Briar solo estaba tratando de sobrevivir a su educación en Hogwarts con los constantes problemas que sus compañeros de estudios parecían comenzar, pero el Ministerio de Magia estaba decidido a ayudar a cada estudiante a encontrar su alma gemela a tr...
Todos los Slytherins a su alrededor seguían gritando, pero Briar alzó su voz por encima de la de los demás y gritó –¡Basta!
Un silencio cayó sobre el grupo ante su fuerte orden, y todos se quedaron quietos mientras esperaban las siguientes palabras de Briar.
Ella declaró –Estamos aquí por su discriminación y juicio contra nosotros. Estamos aquí porque nuestro miedo fue interpretado erróneamente en el sentido de que estamos del lado de Voldemort y los mortífagos, y es mejor que sea una interpretación incorrecta– Briar les dio a todos una mirada mordaz mientras miraba alrededor de la celda llena de gente.
Con los ojos en llamas, les ordenó –Una vez que salgamos de aquí, si tienen demasiado miedo para pelear, entonces pónganse a salvo, pero será mejor que no vea a ninguno de ustedes ayudando a los mortífagos. ¿Está claro?
Briar nunca le había hablado a su casa de esta manera, pero el pánico del momento parecía haberla superado.
Ella no estaba jugando.
Todos asintieron a sus órdenes, sus ojos se encontraron con vergüenza en el suelo, pero ella pensó que eso no era suficiente. Briar agregó –A aquellos de ustedes que se estén cuestionando si luchar con Voldemort es el lado correcto, espero recordarles que su lado cree que está bien asesinar a padres e hijos en la búsqueda del poder. Ellos son las personas quienes mataron a mi madre y me aterrorizaron durante años. Ellos son los que torturaron a los padres de Neville, a pesar de saber que no sabían nada. Ellos son los que destruyeron nuestra escuela y la hicieron como ha sido este año. Entonces, si alguna vez se preguntan cuál es el lado correcto, espero que piensen en todo eso.
Briar se alejó de todos ellos enojada, pero sus compañeros de casa comenzaron a aplaudirla. Muchos de ellos vitorearon, y ella escuchó a algunos gritar –¡Los destruiremos por ti, Briar!
Ella se rió con el calor que llenaba su pecho. Los Slytherins no caerían fácilmente, y estaban a punto de asaltar los terrenos.
Como si fuera una señal, una repentina serie de explosiones volaron las puertas del lugar, Briar se agachó y cubrió las cabezas de algunos de primer y segundo año que estaban cerca. Cuando el polvo se disipó, los estudiantes salían de las celdas y corrían en diferentes direcciones. Cuando muchos de ellos sacaron sus varitas y le devolvieron una sonrisa salvaje a Briar, ella supo que los mortífagos no tendrían ninguna posibilidad.
Ella ordenó a los de primer y segundo año –Pónganse a salvo. Todos ustedes que son jóvenes y no quiero que ninguno de ustedes intente ser un héroe, ¿De acuerdo?
Todos asintieron y escucharon sus órdenes, corriendo juntos hacia un lugar seguro. Briar salió de la celda y notó que Malfoy estaba parado a un lado con su varita en la mano. Ella le sonrió y se acercó a él con su propia varita en la mano.
Se rió disimuladamente –Buen discurso, Black.
–Bonita explosión, Malfoy– replicó ella.
Malfoy sonrió y se burló –Sí, bueno, alguien me dijo que comenzara a tomar buenas decisiones.
Briar se humedeció los labios y se rió –Bueno, eso suena bastante brillante.
–Entonces deberías irte. Tienes una gran cantidad de Slytherins enojados para liderar la batalla ahora– comentó Malfoy con un movimiento de la cabeza en la forma en que los estudiantes acababan de correr.
Ella se rió –Sí, supongo que sí– Se alejó de él y comenzó a perseguir a los estudiantes, pero la voz de Malfoy la detuvo.
–Mantente a salvo, Black– llamó.
Miró hacia atrás por encima del hombro y asintió –Tú también, Malfoy.
—
Briar estaba tratando frenéticamente de encontrar a Neville, pero no estaba por ningún lado.
Finalmente se encontró con Lupin y Tonks en el caos mientras todos se preparaban para que los mortífagos atravesaran la barrera. Lupin arrastró a Briar para abrazarla y murmuró –Te he extrañado, querida. Sirius está por aquí en alguna parte, y creo que Neville está en el puente.
–Oh, gracias, he estado tratando de encontrar a Neville– respiró Briar.
Sus ojos se posaron en el puente, y estaba a punto de salir disparada en esa dirección, pero Lupin tiró de la manga de su túnica y preguntó –¿Puedo hablar contigo un poco antes de que te vayas?
Ella asintió con la cabeza seriamente hacia él y dio un paso más cerca. Ella estuvo de acuerdo –Por supuesto. ¿Qué pasa, Remus?
Su voz se redujo a un susurro, pero se quebró cuando confesó –Tuvimos un hijo el mes pasado, Briar.
Sus cejas se dispararon hasta la línea del cabello. Ella sonrió –¡Eso es encantador, Remus! ¡Felicitaciones!– No estaba segura de cómo reaccionar ante noticias como esta en este entorno, pero pensó que podría ser alentadora. Tal vez solo necesitaba un poco de normalidad para compensar el horror de lo que estaba por venir.
Como si sintiera su confusión, Remus admitió –Te digo esto ahora porque... porque te hemos hecho la madrina de Teddy en caso de que algo nos suceda hoy...
Los rasgos de Briar cambiaron a una mirada dura cuando lo interrumpió –Absolutamente no. No hables así. Saldrás adelante, te lo prometo.
Remus negó con la cabeza con una sonrisa triste. Murmuró –Cariño, no debes hacer promesas que no puedas cumplir...
Ella lo miró fijamente y enunció –Estás siendo ridículo, Remus, y nos reiremos de eso más tarde, ¿De acuerdo?
Él le dedicó una sonrisa cansada y ella miró fijamente sus ojos sabios que siempre habían parecido ver directamente en su alma. Ella le dedicó una amplia sonrisa y le dio una palmadita en el brazo antes de salir corriendo a buscar a Neville.
Briar no se dio cuenta de que esta sería la última sonrisa que intercambiaría con Lupin, una de las pocas personas en este mundo que había llegado a querer por encima de todo.
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