14

1.8K 82 2
                                    

MEGAN

Me besó en los labios con pasión. Lentamente se arrodilló en el piso apoyando cada una de sus manos sobre mis rodillas. Agradecí tener pollera y no estar obligada a esforzarme más de lo necesario para poder disfrutar. Con la mano que tenía en mi pierna izquierda recorrió mi muslo ahora desnudo ya que me había levantado al pollera. Pasó por el estómago, el pecho, ejerció cierta presión en el pezón y llegó a mi cuello. Creí que lo iba a rodear con los dedos pero me echó la cabeza hacia atrás para que la apoyara sobre el respaldo del sillón. Cerré los ojos, porque no creo en la frase "ojos que no ven corazón que no siente"; siempre percibí su tacto con mayor intensidad cuando cerraba los ojos, como si la sorpresa y la intriga de no saber en dónde va a tocar la proxima vez me hicieran aún más partícipe de la emoción. Me bajó las bragas hasta las pantorrillas y agachó su cabeza, cuando sentí la respiración de Lizzie sobre mis muslos, me abrió las piernas con delicadeza a tal grado que podía meterse sin problemas. Procedió abriéndome la camisa, besó mi abdomen sutilmente, siguió el recorrido con los labios hasta la ingle, allí se detuvo para pararse, sentándose sobre mis piernas mirándome a los ojos ahora que había levantado la cabeza para observarla, bajó su mano hacia mi vulva. Con el dedo índice y el anular, abrió mis labios y los introdujo lentamente por mis labios menores. Antes de curvar los dedos ya dentro de mí, me besó y, con su lengua en mi boca, sentí cómo me estremecía al notar sus dedos doblándose en mi interior. Con el pulgar masajeó mi clítoris hasta que comencé a gemir en su boca. Nuestros jadeos se mezclaron y fue dificil distinguir quién de era la voz que más aullaba de placer.

Desperté con su brazo sobre mi pecho y su cara a centímetros de la mía. Me levanté de a poco para verla dormida. El momento era pacífico, solo nosotras dos en la habitación, ella dormida yo observándola.

Le acaricié la espalda hasta que comenzó a despertar.

- Buenos días, princesa -dijo sonriendo.

- Bueno días, amor, vamos a desayunar?

Asintió lentamente pero aún sonriendo. Nos levantamos y fuimos a la cocina, mientras yo preparaba el café, ella hacía las tostadas.

- Sabés cuándo empiezo a trabajar en la película de Mujercitas? -dijo.

- Cuándo? -pregunté mirándola.

- Pasado mañana, me avisaron hoy.

- Qué? No pueden avisarte tan tarde...

- Es que solo se trata de la prueba de vestuario, después me confirman la fecha de grabación.

Se acercó a mí por detrás y me rodeó la cintura con sus brazos.

- Vas a estar menos tiempo en casa... -dije- Pero si es de trabajo debés hacerlo.

Apoyó su cabeza entre mi hombro y mi cuello.

- Lo que te pido es que no descuides tu salud por eso, sí? Vos estás antes que cualquier papel y no voy a permitir que te estreses o que te dé ansiedad por esto, Lizzie, entendiste? -pregunté aún batiendo el café.

- O si no qué? Vas a llamar a mi mánager para que cancele el contrato? -dijo riendo- Igual no va a suceder, Meg, pero no podemos hacer nada por mi ansiedad.

- Sí que podemos. Tendríamos que cortar el problema de raíz, haciéndote tomar vacaciones y descansar.

- Pero no va a pasar, así que mientras tanto con que me vayas a buscar al set me conformo.

- Voy a ir todos los días, quizás alguno no pueda por las grabaciones con Marvel, pero voy a intentar. Por cierto, cómo vas a hacer con ellos?

- No te conté?... -puso cara de apenada- Wanda muere...

La miré seria y entristecida, casi a punto se llorar, hasta que la vi reir. Me abrazó más a ella haciéndome sentir sus pechos en mi espalda

- Era un chiste, cielo, cómo te lo voy a contar así de brusca? -dijo riendo- Solo vamos a intercalar días de rodaje, para que no se mezcle tanto.

Esa tarde fue tranquila, no hicimos más que ver la televisión y jugar juegos de mesa.

Al otro día despertamos ambas por los truenos. Afuera llovía a cántaros y mi instinto fue apretarme más contra Lizzie.

- Amor? -dijo- Tenés miedo?

- No, solo me asusté.

- Querés que te quite el miedo? -no sé cómo me di cuenta de que estaba sonriendo.

- Estaba pensando en algo... -dije tratando de que creyera que iba a cambiar de tema.

- Qué cosa?

- Que quizás convenga que esta vez yo me saque el miedo de otra manera... Hace varios días que no soy yo la que te toca a vos.

- Ah, así que era por ese lado -dijo riendo-. Sabés que en general yo tomo ese puesto, pero ahora es todo tuyo, estoy a tu merced.

Me agaché para cumplir mi cometido acercándome a ella, pero de la nada sus manos me tomaron de las muñecas y me estamparon contra el respaldo de la cama.

- Ni se te ocurra volver a querer tomar el control otra vez, era solo un chiste para ver qué hacías pero soy yo quien maneja la situación -dijo con su boca a centímetros de la mía.

LIZZIE

En menos de cinco minutos ambas estábamos casi desnudas, ella atada al respaldo de la cama. Seguí el recorrido de su pecho hasta las bragas, se las saqué. Metí dos dedos de imprevisto a lo que ella gimió, por lo que le puse las bragas en la boca para acallar sus gritos.

- Sh, sh... -dije.

Continué penetrándola hasta que sentí que se venía. Con sus fluídos en mis dedos, le saqué las bragas de la boca y metí los dedos. Los limpió lentamente. La desaté.

- Menos mal que no me dejaste tomar el control, no sé si hubiese podido superarte -dijo entre jadeos con sus brazos alrededor de mi cuello.

MEGAN

Cuando Lizzie comenzó a trabajar en las dos películas a la vez, la noté más cansada de lo normal. No dormía ni comía bien por el estrés.

- Amor -dije un viernes que ella acababa de llegar del trabajo.

- Sí?

- Te noto agotada, cielo, no creo que sea buena idea que sigas trabajando así como lo hacés... Estás más flaca, dormís menos... Cómo puedo ayudarte?

- Tranquila, princesa, estoy bien. Solo faltan unos meses para que terminemos la filmación de Marvel, después de eso todo va a ser más tranquilo.

- Cuando ya no tengas estabilidad ni emocional ni física? Sí, creo que todo va a estar más tranquilo - dije sarcásticamente.

Ella sonrió y me abrazó.

ELIZABETH OLSENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora