la sala donde me esperaban los demás, Megan con Simón y Matías en sus piernas, Eva y Emma en el sillón a su lado.

- Bueno, les presento a la perdedora de esta noche, la que se quedará sin comer helado -dije mientras dejaba a Lila en el piso.

- No vale!

- Podemos someter a votación si Lila merece helado, no? -propuso Megan.

Lila me miró con esperanzas y asintió.

- Ok, empezando por Eva, crees que Lila debería comer helado?

- Sí!

-Emma?

Emma se rió y típico de su edad queriendo llevar la contraria dijo que no.

- Matías?

- Si!

- Para mí no, porque las reglas son las reglas, y Simón no vota, así que siendo dos contra dos, desempata mamá -dije.

Megan se hizo la que dudaba con sus mejores dotes actorales y luego dijo:

-Jueces, para mí es un sí rotundo.

Lila sonrió y fue a abrazarla.

- Así de fácil te vendés? -le dije.

- Al menos ella sí quiere que coma helado -respondió Lila y me sacó la lengua a modo de burla.

Megan la abrazó mientras me miraba con la misma expresión de victoria porque ahora Lila la amaba más, aunque era obvio que yo era su favorita.