MEGAN
Nos sentamos en el pasto donde habían dejado comida sobre un mantel.
- La Luna! -gritó Matías mirando hacia arriba.
- Está re linda... -dijo Emma muy sorprendida.
- Desde acá siempre se ve así la Luna? -preguntó Eva.
- No sé... espero que si -respondió mi novia.
- Voy a extrañar la playa -comentó Matías algo triste.
- Podemos seguir yendo, no tan seguido, claro, pero vamos a ir cuando podamos.
- A parte, esta casa tiene bosque! -exclamó Lila.
-Es como en las películas -dije-. Me encanta la casa... Liz, no pudiste haber elegido mejor.
Mi novia me sonrió y me dio un beso corto.
- Hablando de películas... -comenzó Lila-. Quiero actuar, como ustedes...
- Qué lindo, amor, ya vamos a ver dónde podés tomar clases -dije.
- Pero quiero actuar en películas como ustedes... o quizás no tan famosas, pero no quiero algo chiquito.
- Bien, soñando en grande -reí y me extrañó que Lizzie no dijera nada.
- Vos qué pensás, mamá? -preguntó Lila mirando a mi novia.
Antes de que ella respondiera, la tomé de la mano porque ya sabía que estaba a punto de decir algo que podía hacer sentir mal a nuestra hija.
- Ya vamos a hablar de esto, Li.
Lila sabía que algo pasaba, pero también sabía qué iba a pasar si insistía en ese momento, por lo que no dijo nada más, me miró a mí solamente, a lo que yo le hice señas de que se quedara tranquila, trataría de hablar yo con Lizzie.
Comenzamos a comer lo que habían comprado, muy buenas elecciones, a decir verdad.
Cuando terminamos de comer todo, hasta los chocolates, fuimos con Lizzie a lavamos los dientes y después mandamos a las nenas a que hicieran lo mismo.
Mientras esperábamos sobre el colchón inflable, me di cuenta de algo.
- Beth? -llamé a mi novia.
- Beth? -dijo extrañada.
- Sí... no te gusta? Es que todo el mundo te dice Lizzie... quería un nombre que sólo yo te dijera.
- Vos sos la única que me dice amor...
- Lo sé, como debe ser -dije haciéndome la seria-. Pero me gusta decirte Beth, a veces, me gusta tambien Lizzie, pero amor va a ser siempre mi favorito.
Sonrió y me besó.
- Yo no tengo un apodo para vos -dijo haciéndose la triste.
- Me llamás de muchas maneras cuando no nos ve nadie... -respondí sonriéndole.
- Pero esos son nombres para lo sexual, quiero algo más tierno...
- Me gusta cuando me decís Meg, suena diferente a cómo lo dicen los demás
- Cuando se me ocurra uno te lo digo -respondió sin poder dejar el tema de lado.
Asentí y me apoyé en su pecho.
- No tuviste náuseas después de lo que pasó en el museo? -preguntó.
- No... por suerte no.
- Sé que no te gusta la idea, pero me parece que lo mejor va a ser tener guardaespaldas. Quizás no siempre, pero al menos cuando estemos con las nenas...
- Quiero que se sientan como nenas comunes... no quiero que tengan que ver cómo siempre tienen a alguna persona cerca que no somos nosotras...
- Yo me sentiría más tranquila si sé que siempre están vigiladas.
- Suena invasivo.
- Lo es, aunque lo odie, pero son nuestras hijas, Meg, si alguien las hace sentir como vos te sentís cuando hay tanta gente... ya me dan ganas de mandar a todos a la mierda cuando te hacen sentir ansiosa a vos, imaginate a ellas que no tienen las herramientas de un adulto...
- Bueno...
- Bueno?
- Está bien, acepto los guardaespaldas.
- En serio?
- Sí, pero sólo si están lejos, no pueden interrumpirnos... y que las nenas ni se enteren cuando estén.
- Esta bien.
- Y con vos también tienen que estar.
- Bueno... trato?
- Trato.
Se dio cuenta de que yo estaba más seria.
- Sé que no te gusta esto, amor, lo sé. Pero no te parece que es lo mejor? -dijo.
- Me parece que es la mejor opción dadas las circunstancias, pero no es lo que quiero.
- Prometo compensarlo terminando lo que empecé en el baño -dijo y la sentí sonriendo.
Entonces volvieron las nenas del baño.
- Todas se lavaron los dientes? -pregunté sentándome.
- Sí -respondieron.
- Bueno, cada una a su bolsa de dormir -dijo Lizzie.
- Cuándo vamos a ir al set? -preguntó Lila cuando todas estuvieron acostadas.
- Yo mañana voy a la tarde para firmar un contrato por otra película de Marvel, así que cuando vuelva a trabajar vienen.
- Mamá? -la voz de Matías sonaba asustada.
- Sí? -dijimos Lizzie y yo al mismo tiempo.
- Tengo miedo.
Me incorporé inmediatamente, sentándome.
- A qué le tenés miedo?
Lizzie hizo lo mismo que yo a mi lado.
- A que no hay techo... y no sé... me da miedo...
- Vení, amor, acostate con nosotras -dije.
Él vino y se acostó a mi lado, dejándome entre él y Lizzie.
- No sabés a qué le tenés miedo? -pregunté.
- No...
Comenzó a llorar, yo lo acurruqué en mi pecho para que supiera que estaba ahí. Lila se levantó de su bolsa de dormir y se acercó a sus hermanas.
- Vamos a recorrer la casa así vemos dónde dejar nuestras cosas cuando nos mudemos? -propuso mirando a Emma y Eva.
Ellas dijeron que sí y se fueron, antes de pasar por la puerta, Lila nos miró y yo le agradecí, lo había hecho para dejarnos un moment con Mati.
- Puede ser que estés angustiado porque no sabés a que le tenés miedo? -dije cuando se fueron.
Él asintió.
Miré a mi novia, que no decía nada, simplemente nos miraba.
- Te da miedo que aparezca algo? -pregunté.
- Sí.
- Qué puede aparecer?
- No sé... alguien? Un animal?
Miraba al suelo, y los faroles del jardín le iluminaban las lágrimas que se le estaban formando.
- Mirame -dije tomándolo delicadamente del mentón-. Estás con nosotras, alguna vez pasó algo malo cuando estabas con nosotras?
Él negó con la cabeza.
- Entonces? Esta no va a ser la excepción. No va a aparecer nada ni nadie, y si aparece, no te olvides que somos superheroinas.
Lo vi sonreír y me alivié un poco. Mi novia pasó su mano por mi cintura y me acarició el costado.
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ELIZABETH OLSEN
Novela JuvenilMegan Smith, reconocida actriz estadounidence/argentina, de dieciocho años comienza a trabajar en Marvel, por lo que conoce al elenco y más que nada a una de ellos desde muy cerca.