Briar solo estaba tratando de sobrevivir a su educación en Hogwarts con los constantes problemas que sus compañeros de estudios parecían comenzar, pero el Ministerio de Magia estaba decidido a ayudar a cada estudiante a encontrar su alma gemela a tr...
Unos meses después, cuando Briar estaba sentada en la sala común de Slytherin, leyendo un libro de pociones, Pansy y Malfoy entraron a tropezones en la habitación, tomados de la mano. Ambos se hundieron en otro sofá en la habitación y comenzaron a besarse. Briar abrió mucho los ojos y comenzó a empacar sus cosas con disgusto, justo cuando el profesor Snape entró en la habitación.
Miró a la pareja con una expresión de horror igual que Briar y lanzó un hechizo para separarlos.
–Quiero que todos se reúnan en mi salón de clases en 20 minutos. Tengo que dar un anuncio– Dijo con evidente disgusto en su voz
Snape salió de la habitación, con el disgusto claro en sus ojos mientras se giraba, su túnica azotando detrás de él por sus bruscos movimientos. Briar se puso de pie y suspiró – Iré a buscar a las chicas a sus dormitorios. ¿No deberías ir a buscar a los chicos, Malfoy?
Malfoy puso los ojos en blanco, pero se levantó para dirigirse a los dormitorios de los chicos. Briar se apresuró y llamó a todas las puertas de las niñas, diciéndoles lo que dijo Snape. Briar terminó de alertar a todos y luego se dirigió al salón de clases de Snape.
Una vez que llegó allí, los asientos estaban llenos, por lo que se paró al lado de la mayoría de los estudiantes. Pansy estaba de pie junto a Briar con los brazos cruzados mientras esperaba que Snape continuara con el anuncio.
Snape esperó hasta que llegaron los últimos estudiantes antes de hablar con su lento acento – Me dijeron que les informara del Baile de Navidad que organizaremos este año, ¿Sospecho que todos ustedes ya saben... cómo bailar formalmente?
La mayoría de las cabezas alrededor de la habitación se movieron en respuesta a su pregunta, pero Snape parecía estar ignorando a los pocos estudiantes que no asentían con los demás. Suspiró – Deben llevar citas... al baile. Si no eres de cuarto año o más debes tener una cita para asistir... Ahora, salgan de mi salón de clases.
Todos salieron arrastrando los pies de la habitación después de que concluyó la breve reunión. Muchas de las chicas se rieron y susurraron sobre el próximo baile, pero Briar ya había decidido que no iría. Había cosas más importantes que podía hacer en sus vacaciones de Navidad, como pintar, dibujar o trabajar en su ensayo de pociones.
Briar y los demás estaban en pociones la semana siguiente. Ella estaba tratando de concentrarse en su trabajo mientras todos a su alrededor susurraban sobre el próximo baile.
Malfoy y Pansy iban a ir juntos, y Crabbe le había preguntado a Millicent. Theodore Nott le había preguntado a Daphne, y ella había accedido a ir con él ayer. Briar era la única de su habitación a la que no le habían preguntado, y se había sentido aliviada de que la dejaran sola. No tenía ningún interés en ir al Baile de Navidad.
Mientras Briar trataba de concentrarse en el trabajo de clase, escuchó a los cercanos Potter y Weasley susurrándose entre sí quejándose de que aún no tenían citas.
–Esto es una locura. A este paso, seremos los únicos que quedarán en nuestro año sin citas– Se quejó Ron.
Snape pasó junto a los chicos que susurraban en voz alta y golpeó a Ron en la nuca. Briar abrió mucho los ojos cuando las comisuras de sus labios se contrajeron. Si no hubieran sido tan ruidosos al respecto, podrían haberse salido con la suya.
Las cejas de Briar se fruncieron cuando el fuerte susurro de Ron continuó solo unos segundos después.
–¡Bueno, nosotros y Neville!– Murmuró.
–Pero, puede bailar consigo mismo– bromeó Potter, pero Briar no entendió el remate.
–Puede que te interese saber que Neville ya tiene a alguien– El tono agudo de Granger se infiltró en sus lloriqueos
Una irritación había comenzado a asentarse en los huesos de Briar, y se sintió sumamente molesta de que a esos tres se les permitiera continuar hablando durante la clase. Sus ojos encontraron a Snape al otro lado de la habitación. Ocultaba su rostro detrás de una carpeta de tareas, pero parecía indiferente a la conversación en curso.
En respuesta al comentario de Granger, Ron jadeó – Ahora estoy realmente deprimido.
Potter la miró boquiabierto mientras Ron se hundía más en su asiento.
Briar les puso los ojos en blanco y frunció el ceño mientras intentaba concentrarse en su tarea. Malfoy le dio un codazo huesudo y replicó – ¿No son idiotas?
Sin levantar la vista, puso los ojos en blanco y respondió –Eres insoportable, Malfoy. Déjame estudiar en paz por el amor de Merlín.
Una vez que Briar terminó su tarea, se la entregó a Snape y salió furiosa de la habitación. Se sintió más malhumorada el resto del día, pero sin saber por qué. Finalmente pensó que probablemente era solo porque estaba molesta por cómo Potter, Weasley y Granger siempre se salían con la suya, incluso con Snape esta vez.
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